A esta interrogante no hay que darle tantas vueltas. Si revisamos la historia caemos en la cuenta que fue la incapacidad ganadora de los demás equipos de la liga: Toros del Este, Estrellas Orientales, Gigantes del Cibao y Leones del Escogido lo que dio al traste con esta dinastía de 14 años.
En varias ocasiones de series finales Águilas y Tigres no necesariamente fueron los favoritos ante sus adversarios, pero se impusieron, y en otros casos hay que reconocer que hubo golpes de suerte que beneficiaron a estos dos titanes del béisbol criollo.
Vemos como en la gran final entre Águilas y Estrellas de 1995-96 un traumático error de Víctor “Liquito” Rosario, en el cuarto juego, mató las esperanzas de las Estrellas Orientales de regresar y eventualmente cambiar el rumbo de la serie. En la final de 1998-99 los Leones del Escogido, ampliamente favoritos para vencer a los Tigres, echaron a perder el noveno y decisivo juego de la serie con errores de la defensa; a esto hay que sumarle que unos batazos mal conectados por bateadores del Licey se convirtieron en hits.
En la final de 1999-2000 las Estrellas Orientales estuvieron a punto de hacer el milagro, pero en el séptimo y decisivo partido en el estadio Cibao dejaron muchos corredores en posición anotadora y NUNCA apareció el batazo oportuno. Empataron a dos vueltas en la novena entrada pero todo se quedó ahí.
En la final del 2000-01, los Leones del Escogido, teniendo un equipo superior al de las Águilas Cibaeñas, no las pudieron vencer y la ofensiva se les apagó en los juegos cuarto, quinto y sexto.
Para el Todos contra Todos de la estación 2001-02 las Estrellas Orientales tuvieron un equipo de ensueño, una maquinaria demoledora en bateo y pitcheo capaz de despertar la envidia de muchos conjuntos en el mundo. Ellos batearon consistentemente, produjeron carreras, pero fueron incapaces de derrotar el último día del calendario a unas Águilas Cibaeñas, ya clasificadas, que salieron al terreno con sus jugadores de la banca, con un equipo categoría C.
Hay que hacer un paréntesis para señalar también, la forma irresponsable como los peloteros de las Águilas les jugaron el penúltimo día del Round Robin a los Tigres del Licey, en un partido efectuado en el parque Quisqueya. Mucha gente de la crónica deportiva y aficionados al deporte se dieron cuenta del juego bochornoso y medalaganario que emplearon los Cibaeños ante sus rivales históricos. Días antes, varios jugadores de la novena cibaeña, entre ellos Alberto Castillo, llegaron a decir que preferían una serie final ante los Tigres del Licey.
En el Round Robin de la campaña 2006-07 los Gigantes del Cibao fue el primer conjunto en ganar diez partidos, para luego perder de manera espantosa los últimos cinco del calendario.
En el Round Robin del torneo 2007-08 las Estrellas Orientales fueron los primeros en ganar siete partidos, pero luego se les apagaron los bates, perdiendo el resto de los juegos que les quedaban. A esto hay que agregarle, descuido de la gerencia oriental de no llenar algunos huecos: se necesitaba de un bateador importado de poder y otro lanzador abridor.
Y por último, en la serie final del 2008-09 los Gigantes del Cibao, además de que fueron perjudicados por un mal arbitraje en el primer partido, fueron incapaces de ganar al menos UN juego. Ellos tenían un equipo ofensivo y con poder.