De la inspiración de sus libros creo el Alfablero, un juego educativo infantil.
Nixon Alcántara |
El señor alfabeto y El Día que las vocales no fueron a la escuela fueron los libros que le dieron la inspiración para crear el juego educativo Alfablero que, como explica el mismo autor, es una combinación de los conceptos alfabeto y tablero.
“Estos libros tuvieron un gran éxito en la República Dominicana, tanto así que tuve que dar charlas en más de diez o doce escuelas. Además, fueron acogidos en la Biblioteca Infantil República Dominicana, para un proyecto llamado Leyendo aprendo”.
Señala Alcántara que con este juego los niños se divierten y alfabetizan.
Se juega entre dos jugadores y cada quien es responsable de un alfabeto completo (27 fichas que van desde la A hasta la Z). Ambos tienen que defenderse. Se ponen de acuerdo acerca de la palabra que van a formar antes de empezar la partida. Antes de eso hay un precalentamiento que consiste en que cada uno debe poner las fichas en las cuadrículas del tablero que les corresponden. Cada jugador debe cuidar las letras con la cual se forma la palabra previamente elegida. Por ejemplo, si se acordó que la palabra será PAPÁ los jugadores deben proteger sus P y sus A.
¿Quién está a cargo ahora mismo de las unidades del juego Alfablero?
Ahora mismo estamos buscando empresarios, que se interesen en hacerse socios de nosotros, o acoger el Alfablero para lanzarlo en grandes cantidades. Si esto no llega tenemos el plan B, que consiste en comenzar a lanzarlo en diferentes modalidades y de una manera tímida pero sin dejar de salir al mercado. Hacer como hizo el inventor del Scrabble, Alfred Mosher Butts, que él mismo lo fabricada en su casa y lo distribuía.
Estamos tratando de hablar con las personas de biscocho Esponjoso, que se lo presentamos y nos han dado apoyo. Ellos dicen que vale la pena y que será exitoso.
Estrategias para difundir Alfablero en el 2013
Visitar los medios de comunicación. Ya El Caribe, Diario Libre, El Nacional y el Hoy se hicieron eco. Próximamente estaremos en otros medios y arrancaremos por las escuelas, pequeños colegios y en El Conde, donde haremos un campeonato de Alfablero. Ya celebramos uno en el residencial donde vivo y fue inolvidable. Allí viven muchos niños que eran demasiado inquietos, jugaban en el parqueo, hacían desorden, rompían los cristales de los carros e, inmediatamente llegué con el juego, todo eso cambió. A veces las madres no sabían donde estaban sus hijos y los encontraban debajo de la escalera, jugando Alfablero. También iban a mi casa, luego de finalizar sus tareas.
¿Ya lo patentizó?
Ya lo patenticé y tiene su derecho de autor. Como tengo una empresa editorial llamada Ediciones Hamlet, ya el juego forma parte de ella. Por eso en las cajas de las próximas unidades dirá “Alfablero, de Hamlet”.
¿Por qué los juegos educativos no proliferan en la República Dominicana?
Mira, en la República Dominicana hay muchas problemáticas. Este país se ve como si fuese condenado solamente consumir, no a crear. Entonces, la gente que crea cosas como que la marginan a un lado, la tildan de loco. Todo aquel que escriba un libro aquí tiene que contar con un buen patrocinio. No hay una difusión y consumo abierto, sin embargo todo lo que viene de los Estados Unidos, China o Japón ya queremos comprarlo porque vino de afuera. Eso mismo pasa con los juegos didácticos, como que se quedan rezagados, lo juegan un día por la fiebre y después lo tiran. Y como sabes, que los padres siempre están fuera, trabajando, y casi nunca tienen tiempo para jugar con sus hijos.