Hay que romper con la cultura obsoleta de República Dominicana.
Por Iván Ottenwalder
Los Oriental Steeler. |
Le expresaba lo divertido que
sería que algunos chicos dominico-estadounidenses viniesen a este país y
trajeran ese rudo deporte; que lo insertaran en colegios bilingües y en varias
comunidades.
La respuesta de mi padre:
“¡Oh, pero tú no lees periódicos! En Santo Domingo Este ya tienen hasta un
equipo. Y si no lo sabías, hay una Liga
Dominicana de Fútbol Americano (LDFA) que lleva tres años haciendo torneos”.
Minutos
más tarde, mi progenitor me enseñaba en una página web, www.acento.com.do, una nota informativa
del 28 de noviembre titulada “El fútbol americano ya es una realidad en la República Dominicana”.
No lo pude creer. Me puse a investigar por cuenta propia y era cierto: ya el
fútbol americano estaba insertado en la República Dominicana.
Hasta en Santiago de los Caballeros tienen un torneo de verano y algunos
conjuntos: el mejor de ellos, Santiago Eagles.
La
idea de esos muchachos ha sido maravillosa. Desafortunadamente no han recibido
el apoyo del Ministerio de Deporte y Recreación de nuestro país. Los Oriental
Steelers, equipo campeón dominicano, no ha podido viajar a competir en la Copa Internacional por falta de
dinero. El Ministerio de Deportes les hace promesas de auparlos, pero todo se
queda ahí, en promesas.
Santiago Eagles los desautoriza
Para
los muchachos del Santiago Eagles, campeones de Santiago de los Caballeros, los
Oriental Steelers no son unos verdaderos campeones nacionales, ya que rehúyen
constantemente al reto que les han hecho en varias ocasiones.
A
juicio de los santiaguenses amantes del fútbol americano la LDFA es una liga privada y no
una federación nacional y que los Steelers solo son campeones de la Capital, pero no del país.
Considero
necesario que ambas escuadras se vean las caras y que los cibaeños tengan, al
menos, la oportunidad de demostrar si las cosas son así como ellos dicen. Eso
le sentaría bien a esta disciplina y crearía un ambiente de opinión pública.
El
pleito parece irá para largo. Como de costumbre, la rivalidad Santiago-Santo
Domingo continuará jugando un papel protagónico en cualquier escenario, sea
deportivo, profesional o cultural. Una quiere ser la sombra y fantasma de la
otra. Si Santo Domingo es bueno en esto, Santiago quiere mostrar que es mejor;
si Santiago consiguió aquello, Santo Domingo los querrá superar.
En
lo que respecta al fútbol americano, al menos ya se ha conseguido una victoria
modesta. La fanaticada actual en este rudimentario deporte, escasa; mañana
podría llegar a ser representativa.
La
cultura deportiva en República Dominicana debe evolucionar hacia otros estadios
de desarrollo, jamás involucionar y quedarse estática en el tiempo. Deben
emerger nuevos actores en la prensa deportiva nacional y en la conciencia de la
gente.
Chicos
del fútbol americano, ¡a no desmayar en sus propósitos! Pido un fuerte aplauso
para vosotros.