miércoles, 22 de abril de 2015

Iván Ottenwalder en su 40 aniversario

...Y el scrabble nunca puede quedarse fuera.

Por Iván Ottenwalder















































lunes, 20 de abril de 2015

Recordando el Internacional Cuba Scrabble 2015

Más fotos. Ambas categorías (Élite y Premier).

Por Iván Ottenwalder

Biblioteca Rubén Martínez Villena, escenario del torneo.








Adriana Escamilla (izq) y Enma Morris (der).
























Antonio Catalá (izq) y Roberto Porto (der).


















Arturo Alonzo (izq) tomando anotación.


















Antonio Catalá (izq) y José Cortada (der).



















Antonio Catalá contra Cecilia Dávalos.


















Enma Morris (izq) y Adriana Escamilla (der).


















Roberto Rubio y Antonio Catalá.









































Jorge Luis Fernández (izq) y Antonio Catalá, antes de iniciar un match.



















Jorge Fernández (izq) y José Cortada (der).



















José Alberto Lima (izq) en una de sus partidas.



















Añadir leyenda


















Miguel Stevens (der) observa las letras de su atril, al igual que su oponente.


















Zoimelys Labrada e Iván Ottenwalder en un duelo el jueves en la tarde.























Raúl Báez y Antonio Catalá se dan las manos al final de un desafío.


















Reisel Murgadas (der) durante una consulta por una objeción.


















Roberto Rubio (izq) y Jorge Fernández se saludan antes de iniciar una partida.


















Roberto Rubio y Zoimelys Labrada.


















Rolando Guadalupe observa su atril.



















Acción en el torneo.

























































































































domingo, 19 de abril de 2015

Internacional Cuba Scrabble 2015. El OXEO con PIQUEO que nunca puse en triple de palabra



En esa zona Zoimelys Labrada me colgó un DENIEGA con PIQUEN sepultador.


Por Iván Ottenwalder

Nunca hay excusas cuando las cosas se pueden hacer o se pudieron haber hecho, ha sido uno de mis axiomas, aunque no creo en verdades absolutas, que he sostenido desde hace mucho tiempo. Desde adolescente también he venido oyendo expresiones, ya convertidas en clichés por el abuso en su uso, tales como: No llores como mujer lo que no supiste defender como hombre y Si mi abuela tuviera ruedas fuera bicicleta. En común todas tienen a explicar prácticamente lo mismo: lo que no se hizo ya no se hará y lo que pasó, pasó.

Zoimelys Labrada e Iván Ottenwalder en plena acción de juego.
Lo cierto, que aunque los hechos acaecieran tal cual, jamás debe restringirse la crítica. Gracias a esta, podemos sacar conclusiones, frías y analíticas, de las razones por las que se perdió o ganó en una competición determinada.

La retrospectiva nos ayuda a determinar donde estuvieron nuestros errores y los aciertos del contrario. Cuando reconocemos el por qué de nuestros fracasos, no solo aprendemos de ellos, sino también a no volver a repetirlos.

“Iván, pero ese segundo lugar está bien. ¡Mucho hiciste tú!”, “pero ¿que tú quieres?, llegaste lejos para ser tu primera vez”. Todas esas respuestas, que he recibido de conocidos, compañeros de trabajo y familiares, no dejan de ser ciertas, pero no las interpreto como un aliciente para el conformismo.

Y precisamente, por no verlas como un consuelo,  me surgió la razón para escribir este tema.

Zoimelys Labrada ganó y es la campeona de la categoría Premier del pasado Internacional Cuba Scrabble 2015, eso nadie lo discute. Que ella jugó mejor, tampoco es objeto de discusión. Para el caso, el objeto de discusión fueron mis errores cometidos en las dos partidas de aquella final del sábado 4 de abril del 2015.

Me había clasificado a la final terminando a todo vapor. Había ganado 12 partidas y perdido solo 2. Obtuve el mejor promedio de puntos por partida con 469.29, la mayor puntuación en una partida (597) y el premio Cuquita (90 puntos con AHORQUEN). El desastre me llegó precisamente en la final pactada al mejor de un 3-2.

En la primera, naturalmente que el miedo escénico y la guerra de nervios me dominaron. He aquí algunos tropiezos:

-          Unas siete letras para un scrabble, mal colocadas en el tablero al inicio de la partida y que me hizo perder un turno.
-          Tres puntos de una bonificación que no conté.
-          Un error en la recta final con un GETO que no existe en el diccionario.
-          Y un tiempo que casi se me agotaba.

A pesar de las pifias y el revés la batalla fue bien dada. Perdí 447 – 474.

Torneo en su primer día, el jueves 2 de abril de 2015.
La segunda no fue tanto miedo escénico, más bien un dominio de principio a fin por parte de mi rival. En un momento dado Labrada navegaba cómoda en la anotación, 317-161, sin embargo, cuando el duelo ya estaba bien avanzado, fui capaz de recortar la diferencia y acercarme a 38 puntos (351-389). Fue a partir de ese instante que contemplé la posibilidad de poner la conjugación OXEO (del verbo oxear) con PIQUEO, (de piquear) en hilera vertical superior derecha del triple tanto de palabras. Poco después del comienzo de la partida Zoimelys había colocado PIQUE, quedando una casilla libre y abierta para cualquier reformación después de la E. Cuando me vi con la posibilidad, y letras en mi atril, de martillar por ese flanco, me arropó la duda. Estaba inseguro; esa inseguridad y miedo de que si Zoimelys la protestara, que habría que llamar al monitor y ver que decía el Lexicon, terminaron doblegándome. Naturalmente, yo no tenía márgenes para errores, tenía una partida abajo y debajo en el marcador me hallaba entonces. No jugué por ese lado y, dos turnos después, mi adversaria me lo hizo pagar bien caro, colgándome un DENIEGA como bonus en triple de palabra y aprovechando la N para convertir el PIQUE en PIQUEN. Con el DENIEGA y el marcador 387-532 se me denegaba el trofeo (no había para segundos lugares) y sentía como el techo se me desplomaba en mi cabeza, lo mismo que las esperanzas se me esfumaban. Es verdad que no se debe dar perdida ninguna partida, pero la distancia se me puso a 145 tantos de diferencia y, para mayor desgracia, el tablero se había cerrado. Ya no había espacio para el más mínimo scrabble.

Pero, apelando ahora a la reflexión, me pregunto: ¿de haber colocado el OXEO y PIQUEO hubiese cambiado el curso de la partida a mi favor? ¿En vez del DENIEGA y PIQUEN hubiese Zoimelys metido un bonus por otro hueco o se le hubiese complicado la situación? Nada de eso lo sabré con exactitud, pero, de lo que si estoy seguro, es que la vida te presenta situaciones en las que debes jugártela, en las que no tienes mañana. Y esa opción era mi now or never, mi posibilidad de despertar y, quién sabe, si empatar la serie y provocar un tercer partido de desempate.

Con mi último AR puesto en el tablero y un respetuoso  felicitaciones campeona hacia la ganadora, terminaba la competición y el triunfo de Zoimelys, 544 contra 437. La categoría Premier había hecho su debut en este 2015. Un dominicano, aunque se llevó los mayores lauros estadísticos y pintaba para ganarla, terminó perdiéndola en suelo cubano ante una mujer, primera que se ha coronado en el Internacional Cuba Scrabble.

Otras razones a considerar

1.- No haber conseguido en la República Dominicana con quien practicar al scrabble, y mucho menos jugándolo con reloj. Esta modalidad la aprendí en La Habana tres días antes del torneo en un corre y corre.
2.- No haberme llevado mi tablero de juego a la capital cubana. Precisamente donde estaba hospedado, en la calle J del sector Vedado, los dueños de la casa y sus hijos sabían jugar al scrabble. Además, no tan lejos estaba alojado José Alberto Lima (Pepón), un cubanoestadounidense que había venido a participar en la categoría Élite del torneo. Él tampoco trajo su tablero pero, con el mío, hubiésemos jugado perfectamente. Un poco más de práctica me hubiese dado más seguridad y temple.

3.- No haber repasado vocabulario meses antes del torneo, a sabiendas de que poseo cuadernos repletos de palabras rebuscadas del idioma español. Aunque también le atribuyo culpabilidad a la depresión y ansiedad que estuve pasando por los meses de enero a marzo debido a la bacteria Helicobacter Pylori y una severa gastritis que había pillado. Esos males me hicieron perder cerca de 15 libras de peso.

lunes, 13 de abril de 2015

Internacional Cuba Scrabble 2015. El viaje de nunca olvidar (Sexta parte)



Entrega de premios. Mis tres lideratos estadísticos.

Por Iván Ottenwalder

Aproximadamente una hora después de terminada la final del grupo Premier se dio inicio a la ceremonia de entrega de premios. Jamil Rivero había campeonado en la categoría Élite al vencer en una decisiva tercera partida al favorito Reisel Murgadas.

En la Premier los premios fueron los siguientes:

Primer lugar
Zoimelys Labrada
Segundo Lugar
Iván Ottenwalder
Tercer lugar
Antonio Catalá
Partida más reñida                                       
Zoimelys Labrada – Roberto Porto (374-369)
Scrabble más valioso                                    
Roberto Porto (ENSUEÑO, 195 puntos)
Mejor promedio de puntos por partida
Iván Ottenwalder (469.29)
Mejor promedio de scrabble por partida
Raúl Báez (3.14)
Premio Cuquita
Iván Ottenwalder (AHORQUEN, 90 puntos)
Partida de mayor puntuación
Iván Ottenwalder (597 puntos)

En la Élite

Primer lugar
Jamil Rivero
Segundo Lugar
Reisel Murgadas
Tercer lugar
Rolando Guadalupe
Partida más reñida                                       
José Lima – Jamil Rivero (514 -513)
Scrabble más valioso                                    
Jamil Rivero (LOGRANDO, 131 puntos)
Mejor promedio de puntos por partida
Reisel Murgadas (505.87)
Mejor promedio de scrabble por partida
Jamil Rivero (3.47)
Premio Cuquita
Richard Velázquez (QUERIDA, 98 puntos)
Partida de mayor puntuación
Richard Velázquez (650 puntos)

Al finalizar la entrega de los premios me informaron que si me animaba a regresar el próximo año competiría en la categoría Élite. Espero estar vivo y estable de salud para tal propósito.

Al salir de la biblioteca fui invitado a cenar al resturante Asturianito por unas amistades: Yolanda Soler, su hija Yataria y la hija de esta última, Alejandra.

De regreso a la pensión en Vedado me duché y salir a caminar por la noche. Quería darle el último adiós, las últimas buenas noches a La Habana. Me despedía de la ciudad, pues, al día siguiente, domingo 5 de abril, retornaría a Santo Domingo, capital de la República Dominicana.

domingo, 12 de abril de 2015

Bodden y Ottenwalder dividen en jornada de scrabble



Ambos ganaron 3 partidas; Bodden las dos con reloj.


Por Iván Ottenwalder

En una tarde tranquila en el segundo nivel de la plaza comercial Bella Vista Mall, Guillermo Bodden e Iván Ottenwalder disputaron seis partidas de scrabble. Ambos ganaron 3. Ottenwalder se impuso en la primera 508-415, Bodden pudo respirar en la segunda 417-404, y de paso romper una sequía de 9 partidas consecutivas sin vencer a su rival. Iván, subcampeón de la categoría Premier del Internacional Cuba Scrabble 2015, se llevó con facilidad la tercera y la cuarta con anotaciones de 550-375 y 501-426. Luego, ambos rivales descansaron unos 10 minutos.
 
Las dos con reloj

Guillermo Bodden nunca había jugado una partida de scrabble presencial con el reloj de ajedrez. Iván Ottenwalder aprovechó un instante para, de manera didáctica, explicarle la metodología correcta.

En la quinta partida de la tarde, la primera con crono, gracias a un ZARCO milagroso, aprovechando la Z en doble tanto de letras y de paso el doble de palabras, Bodden pudo agenciarse 52 puntos fundamentales en la recta final y llevarse la victoria 549-536. De nada le sirvió a La Autoridad haber manejado a la perfección su tiempo (mejor que en La Habana) ya que su oponente contó con la mayoría de las fichas de altos valores numéricos, las cuales potenció al máximo

Si la anterior fue apretada, la última degeneró en una masacre. Bodden, con 4 bonus, el mayor de 104 puntos, se impuso sobre Ottenwalder 557-241.

Sin restarle créditos, en esta partida Guillermo volvió a contar con el beneplácito de la bolsa, que le otorgó casi todas las letras de altos quilates. Ottenwalder no colocó ni un bonus en este desafío.

Estadísticas de la jornada

Bodden promedió en seis partidas 3 victorias y 3 derrotas, 456.5 puntos por partida y 2.83 scrabbles por juego. Ottenwalder, 3 ganadas e igual número de reveses, 456.6 puntos por partida y 3 scrabbles por juego.

sábado, 11 de abril de 2015

Internacional Cuba Scrabble 2015. El viaje de nunca olvidar (Quinta parte)



Tres últimas rondas y mi avance a la final.

Por Iván Ottenwalder

Más temprano que los dos días anteriores tomé el autobús hacia La Habana Vieja camino hacia la biblioteca. Era el día de las tres últimas rondas. Tenía como meta avanzar a la final, fuese contra quien fuese. En primera instancia imaginé que me enfrentaría a Catalá, pero el señor destino, tan indescifrable como siempre, tenía reservadas algunas sorpresas.

Mi primera oponente en la mesa 8 sería Zoimelys Labrada, jugadora a la que había vencido dos días antes por 222 puntos de ventaja. Minutos antes de la partida ella se me acerca muy alegremente y me azuza: “contigo es que me quiero quitar la picazón”. Mi respuesta, también bromista, “te voy a eliminar de la competición en esta partida”. Su devolución, muy cortés, aunque dudo si muy sincera del todo: “yo juego para divertirme, no para ganar”. Al poco rato arrancó nuestro desafío.

Desde el inicio me mantuve arriba en el marcador (80-28, 95-73, 169-144, 212-166, 247-177). En efecto, parecía apocalíptico aquello de que la eliminaría de la competición. En un momento dado Jorge Fernández, quien se acercó a ver nuestro desafío, puso su mano en la espalda a Zoimelys, en señal de algo parecido a un te acompaño en tus sentimientos.

“Tú como que tienes a la gente de aquí comprada”, bromeó mi rival. “¿Tú crees?”, le pregunté a manera de chanza. Pero ella, como zorra valiente y experta probada en juegos presenciales, jamás se amilanó y demostró un carácter digno de competidores que saben manejarse en la adversidad y momentos de presión. El imperativo ENCARAD (bonus de 78 puntos) la puso delante en la anotación 272-247. Mi respuesta fue el gerundio CARGANDO, de 65 tantos, y retomé la delantera, 312-272. Cuando el puntaje se hallaba 339-290, favoreciéndome, se deshizo de algunas letras de su atril y las cambió por otras de la bolsa. Entonces jugué VASA, que tan solo me aportó 10 puntos. Con la anotación 349-290 el reloj casi se me estaba agotando. ¡Tamaño problema en ese momento! Para acelerar aún mis nervios me colgó un soberano bonus (IDEARIOS, de 80 puntos en zona triple de palabras) que le dio la delantera, 370-349. Con el crono ya corriéndome en negativo metí HAN y retuve el mando, 372-370. Ella contestó con PE (10 tantos y nuevamente arriba 380-372). Puse un FO de 13 y otra vez me fui delante, 385-380. Ella BE (8 y 388-385). Yo SET (5 y 390-388). Ella pasó y yo anoté GE (393-388). Ella PI (4 y 393-392). En los siguientes tres turnos ambos pasamos y se acabó. Zoimelys descontó 3 puntos de su atril y yo 8 más 30 de penalidad por jugar tres minutos debajo del 00:00. El resultado fue una victoria y todo el crédito para mi mortificadora adversaria: 389-355.

Con este revés Zoimelys empataba conmigo en la segunda posición y Antonio Catalá subía al primer lugar.

En el próximo pareo (ronda 14) me topé con Raúl Báez. En esta partida padecí tremendo susto. Par de bonus consecutivos de Báez casi a mitad del desafío lo puso en ventaja 295-192. LOMEANDO me dio respiro y acercó, 264-295. Un elemento vital que en este match se conjugó de mi lado fue el siguiente: la gran mayoría de las vocales ya estaban jugadas en el tablero mientras yo acaparaba de la bolsa, cada vez que me recargaba, del resto de ellas. En esta partida llegué a tener mi atril lleno de puras vocales. En los próximos 8 turnos él mantenía la delantera, aunque de manera precaria. En la cuesta final intenté un CUITARA. Báez la protestó y tuvo razón. Retiré mis siete fichas y pasé. Él colocó PI (12 tantos y 406-375 la anotación a su favor). Ya no quedaba fichas en la bolsa y Báez se había tragado la Q. Su atril era de puras consonantes. Su PI fue una jugada tonta, pues me dejó el camino abierto para bonificar en zona de triple de palabras, lo que eventualmente hice. Esta vez con ACUITAR en vertical unido a PIA horizontal le exclamé: ¡Eureka, esta si existe! De todos modos, la objetó. La monitora llegó y buscó en el LEXICON y existía. Gané la partida de manera dramática. Ese bonus me otorgó 82 puntos más 14 que se me sumaron del atril del derrotado. Final: 471-392. Gané una partida de las apremiantes, de esas que jamás se deben perder.

En el otro interesante match Zoimelys Labrada había vencido a Antonio Catalá, lo que produjo un triple empate en la primera posición. Catalá, Zoimelys y yo nos encontrábamos con 11 victorias y solo 2 reveses.

Y mi último desafío, tan necesario como el anterior para mis aspiraciones clasificatorias, fue ante Cecilia Dávalos. Una de mis reglas de oro consistía en no subestimar a ningún rival. Me impuse 473 a 339.

Por otro lado Zoimelys ganó su próxima partida y Antonio Catalá se hallaba disputando un cerrado desafío ante Raúl Báez. Decidí bajar a la cafetería y tomar algún batido.

Treinta minutos después regreso al salón de juego. Era tiempo de receso. Me entero que Raúl Báez, que ya estaba descartado, se le había colado en el camino a Catalá, eliminándolo del torneo y que mi adversaria en la final sería Zoimelys. La final, pactada a un 3-2, iniciaría a las 3 de la tarde.

Bajé de nuevo a caminar. Volví a tomar líquido en la cafetería. Pensé, medité sobre lo cerca que estaba el primer trofeo de mi vida. De cualquier modo, aunque quería ser campeón, me sentía orgulloso conmigo mismo. El Internacional Cuba Scrabble 2015 se había convertido en uno de los capítulos más lindo de todo mi historia ¡Cuidado si el más!

Estaba muy pensativo y algo ansioso. Nunca había llegado a una final en competición alguna.

A las 3:00 p.m. Arturo Alonso, organizador del evento, convocó a los finalistas de la Élite y la Premier a ocupar sus respectivas mesas. Reisel Murgadas y Jamil Rivero disputarían la final de la Élite mientras en la Premier me batiría ante Zoimelys. La mesa sería la número 2.

La caída en la final. Zoimelys campeona

Primera partida de la final.
La guerra de los sexos o los nervios arrancó. Zoimelys cambió fichas en su primer turno y yo hice lo mismo. Ella me colgó SANEADA (68 tantos). Le respondí colocando mis siete fichas del atril en el tablero, pero ¡Oh, error! El miedo escénico empezaba a traicionarme. Me había equivocado y ella objetó a tiempo y con justa razón. La partida se mantuvo pegada hasta que DISCARE me puso en ventaja. Esta formación me valió 75 puntos mal contados, pues, cuando ya era tarde, caí en la cuenta que al vocablo paralelo AD no le había contado los puntos (3). ¡Hubiesen sido 78! Estando en ventaja 305-273, un JO 42 de puntos y posteriormente un MEZCLA de 66 (también mal contados porque sumaban 69), en zona triple de tanto de palabras, viraron la anotación 381-305 a favor de Zoimelys. No me acobardé, aunque a mi crono le quedaban menos de 3 minutos. Gracias a LANUDAS y después BINADO tomé el timón 406-381. Con el partido favoreciéndome, 424-399, un valiosísimo PULLA, en doble tanto de palabras, adelantó a la aguerrida genio, 435-424. Un cortito VA en triple de palabras me aventajó 439-435, pero ella contestó con CULPA (18 tantos) y volvió a la delantera (453-439). Erre en mi próximo turno. ¡Uf, en qué momento! Luego BLE para mi oponente (458-439). GEL para mí y me acercaba (458-451); TECHE para ella y aumentaba (466-451). Mis últimas letras no hallé dónde colocarlas y pasé. Ella con DOS (4 puntos) y se acabó. 474-447 fue su victoria.

Con la serie 1-0 a su favor, Zoimelys solo necesitaba ganar una partida más para obtener el trofeo, ese que yo también anhelaba y por el cual estaba dejando mi pellejo y cerebro en el tablero. No tenía de otra que intentar al menos empatar la serie y provocar una partida de desempate. La guerra psicológica la estaba ganando ella.

Descansamos 10 minutos.

Segunda partida de la final.
Retornamos a la guerra. Al igual que la partida anterior nuestros primeros turnos fueron cambios de letras. Zoimelys juega un letal ARRIMASE de 92 puntos. Poco después pongo CONTIENE (de cuádruple) que me otorga 90 y me pego, 105-106. Después de ella cambiar dos turnos seguidos un FRESADOS, superior al centro en triple tanto de palabras, la ubica en ventaja 201-115. Poco después me tortura con OSEARES (77 puntos) y se me aleja más, 278-133. Con su REZO (39) la tuve aún peor (317-161). Aún creía en mí y, paulatinamente, gracias a unos buenos puntajes sucesivos (ACODARE, BUZAS y CAY que entre todos me sumaron 153 puntos), me acerqué 351-389. Fue en ese momento clímax que pude habérmela jugado, en que lo pensé y repensé, pero lo dudé. A la letra E de la palabra PIQUE, colocada horizontalmente, se le podía reformar, ya que después había una casilla vacía, la cual podía ser perfectamente aprovechada jugando otro vocablo que atravesara verticalmente en zona de triple de palabras. Pensé colgar un OXEO en vertical (esquina derecha superior del tablero) que enlazara con PIQUEO, del verbo PIQUEAR. Vacilé. Dudé si el término existía. Tuve miedo a la posible objeción de mi adversaria. ¿Y si no existía? ¡Pero existía! Esa inseguridad, imperdonable, me viene persiguiendo desde que perdí la final. Posiblemente será mi fantasma torturador hasta que vida tenga.

Una CAÑA de 28 puntos incrementó su ventaja 417-351. Posteriormente un EH, potenciando la H en triple de letras, me las empeoró, 443-351. Jugué OX con EX, válido para 36 (todavía debajo, 387-443). Luego, la casa se me vino encima: un DENIEGA sepultador de 89 tantos, en zona triple de palabras, conectado con PIQUEN, me denegaba el trofeo del campeonato. Zoimelys fue más lista y jugó donde yo debí haberlo hecho antes. El marcador se despegó, 532-387. MOJOS me otorgó 18 (532-405). Ya lo que quedaba en nuestros atriles no cambiaría en nada la tendencia. El resto fue un MAL para ella (¡jamás se lo deseo!) de 5, un ABUZASEN de 19 para mí, VA suyo de 5, una RED de 10 mía, GE de 3 por ella y, al realizar mi último turno (AR de 2 tantos), un  felicitaciones campeona dio por terminada la final. Sumé un punto y ella descontó lo mismo. La anotación del desafío, 544-437.

Zoimelys fue arropada en felicitaciones; yo también recibí las mías. No recuerdo a cual de los jugadores le expresé el trofeo tendrá que esperar. Claro, el mío tendrá que ser en otro momento. ¿En cuál? Padre Tiempo sabrá.

viernes, 10 de abril de 2015

Internacional Cuba Scrabble 2015. El viaje de nunca olvidar (Cuarta parte)



El fin del invicto.

Por Iván Ottenwalder

A diferencia del día anterior esta vez no me equivoqué, aunque debido a que andaba contrarreloj tuve que irme en un carro hacia la biblioteca. Le dije al chofer de un Lada color blanco que iba para la calle Obispo con Oficios. Me explicó que me dejaría por la zona del Malecón lo más cerca posible. Así ocurrió y pude llegar a tiempo al torneo.

Antes de iniciar la ronda número siete me encontraba en la primera posición. Catalá solo tenía una derrota, la que le propiné el día anterior, y Zoimelys Labrada, creo que dos reveses.

Mi primer oponente en la mesa 7 fue José Cortada, el jugador más débil del grupo. Triunfé 572-185. En esa partida coloqué cuatro bonus: PASEADO, HECHIZAD, RETADOR y LICUARA.

En la ronda 8 me enfrentaría a José Enrique Rubio, al cual vencería 597-333. PRIMARES, HOLLARES, TIRONEAD y COCINAS fueron mis cuatro valiosos bonus. Ese 597 fue la puntuación más alta del torneo en la Premier.

En la ronda 9 me tocó el descanso y en la 10 pude doblegar a Jorge Luis Fernández, 370-261. Ese 370 había sido hasta el momento mi puntaje más bajo del certamen, pero a fin de cuentas, obtuve la victoria.

Derrota ante Catalá. Fin del invicto

Antonio Catalá salió con buenos bríos en la ronda número 11. Rápidamente se dejó sentir al sacarme tempranas ventajas, 168-103 y 208-153. Pero, sin perder la paciencia, fui acercándome en la pizarra. Ya en la cuesta final un DESEADA me puso al frente 352-304, pero mi adversario me vino con ADHIERE  y retomó el comando 380-352. Con CALLAD aumentó margen 410-370. Un error mío, costoso, le dio un suspiro. Catalá me colgó TOPAD y aumentó 419-370. Sin tirar la toalla le arremetí un ARRA, aprovechando la RR en zona triple tanto de letras y me pegué 412-419. El aguerrido oponente halló una letra A de puente en la hilera inferior derecha de triple tanto de palabras y atinó un buen LUXA que le valió 33 puntos y se me alejó 452-412. Intenté asustar con un VAHE de 21 puntos que me acercó 433-452, pero ya todo estaba sentenciado: MU, el mugido del toro, fue su última palabra y el fin de mi invicto, 458-431.

En la ronda 12 y mesa 8 me medí ante Roberto Porto, el matancero. La partida habló rápido. Un espectacular nónuplo de 131 puntos (RELEERÍA), un cuádruple de 90 (AHORQUEN), un HORADASE de 71 más un BANDEAD, de igual puntaje, fueron suficientes para mi victoria 499-449. El AHORQUEN de 90 puntos me valió para el premio cuquita, la palabra de mayor puntuación usando la letra Q.

Empatado con Catalá en primero, un revés cada uno, terminó la jornada del viernes 3 de abril del internacional cubano.

¡Lo del día siguiente habría que verlo!

jueves, 9 de abril de 2015

Internacional Cuba Scrabble 2015. El viaje de nunca olvidar (Tercera parte)


El torneo.
 
Por Iván Ottenwalder

Mi mañana, como la de todo ser humano, inició con un despertar de cama, asearme, vestirme y desayunar. Cuando el reloj marcó las 8:30 a.m. me encaminé a la parada de autobuses y vehículos. Debí tomar la guagua P-5 en dirección a La Habana Vieja. Inocentemente lo tomé en el carril equivocado. Cuando pasaron más de 20 minutos le pregunto a una señora del autobús cuánto faltaba para llegar a La Habana Vieja. Ella me dice “este autobús no va para allá. Debiste coger el P-5 del otro carril y no este”. ¡Tamaño error! Tuve que quedarme en la próxima parada. Crucé la avenida y me ubiqué en el tramo correcto. Ya el reloj marcaba las nueve en punto. Pensé todo lo peor, que el torneo ya había arrancado y que por tardanza mi participación había sido anulada; que gasté una plata innecesaria en volar hacia Cuba. A pesar de todo, insistí. Le expliqué mi preocupación a una señora que estaba en la parada esperando transporte. Ella me recomendó que dada la hora mejor tomará una máquina aunque pagara un poco más caro, es decir, 20 pesos en moneda nacional (no CUC) en lugar de uno. Ella me auxilió en detener un auto y le dijo al chofer “él va para La Habana Vieja”. Entré y al poco rato el conductor me dijo que por lo larga de la ruta la tarifa era 20 pesos pero que si lo hubiese tomado en Vedado hubiesen sido 10.

Los pareos en la primera ronda.
Llegué a eso de las 9:20 a.m. a la calle Obispo esquina Oficios, donde estaba la Biblioteca Rubén Martínez Villena, lugar del certamen. Para mi asombro, aunque había algunas personas en el salón de juego, el torneo no había empezado. Arrancó 30 minutos después. ¡Vaya, tanta preocupación innecesaria!

Casi a las 10 de la mañana iniciamos la batalla. Días antes me habían anticipado que solo el primer lugar de las categorías Élite y Premier obtendrían trofeos. Me pareció injusto aunque no lo comenté. En otros países de cultura escrabblera se otorgan trofeos a los tres primeros lugares. Luego entendí las razones de todo ello: económicas.

En el arrancar de la primera ronda mi primer oponente fue Jorge Luis Fernández. Combatimos en la mesa número 7.

Durante la partida me dejé sentir con 3 bonus, y, aunque se me agotaron los 30 minutos del reloj y fui penalizado con 20 tantos por jugar dos minutos negativos (por debajo del 00:00) pude imponerme 478-334. Jorge Luis también fue castigado con penalización de 10 tantos por jugar un minuto en negativo.
Al finalizar partida ante Antonio Catalá.

Mi segundo desafío fue ante Antonio Catalá, escrabblista que todos los años competía en la categoría Élite pero que había caído a la Premier por bajo rendimiento. Mi victoria fue apabullante 541 contra 418. Coloqué cuatro bonus en ese match.

De cara a la tercera ronda me enfrenté a Roberto Porto, oriundo de Matanzas. Lo batí con anotación de 461-345. Porto fue castigado con 20 tantos de penalidad por jugar dos minutos después de agotársele el crono.

Un detalle interesante en esta partida: cuando ya no quedaban fichas en la bolsa y me hallaba al frente en el conteo, 401-348, el matancero me quiso tender una jugarreta para ver si mordía el anzuelo. Colocó con sus últimas siete letras un vocablo inexistente en zona triple tanto de palabras. Inteligentemente lo objeté. Vino la monitora con el diccionario electrónico y comprobó el yerro de mi adversario. Porto debió retirar sus fichas y pasar. Si hubiese caído de tonto seguro que perdía el juego. En esta partida demostré coraje para ser listo, protestar y defenderme con uñas y dientes.
 
…Y llegó la hora del receso.

Antes de ir al almuerzo se me acercó primero Rolando Guadalupe para decirme: Oye, Iván, tú debiste jugar en el grupo de nosotros. Lo mismo me comentaron Miguel Steven y Arturo Alonzo. Pero ya no se podía, inscrito estaba en el grupo Premier y ahí debí terminar el torneo.

En el retorno a la sala de juego

Zoimelys Labrada, ex jugadora del Élite y que debutaba en la Premier, fue mi rival en la ronda 4. El desenlace de la partida fue una masacre que le propiné (523-301). Era la primera ocasión que me enfrentaba a una chica en un torneo de scrabble. Al finalizar el desafío ella se quejaba de que le salieron malas letras y no pudo hacer nada. En varios momentos del juego Labrada me objetó algunos de mis vocablos colocados, pero siempre que el monitor hacía la búsqueda en el diccionario electrónico (Lexicon) se confirmaron la veracidad de todos ellos.

En la mesa 7 ante Zoimelys Labrada.
En la ronda 5 y mesa 9 me tocó Raúl Báez. Volví a triunfar, a pesar de tragarme la Q al final y no encontrar como colocarla. 428-366 fue el marcador a mi favor.

Y ya para finalizar, en la sexta ronda, jugué ante Cecilia Dávalos. Tremendo susto que me llevé al final. Honestamente hablando, de no haber sido por unos errores elementales suyos, específicamente mal aprovechamiento de sus buenas letras que tuvo en el atril en la recta final, yo hubiese perdido la partida y de paso el invicto. Pero una cosa es que lo pudo ser y otra lo que fue.  Gané el desafío, a pesar de 13 puntos que se me descontaron de mi atril al final y se les sumaron a mi contrincante. La puntuación a mi favor quedó 383-369. ¡Gané con la lengua afuera! Sofocadito.

Yo, con el t-shirt rojo y pensando, en la mesa 7.
Cargado de tantas energías y entusiasmo tomé el P-5 en ruta a mi alojamiento en Vedado. Llegado a mi destino fui a tomar una ducha tibia. Mi emoción era inmensa. La posibilidad de alcanzar una final y llevarme el primer trofeo de mi vida, ese que tanto se me había negado en la vida, sobre todo en la República Dominicana, ya no estaba tan lejos. Podía obtenerlo en mi pasatiempo favorito y en un país extranjero. Aunque parezca una insensatez de mi parte, me sentía enojado con República Dominicana. ¿Por qué? Porque en todo el tiempo que he vivido en este país ha habido momentos claves en que he sobresalido en varias actividades: sobre todo estudiantiles y laborales. Ni siquiera una placa o medalla de reconocimiento me han otorgado. Duélale a quien le duela, pero en aquel momento de reflexión me sentía más cubano que dominicano. Veía en Cuba y el scrabble el inicio de mis reconocimientos y premios. Al mismo tiempo, el final de las injusticias recibidas.

Luego de asearme y vestirme salí a caminar. Deseaba conectarme en un centro de Internet (el único cercano estaba en el hotel Habana Libre) y contarles a todas mis amistades del scrabble en español lo bien que me había ido en la jornada de jueves. Cuando llegué estaba cerrado. Decidí hacer algo distinto. Entré al Cine Yara a mirar una película. Relajarme era lo que más me convenía.