sábado, 18 de junio de 2016

Una vez más por la senda del scrabble cubano III



Domingo 5 de junio: Practicando en casa de Odalys Figuerola.
 

Por Iván Ottenwalder

Partida entre Odalys Figuerola e Iván Ottenwalder.
Luego de mi fracasada actuación en el torneo mensual de la Rubén Martínez Villena, dedique la tarde del sábado al descanso, a dormir una hora, leer y caminar por algunos rincones de El Vedado que no conocí el año anterior. Al día siguiente, domingo 5 de junio, me encaminé a casa de Odalys Figuerola a jugar scrabble. Allá estaba Rolando Guadalupe y más tarde se integró Arturo Alonso. Llovió mucho a partir de la tarde, pero la lluvia no aguó nuestra jornada.

Mi primer desafío fue ante Odalys Figuerola, con quien nunca había jugado. Inicié a todo vapor, metiendo tres scrabbles de forma consecutiva y rápidamente me puse en ventaja 271-107, para una diferencia de 164 puntos. Pero ella empezó también a bonificar y entró en pelea. Llegando a la recta final y en desventaja 391–435 enlazó sus letras del atril con un SUELTOS que le valió 78 puntos y, al mismo tiempo, tomó la delantera 469-435. Jamás perdió el comando y, aprovechando de paso un descuento de mis fichas, que le sumaron 9 tantos, se llevó el triunfo por 531 a 473.

Una mala jugada en la que coloqué el bisílabo ASÍ le abrió la ruta para poner SUELTOS en vertical, enlazando la primera S con la I de ASI. Error fatídico para mí pero halagador para ella. A juicio de Rolando, quien vio la partida de inicio a fin, ese desacierto marcó mi derrota. “Como ibas jugando estaba muy bien, hasta que lo dañaste con esa mala jugada y le abriste hueco”, me comentó.

Arturo Alonzo (izq) e Iván Ottenwalder.
Mi siguiente partida fue precisamente ante Rolando. Batalla digna pero alicorta al final. Cuatro scrabbles de mi lado y tres del suyo; cinco cambios míos y solo dos para él; mejor equilibrio del atril y aprovechamiento de las fichas duras también para El Guada. El triunfo fue suyo porque jugó mejor, 501-424.

En mi próximo encuentro volví contra Odalys. Conseguí el desquite al vencerla 586-479. De nada le sirvió un nónuplo, URDIERES, de 131, ya que le colgué 5 bonus: FECHAREN (86 puntos), ACABASE (78), ESCINDE (91), INTUBARE (74) y LAMENTA (80). Ayudó a mi victoria además el buen uso de la Z en MIZO (25), la X para XI (36) y la LL en LLOREN (33).

Rolando Guadalupe (izq) e Iván Ottenwalder. Al centro observa Arturo.
Al llegar Arturo Alonso iniciamos un match él y yo. La partida fue reñida, pero el fantasma del mal manejo del reloj volvió hacerme su presa. Al poco de iniciar la partida, en mi segundo turno, me obsesioné en hallar un mejor scrabble en zona de cuádruple de palabras. Mis fichas eran buenas, pero no encajaba para ello. Tenía las letras para  I-N-C-O-A-S-E, cuatro vocales y tres consonantes. En medio de la vertical de aprovechamiento del cuádruple había una A de puente. Fue una obsesión estúpida y sin sentido en la que perdí siete minutos poniendo a trabajar las neuronas. Ya en mi turno anterior había agotado otros dos en un cambio. Al final, puse la opción que a primera vista divisé: INCOASEN, utilizando una N de puente que había colgado Alonso cuando anotó un JACTAN de 46 tantos anteriormente. Mi formación me valió 65.

Arturo apenas bonificó en una oportunidad, con DESUNÍAS (77 puntos), mientras yo colaba 3 scrabbles. En la curva final y jugando contrarreloj, el liderazgo de la partida cambiaba constantemente, pero unos monosílabos bien aprovechados por mi rival: ÑA (25) y VE (19), definieron la partida a su favor, 434-417. Hubiese culminado con anotación de 427 de no haber perdido 10 puntos por agotamiento de mi crono al jugar un minuto en negativo.

Por tercera vez en el día enfrenté a la Figuerola. Recibí golpiza de 125 tantos de diferencia, 510-385. Tres scrabbles cada uno. Cambié letras 4 veces y ella solo 2. El inicio fue reñido, pero su TEZ de 65 puntos más un EH exclamativo de 34 la alejaron de mí, 328-212. Me acerque peligrosamente, 325-350, con TIÑES (41) y ADINERO (72), pero gracias a su EVITEIS (86) se alejó definitivamente y me venció con tranquilidad.

Guadalupe (izq), Odalys (centro) e Iván Ottenwalder.
De nuevo contra Arturo. Una partida de intensa adrenalina y dramatismo. Llegó a comandar con marcadores 272-199 y 305-220, pero con un buen TACONEO (78) y una visión de PRÓCERES (76) me puse arriba 374-353. El tramo final fue de suspenso. Gracias al EX (52) mi adversario y presidente del Grupo Promotor de Scrabble Cubano se acercó 405-410, pero la RR de BERRO (43) me hizo creer que podía ganar y vencer por primera vez a un jugador de consideración de las palabras cruzadas cubana. Estuve al frente 452-405 y soñaba. Alonso QUITA (33) la Q de su atril y se pega 438-452. Yo solo atino un alicorto GIS (8) y me despego, pero poco, (460-438). Con el tablero muy cerrado el oponente tenía A – E – I – R – N como sus  últimas fichas. Agotó varios minutos mirando al tablero. Sudaba la gota gorda, porque sabía que en caso de no jugarlas todas en su turno, en mi próxima jugada sería capaz de hacer una buena anotación que me catapultara a la victoria segura. Pero de tanto buscar, finalmente logró que sus letras RIERAN, gracias a otra R que le sirvió de puente en posición vertical y cachando el doble tanto de palabra que le otorgó una anotación de 14. Sumó 8 del descuento de mi atril, cantidad que se me restó a los 460 y, ¡fin de la partida! Ganó 460-452. Mi anhelo de vencer a un zorro del scrabble cubano tendría que esperar para otro momento.

Bonifiqué cuatro veces y Alonso dos, pero él fue más productivo con las palabras cortas: HAMO (49), CUZ (33), BOLLEN (32), EX (52) y QUITA (33). Cambió tres veces y yo una.

Mis estadísticas:
6 partidas, 1 victoria  y 5 derrotas, 456.16 puntos por partida, 3.83 scrabbles por juego
Frente a Odalys:
3 partidas, 1 victoria y 2 derrotas, 481 puntos por partida, 4 scrabbles por juego
Frente a Rolando:
Una partida, una derrota, 424 puntos por partida, 4 scrabbles por juego
Frente a Arturo:
Dos partidas, dos derrotas, 434.5 puntos por partida, 3.5 scrabbles por juego

De esa forma cayó la jornada del domingo. Eran más de las 8 de la noche. Tomé un almendrón en ruta a El Vedado y me fui a descansar a la pensión. El lunes 6 sería otro día interesante, con intensas emociones y nuevas partidas. En cuanto a los chubascos, estos seguirían cayendo por tres días más hasta el miércoles 8, producto de una fuerte vaguada sobre la Mayor de las Antillas.

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