Escenificamos cuatro desafíos, los dos primeros cargados de mucho suspenso; los dos restantes, soberanas palizas. No hubo vencedor ni vencido, sino empate a dos en los matches sostenidos.
Por Iván Ottenwalder
Casi siete meses habían transcurrido desde la última vez que mi amigo Guillermo Bodden y yo disputamos una serie en scrabble. En aquel duelo él se llevó los mayores honores al ganar dos de las tres partidas disputadas. Todas en mi propio hogar, un 19 de marzo.
En mi morada volvimos a encontrarnos un 31 de octubre desde las 10 de la mañana. Escenificamos cuatro desafíos, los dos primeros cargados de mucho suspenso; los dos restantes, soberanas palizas. No hubo vencedor ni vencido, sino empate a dos en los matches sostenidos. Él la primera; yo la segunda; él la tercera y yo la cuarta.
Primera partida
El primero de los duelos fue un toma y daca al principio. Con ROEDORAS (68) y SEXAD (50) él comandaba temprano (143-87). Luego respondí con TIRONEE (73) y me fui al frente 160-143. VISTÁIS (14) y ESPAÑOLA (71) lo situaron de nuevo arriba 228-160 pero MANUDOS de 106 me devolvió a la cima (266-228). Esa fue la última vez en que tuve comando del timón, aunque siempre amagaba con la remontada. Mi rival dominaba, pero siempre por escasa diferencia: 286-266, 337-313, 355-334. Tuve que cuidar bien de algunos flancos y no abrir mucho campo; él, también se vio obligado a lo mismo. Tuve las fichas para el scrabble, varias veces, pero no encontré el espacio para colocarlos. Realizamos cambios estratégicos, todo por el miedo a no cargarnos la Q en recta final. Llevaba bien mis cuentas y preferí jugar conservador, cuestión de no ser sorprendido con un contragolpe letal. Llegaba la curva final y Guillermo dominaba 378 -364. Era su turno y pudo zafarse de la Q, jugándola en QUID (31) y ampliando el marcador 419-364. BAR (34) me acercó 398-419. El bolso ya estaba vacío. Colgó un GAL de solo seis tantos (425-398). Tenía cuatro fichas por jugar. Observé bien el tablero, busqué opciones salvadoras y ganadoras pero no las hallé. Finalmente me decidí por MOLE (14) y, sumando cuatro tantos descontados a mi adversario, perdí la partida 416 a 421. Asusté pero no gané.
Ambos colocamos dos bingos: él ROEDORAS (68) y ESPAÑOLA (71); yo TIRONEE (73) y MANUDOS (106). Sus cortas letales fueron SEXAD (50), JU (45), ZAS (29) y QUID (31); las mías FELPAR (30), HALLEN (32), HENOS (47) y BAR (34).
Segunda partida
La más dramática de las partidas fue sin dudas la segunda. Un toma y daca absoluto de principio a fin. Si VEDADAS (82) me situaba al frente iniciando el match, él era capaz de responder con CAREASES (90) para adelantarse 90-82. Con sus CURROS (30) dominaba 181 a 161. TORNEADO (77) me puso arriba 238 – 181, para que luego Guillermo virara la pizarra con BUCEADOR (82), 263-238. LOBATAS (73) y JE (52) lo mantuvieron al frente 388 – 356 pero llegó mi AX de 49 que me puso a comandar 405-388. Sostuve el mando (505-447) con palabras como LEY (22), PINOS (24), BINEN (22) y HUMA (32) y, entonces ...suspenso ...llegó RETACEA (77), que puso a creer a mi oponente con la victoria (524-505)
, pero no contaba con el RESULTES (77), cuando ya la bolsa estaba vacía. Aquel bonus, más los puntos añadidos (10) por el descuento, definieron la partida a mi favor, 592-514.Mi adversario bonificó cinco veces: CAREASES (90), INDECORO (61), BUCEADOR (82), LOBATA (73) y RETACEA (77). Sus cortas letales fueron CURROS (30) y JE (52). De mi parte hubo cuatro bingos: VEDADAS (82), TORNEADO (77), POLLEARAN (100) y el ganador RESULTES (77). Mis pequeñas gigantes HIZO (65), AX (49) y HUMA (32).
Tercera
partida
En este desafío solo me vi al frente en tres ocasiones: al inicio con HORREN (38), después con DATEARON (80), 118-100 y, finalmente, con LLAR (36), 154-134. Todo fue muy efímero,
muy pasajero. Después que RENEGARE (63) lo puso al frente en el score, 197-154, la partida fue absolutamente suya. Poco a poco iba sacando más ventajas hasta que terminó ganando con holgura, 494-362.CAMELIA (100), RENEGARE (63), ARÁCNIDO (67) y ACULADAS (63) fueron sus cuatro scrabbles. Sus duras asesinas JO (34), VEZÁIS (36), SOÑÁ (31), YODO (27) y GUSTE (25). Yo en cambio tan solo un solo bonus: DATEARON (80). Mis cortas que mejor puntuaron fueron HORREN (38), LLAR (36), AXIS (41) y RECHINO (44). Todo el crédito para mi vencedor.
Cuarta
partida
Si recibí una paliza en la anterior, ahora me tocó a mí propinársela a mi rival. Bodden empezó a todo vapor, tomando la cima bien temprano, 196-186, gracias a PEZ (28), REBUZNES (68), ASOMARÍA (68),
CUBITO (18) y LAUREL (14). Solo hasta ahí. Luego viré el marcador con HOLLÉ (49), OCUPARA (77) y RECITAL (82), consolidándome con una cómoda ventaja de 146 tantos, 394-248. La tendencia no cambió y al final me llevé el desafío, 522-409.
Por
Guillermo hubo tres bonus: REBUZNES (68), ASOMARÍA (68) y RELIGADO
(61). Sus cortas más valiosas fueron SEXTA (52), UÑE (35) y BOJ
(43). De mi lado hubo cuatro bonificaciones: INSTARÁN (66), ASEASEN
(77), OCUPARÁ (77) y RECITAL (82). Entre mis pequeñas gigantes
estuvieron MIDO (43), HOLLÉ (49) y AFEADO (36).
Estadísticas finales
Ganadas y perdidas:
Guillermo Bodden 2 y 2; Iván Ottenwalder 2 y 2
Promedio de puntos por partidas:
Guillermo Bodden 458.75; Iván Ottenwalder 473
Scrabble por partidas:
Guillermo Bodden 3.5; Iván Ottenwalder 2.75