Por Iván Ottenwalder
Hace poco más de cinco meses que ninguno de los integrantes del scrabble
dominicano se reunían. La poca coordinación e integración ha sido la
tendencia y esto no es nada nuevo, al menos hasta el pasado domingo 11
de agosto. Ese día solo quedaron en jugar dos personas, Guillermo Bodden y el autor de esta crónica.
A
partir de las 6:20 de la tarde Guillermo y yo nos encontramos en el
área de comida de La Sirena, situada en la avenida Winston Churchill.
Nos informaron allí que el cierre era hasta las 10 de la noche, de modo
que acordamos jugar por los menos tres desafíos.
Antes
de empezar mi apreciado amigo compró par de tés fríos para refrescar
nuestras gargantas. Luego ubicamos una buena mesa con cómodos asientos y
nos preparamos para la primera de las batallas.
Primera partida. |
Al
inicio del primer combate tuve la mejor parte, llegando a liderar
186-80 y 261 –114, siendo CIÑERES (120 tantos) la jugada más impactante.
Sin embargo, mi gran rival, quien se había equivocado dos veces en sus
primeros cinco turnos, sacó gran coraje y se pegó en el marcador,
228-261. Más tarde, logró que sus fichas ONDEAREN (80) para irse arriba, 308-269, pero las TÉCNICAS (72) de las mías me volvieron a colocar en la cima, esta vez 341-308. En lo adelante, lo que ocurrió fue un alternado de ventajas. Cuando Bodden,
gracias a un PEYAN (42) inexistente, se iba al frente, 389-372, yo me
las ingeniaba para bloquearle con un POR (05), seguido de un MI (28) que
me devolvía el control 405-402. Vino entonces su DUZ (14) que lo
aventajó 416-405, pero no contaba con mi ZAR protector de 12 tantos que
me ponía en ventaja 417-416. Entonces me lanzó un BLOC (09) que lo
adelantó 425-417, pero un IRÁS en zona triplera
me devolvió un liderato efímero de 433-425. Respondió con TI (10) y de
nuevo se puso al frente, 435-433. Esa sería su última ocasión en que se
vería ganando, pues, mi grandioso USEN,
de 16, me retornó a la punta, 449-435. Se acercó 440-449 con un
inofensivo TOL de 5, pero no pudo colocar su última letra, la G. En
cambio, yo si pude colgar mis últimas (I, D, D), convertidas en ID (08) y
JOSEAD (17). De esa forma, y sumando dos puntos de descuentos por su G, me llevé la victoria 474-438.
Por mi oponente hubo dos scrabbles:
PALERAS (81) y ONDEAREN (80). Sus vocablos cortos más productivos
fueron JOSEA (44), XECA (34), ARREO (33) y el falso PEYAN (42) que por
tonto no objeté.
De
mi lado tuve dos bonificaciones: CIÑERES (120) y TÉCNICAS (72). Mis
palabras cortas más valiosas radicaron en JUBO (39), VAHO (36), QUAD y
MI (ambas de 28).
A
diferencia de la partida anterior, en que mi adversario arrancó lento y
torpe, en esta mostró lo mejor de sus agallas. Desafortunadamente,
aquel buen momento le duro poco. Luego de verme arriba con pizarra de 96
a 52, Bodden
pudo colocar par de bonificaciones, DESDIRÁ (70) y RELANZAD (86), que
lo situaron en el mando 208 contra 105. Pero en aquel instante, que parecía estar opacado, un soberbio ANOLEIS, que encadené con RELANZADA, me brindó 102 tantos que me acercaron en el marcador, 207-208. A partir de entonces la historia giró a mi favor y la ventura se le negó a mi rival.
Las
letras de mi atril aprovecharon un hueco que fue rápidamente ATENDIDO
(64), lo que me proporcionó la delantera, 273-208. En lo adelante no
necesité más scrabbles,
solamente seis palabras cortas de muchos puntajes, todas en formas
consecutivas: OX (36), TAQUEAS (33), COBRES (38), COLMO (25), PIRRA (30)
y JURO (25). De nada le sirvió a mi digno oponente un TARDASES de 80 y
un intento de susto de última hora con ACENTÚA (89). De nada valió,
pues, ACENTÚA, llegó cuando la pizarra estaba 473-361. La jugada le
aportó 89 tantos y lo acercó 450 a 473, pero solo pudo sumar 6 míseros
puntos de mi descuento, de modo que, me llevé la victoria con anotación
final de 467- 456.
Si es verdad que Bodden
me venció metiendo más bingos, 4 contra 3, yo le superé en los vocablos
cortos de altos quilates: 7 frente a 1. Sus bonus fueron DESDIRÁN (70),
RELANZAD (86), TARDASES (80) y ACENTÚA (89). Su mejor palabra corta fue
VETES (42). Mis bonificaciones fueron: EROGARE (66), el demoledor
ANOLEIS (102) y ATENDIDO (64). Mis cortas heroicas LLAMO (30), OX (36),
TAQUEAS (33), COBRES (38), COLMO (25), PIRRA (30) y JURO (25).
Tercer y último desafío
Eran
las nueve de la noche, apenas quedaba una hora para el cierre de la
tienda, de modo que decidimos echar el último pleito de nuestra jornada escrablera.
Este fue otro gran duelo, si se quiere, de principio a mitad, ya que el
desenlace no le terminó pasando buen balance a mi opositor. Arranqué
como un huracán en mis primeros cuatro turnos, gracias a par de
bonificaciones, RUIDOSO (82) y UNCIEREN (64). Ello me permitió liderar
166-66, pero más tarde, Guillermo, ni corto ni perezoso, se puso en
delantera, 275-200, gracias a LUZCA (53), AMELLASTE (104) y AX (52).
Tuve un as bajo la manga que fue CASQUEAS (76), falso vocablo que mi
rival ni siquiera lo objetó, y de esa manera me fui al frente 276-275.
Nunca más volvió a levantar cabeza. Por la gracia de HE (32) y COBROS
(23) me mantenía arriba 331-292. Guillermo, con un NO (04), intentó
abrir campo en el flanco inferior izquierdo del tablero, apostando a
sorprender en el próximo turno con un bonus, plan que le denegué con un
FI – NI (12) defensivo. Para su mayor desgracia, cuando la partida marchaba
343-312, resoné con un TREPARES (72) que me colocó a la puerta de la
victoria, 415-312. Más tarde, la intentó de nuevo, abriendo campo en el
flanco medio izquierdo con NI (03), pero todo le salía mal. En cambio,
yo jugaba en la zona media y superior derecha con CITAD (20) y GRABÉ
(20), para despegarme aún más y ponerle el match inalcanzable (464-338).
Tercera partida |
Llegó
su última jugada y, finalmente, lo encontró: un DESALANDO de 66, en el
lateral medio derecho, pero, al igual que en la partida anterior, de
nada le valió. Esos 66 apenas le hicieron llegar a 404. Ni siquiera los
ocho puntos de mi descuento le pudieron ayudar. Todo terminó con mi
tercer triunfo, esta vez 452 contra 412.
Mi
rival colgó dos bingos, que fueron AMELLASTE (104) y DESALANDO (66).
Sus mejores cortas fueron JO (36), LUZCA (53) y AX (52). Mis bonos
fueron RUIDOSO (82), UNCIEREN (64), el inexistente CASQUEAS (76) y
TREPARES (72). Entre mis cortas más valiosas solo podría citarse HE
(32).
Justo
al terminar este último enfrentamiento sonó la alarma de La Sirena,
indicando que eran las diez de la noche, hora de cerrar. Así las cosas,
recogimos la mesa, guardé mi juego de scrabble y cada quien, para su casa.
Estadísticas
Victorias: Iván (3), Guillermo (0)
Puntos por partidas: Iván (465), Guillermo (435)
Scrabbles por partida: Iván (3.0), Guillermo (2.66)
Jugada de más puntaje: CIÑERES (120), de Iván
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