Mi apreciado amigo y rival se desquitó aquellas barridas que le propiné en 2015, ganándome esta vez tres fuertes desafíos en casa de sus familiares.
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Wagner Méndez (izq) e Iván Ottenwalder. |
Hacía
un poco más de tres años que no tenía noticias de Wagner Méndez. La
última vez, entre abril y junio de 2015, nos habíamos visto tres veces.
Tres ocasiones en las que nos habíamos reunido para jugar partidas
amistosas de scrabble. En aquellos matches lo había vencido en 9 ocasiones, mientras él a mí tan solo en tres. De aquellas jornadas amistosas en par de ocasiones le barrí la serie. Pero, por alguna razón del destino, su revancha tendría que ocurrir tarde o temprano.
El pasado domingo 21 de octubre de 2018 recibí una sorpresa: un mensaje suyo por WhatsApp. Sí, era él, y me estaba invitando a casa de sus suegros para jugar algunas partidas amistosas en palabras cruzadas.
Méndez
reside en Santiago de los Caballeros desde hace varios años, pero
estaba de visita en Santo Domingo por unos pocos días. Esa fue la
coyuntura del destino que hizo posible que volviésemos a juntarnos. La tarde de aquel domingo rindió para tres partidas. A continuación el detalle de cada una.
Arranqué delante en el marcador, 250-131,
gracias a tres bonificaciones: ASOLAIS (64 puntos), ROTADORA (86) y
QUEJONAS (100). Las dos últimas eran palabras inexistentes, pero mi
oponente nos las objetó, dando por sentado su validación. Sin embargo aquella inocencia no fue óbice para que, turnos más adelantes, vinieses de menos a más. Por obra y gracia de un buen PESCADO (84) tomó la delantera, 343-329. Pero no todo estaba decidido. Lo que vendría después sería un toma
y daca cargado de muchas emociones. Con mi FE (20) me puse otra vez
arriba (349-343), pero un ARRUE (42) lo colocó de nuevo a la cabeza
385-349. Ya en la curva final mi rival comandaba 422 contra 371 pero mis
ganas no DECAÍAN (75) y de nuevo me vi al frente 446-422. Una gran
jugada defensiva me evitó una desgracia, al colocar GRATIS (22) en línea
horizontal paralela a zona triplera, aumentando mi ventaja, 468-422. No quedaba ni una E en el bolso, de modo que la G de gratis le cerraría la posibilidad de anotar en la zona horizontal de triple
inferior derecha. Esto, sin embargo, no le amilanó, pues pudo colgar un
ACODAD (41) y acercarse en la pizarra (463- 468). Ya la bolsa estaba
vacía y en mi atril no contaba con vocales, mientras mi adversario
disponía al menos de una A. Jugué dos N, convirtiendo un CAÑO en CAÑÓN,
junto a un NON. Dicha formación me valió 17 tantos y aún seguía delante,
485 – 463. Pensé que la tenía ya ganada, pero todo aquello fue pura
ilusión óptica. Mi viejo amigo aprovechó sus tres últimas fichas (A, R,
S), optimizándolas para colocar un SERÁ que le granjeó también 17
puntos. Llegó a 480 y, sumando seis puntos adicionales por el descuento
de mis fichas, se llevó la victoria 486 a 479.
El ganador colgó dos scrabbles
(ODIASEIS de 61 y PESCADO de 84) y su palabra corta de mayor puntaje
fue CAZ, de 55 tantos. Por mi parte coloqué cuatro bonus: ASOLAIS (64),
DECAÍAN (75) y los inexistentes ROTADORA (86) y QUEJONA (100) que no fueron objetados. Mi vocablo corto más valioso fue DIX, de 55 puntos.
Inicié
picando delante en los primeros tres turnos, 160-122. Fue la única y
última ocasión en que me vería al frente en la hoja de anotaciones. Sin
embargo, el final de la partida fue de puro suspenso. Wagner llegó a
sacarme una ventaja de más de 100 puntos (356-232), cortesía de un
MIGRASTE que le puntuó 80 tantos. Tres turnos más tarde me estaba
venciendo por 132 de diferencia (415 contra 283). Después de ahí, empecé a acortar distancia. Unos LAXADOS (88) me acercaron,
371- 415, pero mi rival respondió con un XI de 35 y se alejó un poco
más, 450-371. Dos turnos más tarde la pizarra le favorecía, 461 – 401,
pero no todo estaba decidido aún. Las fichas de mi atril hallaron un
BOSQUE en zona triplera
superior derecha, bueno para 53 tantos, y me acerqué peligrosamente,
454-461. Pero el oponente tenía armas con qué seguir peleando y
aguantando la presión. Aprovechó una LL y formó LLECA, de 31 puntos, y
de nuevo suspiró. Con el partido a su favor, 492-454, y nada en la bolsa, solo me quedaba la opción de optimizar la única letra de mi atril, una A. Eso hice, y la aproveché al máximo, convirtiendo un AJ en AJA, el cual me dio 16 puntos. Pude sumar seis tantos de descuento que le quedaron a Wagner. Desafortunadamente, me quedé corto. Terminé perdiendo la partida, 476 – 486. Pues solo dí un susto, nada más.
Por
el vencedor, tres bonus: RESINE (70), GUINDAS (78) y MIGRASTE (80). Su
palabra corta más valiosa fue JI (52). Otras importantes fueron PAZ
(36), XI (35) y LLECA (31). En cambio mis scrabbles fueron dos: ACCIONE (78) y LAXADOS (88). Entre mis palabras cortas más valiosas estuvieron CHUTES (54), PEDOS (39) y BOSQUE (53).
La primera mitad de esta partida se caracterizó por lo cerrado que estuvo el marcador, por el
toma y daca entre mi adversario y yo. La ventaja cambiaba de un lado a
otro constantemente y no se sabía con exactitud lo que podía ocurrir al
final.
Fueron
dos jugadas, ambas convertidas en bingos, las que finalmente terminaron
de inclinar la balanza a favor de mi oponente: un DESCODÉ de 73 puntos y
un PANDEAIS de 86. Ambos bonus lo colocaron en ventaja de 444 contra
300. Aunque luego pude marcar 74 tantos, con CLOTEEN, y acercarme
374-444, ya el daño estaba hecho. En la recta final contó con la
generosidad de la bolsa, que le otorgó la RR y Ñ, las cuales supo
optimizar bastante bien. Con la primera BORRÓ (26) mis esperanzas,
alejándose más en el score, 470-374, y con la otra le echó más LEÑO (23) al fuego, para que todo culminara con su triunfo, 520-427.
En el desafío Wagner colocó cuatro scrabbles contra dos míos. Los suyos fueron ARMADAS (80), ANOTARA (71), DESCODÉ (73) y PANDEAIS
(86). Su vocablo corto que más puntuó fue CAZ, de 55, al igual que en
la primera partida. Mis bonificaciones fueron SAQUEADA, que resultó ser
la jugada de mayor puntaje, con 102 tantos, y CLOTEEN, de 74. Mi mejor
palabra corta fue OX, de 52 puntos.
Estadísticas:
Ganadas
Wagner: 3
Iván: 0
Puntos por partidas:
Wagner: 497.33
Iván: 461.66
Scrabbles por partidas
Wagner: 3
Iván: 2.66
Jugada de mayor valor:
De Iván: Saqueada, 102 tantos