lunes, 12 de agosto de 2019

Tres matches, tres victorias frente a Guillermo Bodden

Las partidas se desarrollaron en el área de comida de La Sirena

Por Iván Ottenwalder 

Hace poco más de cinco meses que ninguno de los integrantes del scrabble dominicano se reunían. La poca coordinación e integración ha sido la tendencia y esto no es nada nuevo, al menos hasta el pasado domingo 11 de agosto. Ese día solo quedaron en jugar dos personas, Guillermo Bodden y el autor de esta crónica. 

A partir de las 6:20 de la tarde Guillermo y yo nos encontramos en el área de comida de La Sirena, situada en la avenida Winston Churchill. Nos informaron allí que el cierre era hasta las 10 de la noche, de modo que acordamos jugar por los menos tres desafíos.  

Antes de empezar mi apreciado amigo compró par de tés fríos para refrescar nuestras gargantas. Luego ubicamos una buena mesa con cómodos asientos y nos preparamos para la primera de las batallas.  

Primera partida.
Al inicio del primer combate tuve la mejor parte, llegando a liderar 186-80 y 261 –114, siendo CIÑERES (120 tantos) la jugada más impactante. Sin embargo, mi gran rival, quien se había equivocado dos veces en sus primeros cinco turnos, sacó gran coraje y se pegó en el marcador, 228-261. Más tarde, logró que sus fichas ONDEAREN (80) para irse arriba, 308-269, pero las TÉCNICAS (72) de las mías me volvieron a colocar en la cima, esta vez 341-308. En lo adelante, lo que ocurrió fue un alternado de ventajas. Cuando Bodden, gracias a un PEYAN (42) inexistente, se iba al frente, 389-372, yo me las ingeniaba para bloquearle con un POR (05), seguido de un MI (28) que me devolvía el control 405-402. Vino entonces su DUZ (14) que lo aventajó 416-405, pero no contaba con mi ZAR protector de 12 tantos que me ponía en ventaja 417-416. Entonces me lanzó un BLOC (09) que lo adelantó 425-417, pero un IRÁS en zona triplera me devolvió un liderato efímero de 433-425. Respondió con TI (10) y de nuevo se puso al frente, 435-433. Esa sería su última ocasión en que se vería ganando, pues, mi grandioso USEN, de 16, me retornó a la punta, 449-435. Se acercó 440-449 con un inofensivo TOL de 5, pero no pudo colocar su última letra, la G. En cambio, yo si pude colgar mis últimas (I, D, D), convertidas en ID (08) y JOSEAD (17). De esa forma, y sumando dos puntos de descuentos por su G, me llevé la victoria 474-438. 

Por mi oponente hubo dos scrabbles: PALERAS (81) y ONDEAREN (80). Sus vocablos cortos más productivos fueron JOSEA (44), XECA (34), ARREO (33) y el falso PEYAN (42) que por tonto no objeté.  

De mi lado tuve dos bonificaciones: CIÑERES (120) y TÉCNICAS (72). Mis palabras cortas más valiosas radicaron en JUBO (39), VAHO (36), QUAD y MI (ambas de 28). 

Segundo match 
Segunda partida.

A diferencia de la partida anterior, en que mi adversario arrancó lento y torpe, en esta mostró lo mejor de sus agallas. Desafortunadamente, aquel buen momento le duro poco. Luego de verme arriba con pizarra de 96 a 52, Bodden pudo colocar par de bonificaciones, DESDIRÁ (70) y RELANZAD (86), que lo situaron en el mando 208 contra 105. Pero en aquel instante, que parecía estar opacado, un soberbio ANOLEIS, que encadené con RELANZADA, me brindó 102 tantos que me acercaron en el marcador, 207-208. A partir de entonces la historia giró a mi favor y la ventura se le negó a mi rival.  

Las letras de mi atril aprovecharon un hueco que fue rápidamente ATENDIDO (64), lo que me proporcionó la delantera, 273-208. En lo adelante no necesité más scrabbles, solamente seis palabras cortas de muchos puntajes, todas en formas consecutivas: OX (36), TAQUEAS (33), COBRES (38), COLMO (25), PIRRA (30) y JURO (25). De nada le sirvió a mi digno oponente un TARDASES de 80 y un intento de susto de última hora con ACENTÚA (89). De nada valió, pues, ACENTÚA, llegó cuando la pizarra estaba 473-361. La jugada le aportó 89 tantos y lo acercó 450 a 473, pero solo pudo sumar 6 míseros puntos de mi descuento, de modo que, me llevé la victoria con anotación final de 467- 456.  

Si es verdad que Bodden me venció metiendo más bingos, 4 contra 3, yo le superé en los vocablos cortos de altos quilates: 7 frente a 1. Sus bonus fueron DESDIRÁN (70), RELANZAD (86), TARDASES (80) y ACENTÚA (89). Su mejor palabra corta fue VETES (42). Mis bonificaciones fueron: EROGARE (66), el demoledor ANOLEIS (102) y ATENDIDO (64). Mis cortas heroicas LLAMO (30), OX (36), TAQUEAS (33), COBRES (38), COLMO (25), PIRRA (30) y JURO (25).  

Tercer y último desafío  

Eran las nueve de la noche, apenas quedaba una hora para el cierre de la tienda, de modo que decidimos echar el último pleito de nuestra jornada escrablera. Este fue otro gran duelo, si se quiere, de principio a mitad, ya que el desenlace no le terminó pasando buen balance a mi opositor. Arranqué como un huracán en mis primeros cuatro turnos, gracias a par de bonificaciones, RUIDOSO (82) y UNCIEREN (64). Ello me permitió liderar 166-66, pero más tarde, Guillermo, ni corto ni perezoso, se puso en delantera, 275-200, gracias a LUZCA (53), AMELLASTE (104) y AX (52). Tuve un as bajo la manga que fue CASQUEAS (76), falso vocablo que mi rival ni siquiera lo objetó, y de esa manera me fui al frente 276-275. Nunca más volvió a levantar cabeza. Por la gracia de HE (32) y COBROS (23) me mantenía arriba 331-292. Guillermo, con un NO (04), intentó abrir campo en el flanco inferior izquierdo del tablero, apostando a sorprender en el próximo turno con un bonus, plan que le denegué con un FI – NI (12) defensivo. Para su mayor desgracia, cuando la partida marchaba 343-312, resoné con un TREPARES (72) que me colocó a la puerta de la victoria, 415-312. Más tarde, la intentó de nuevo, abriendo campo en el flanco medio izquierdo con NI (03), pero todo le salía mal. En cambio, yo jugaba en la zona media y superior derecha con CITAD (20) y GRABÉ (20), para despegarme aún más y ponerle el match inalcanzable (464-338).  
Tercera partida

Llegó su última jugada y, finalmente, lo encontró: un DESALANDO de 66, en el lateral medio derecho, pero, al igual que en la partida anterior, de nada le valió. Esos 66 apenas le hicieron llegar a 404. Ni siquiera los ocho puntos de mi descuento le pudieron ayudar. Todo terminó con mi tercer triunfo, esta vez 452 contra 412. 

Mi rival colgó dos bingos, que fueron AMELLASTE (104) y DESALANDO (66). Sus mejores cortas fueron JO (36), LUZCA (53) y AX (52). Mis bonos fueron RUIDOSO (82), UNCIEREN (64), el inexistente CASQUEAS (76) y TREPARES (72). Entre mis cortas más valiosas solo podría citarse HE (32).  

Justo al terminar este último enfrentamiento sonó la alarma de La Sirena, indicando que eran las diez de la noche, hora de cerrar. Así las cosas, recogimos la mesa, guardé mi juego de scrabble y cada quien, para su casa.  

Estadísticas 
Victorias: Iván (3), Guillermo (0) 
Puntos por partidas: Iván (465), Guillermo (435) 
Scrabbles por partida: Iván (3.0), Guillermo (2.66) 
Jugada de más puntaje: CIÑERES (120), de Iván

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