El fin del invicto.
Por Iván
Ottenwalder
A diferencia del día anterior esta vez no me
equivoqué, aunque debido a que andaba contrarreloj tuve que irme en un carro
hacia la biblioteca. Le dije al chofer de un Lada color blanco que iba para la
calle Obispo con Oficios. Me explicó que me dejaría por la zona del Malecón lo
más cerca posible. Así ocurrió y pude llegar a tiempo al torneo.
Antes de iniciar la ronda número siete me
encontraba en la primera posición. Catalá solo tenía una derrota, la que le
propiné el día anterior, y Zoimelys Labrada, creo que dos reveses.
Mi primer oponente en la mesa 7 fue José
Cortada, el jugador más débil del grupo. Triunfé 572-185. En esa partida
coloqué cuatro bonus: PASEADO, HECHIZAD, RETADOR y LICUARA.
En la ronda 8 me enfrentaría a José Enrique
Rubio, al cual vencería 597-333. PRIMARES, HOLLARES, TIRONEAD y COCINAS fueron
mis cuatro valiosos bonus. Ese 597 fue la puntuación más alta del torneo en la Premier.
En la ronda 9 me tocó el descanso y en la 10
pude doblegar a Jorge Luis Fernández, 370-261. Ese 370 había sido hasta el
momento mi puntaje más bajo del certamen, pero a fin de cuentas, obtuve la
victoria.
Derrota ante Catalá.
Fin del invicto
Antonio Catalá salió con buenos bríos en la
ronda número 11. Rápidamente se dejó sentir al sacarme tempranas ventajas,
168-103 y 208-153. Pero, sin perder la paciencia, fui acercándome en la
pizarra. Ya en la cuesta final un DESEADA me puso al frente 352-304, pero mi
adversario me vino con ADHIERE y retomó
el comando 380-352. Con CALLAD aumentó margen 410-370. Un error mío, costoso,
le dio un suspiro. Catalá me colgó TOPAD y aumentó 419-370. Sin tirar la toalla
le arremetí un ARRA, aprovechando la
RR en zona triple tanto de letras y me pegué 412-419. El
aguerrido oponente halló una letra A de puente en la hilera inferior derecha de
triple tanto de palabras y atinó un buen LUXA que le valió 33 puntos y se me
alejó 452-412. Intenté asustar con un VAHE de 21 puntos que me acercó 433-452,
pero ya todo estaba sentenciado: MU, el mugido del toro, fue su última palabra
y el fin de mi invicto, 458-431.
En la ronda 12 y mesa 8 me medí ante Roberto
Porto, el matancero. La partida habló rápido. Un espectacular nónuplo de 131
puntos (RELEERÍA), un cuádruple de 90 (AHORQUEN), un HORADASE de 71 más un
BANDEAD, de igual puntaje, fueron suficientes para mi victoria 499-449. El AHORQUEN de 90 puntos me valió para el premio cuquita, la palabra de mayor
puntuación usando la letra Q.
Empatado con Catalá en primero, un revés cada
uno, terminó la jornada del viernes 3 de abril del internacional cubano.
¡Lo del día siguiente habría que verlo!
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