El triunfo fue de principio a fin. Tres scrabbles
bien temprano en la partida, PUNTEAD (76), OREADOS (77) y VOTARAS (79),
fueron el presagio de lo que se le vino encima a mi oponente en el
encuentro, quien, para colmo, se equivocó al colocar dos inexistentes
palabras en sus turnos tercero y cuarto.
Por Iván Ottenwalder
Nada
es eterno en el mundo, ni siquiera las malas rachas. Eso quedó
demostrado el pasado lunes 28 de enero cuando pude vencer a un antiguo
rival, Guillermo Bodden,
dejando atrás un terrible déficit de 7 derrotas en las últimas 8
partidas jugadas desde finales del año anterior. Dicha victoria fue en casa y por
paliza, 547 a 408, una diferencia de 139 tantos.
Partida ganada ante Guillermo Bodden. |
El triunfo fue de principio a fin. Tres scrabbles
bien temprano en la partida, PUNTEAD (76), OREADOS (77) y VOTARAS (79),
fueron el presagio de lo que se le vino encima a mi oponente en el
encuentro, quien, para colmo, se equivocó al colocar dos inexistentes
palabras en sus turnos tercero y cuarto.
Los bonus de Bodden
también fueron tres: AGUITARA (66), un errado DESTORÉ (76) que no
objeté y ENSERIO (64). En vocablos cortos de altos puntajes me llevé la
mejor parte gracias a LUX (38), FECAL (37), CASI (43) y ARREAS (62). Los
mejores de mi adversario fueron JI (37), ZA (57) y NACHO (33). Justo es
decir que aquel CASI fue mi mayor jugada defensiva, pues, le cerré la
posibilidad de bonificar por la zona triplera superior derecha a mi contrincante. Aquella magnífica colocación de 21 tantos terminó formando otros vocablos como VEZA (16) y OCAS (06), de modo que, también fue una soberbia jugada ofensiva.
Apenas
se pudo jugar una sola partida debido a que Guillermo no tenía mucho
tiempo, eran casi las diez de la noche y se le hacía tarde para regresar
a su casa.
Por el momento el pequeñísimo grupo de escrableros dominicanos que se reunió en el último trimestre del año 2018 no tiene definido un próximo encuentro.
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