domingo, 3 de marzo de 2019

Scrabble en República Dominicana: Lumis indiscutiblemente fue la mejor

En esta oportunidad solo acudimos tres competidores: Guillermo, Lumis e Iván Ottenwalder,  autor de esta crónica. 

Por Iván Ottenwalder 

Lumis (izq) e Iván Ottenwalder.
Los pocos integrantes que quedamos del scrabble dominicano, que regularmente vivimos más dispersos que cohesionados, hemos vuelto a reunirnos. La última vez se produjo en octubre de 2018, en casa de Ludmila Alba, en una jornada bastante corta donde apenas se pudieron jugar dos partidas: Guillermo Bodden contra mí y Wagner Méndez frente a Lumis Alba. Transcurrieron un poco más cuatro meses para que los viejos amigos nos viéramos nuevamente las caras. El escenario fue el mismo: el lujoso apartamento de la anfitriona, con la única diferencia de que en esta oportunidad solo acudimos tres competidores: Guillermo, Lumis e Iván Ottenwalder,  autor de esta crónica.  

Guillermo Bodden.
La contienda arrancó casi a las ocho de la noche con un match entre Lumis y yo. La victoria fue para mi rival, 439- 332. Sus scrabbles fueron DESOLLADO (69) y AMENICES (89) y sus vocablos cortos más valiosos OXEADA (44), ESCARZA (48), CUATE (33) y LAZO (26). De mi parte solo pude conseguir una bonificación con IDEARIOS (61) y algunas palabras de altos puntajes como JO (43), LINO (34), AÑIL (27), AGARREN (45) y AQUEJO (34). Para ser franco ninguno de los dos contamos con la generosidad de la bolsa, ya que en la mayoría de los casos tuvimos que apelar a jugadas de poca monta con el objetivo de equilibrar y mejorar los atriles. De todos modos, hubo una ganadora, y fue la dueña de casa.  

Partida entre Bodden y yo.
En el segundo encuentro nos medimos Bodden  y yo en un desafío que inició bastante reñido, al menos en los primeros cuatro turnos, pero que luego fue tornándose a mi favor hasta finalmente llevarme la victoria. Mi adversario se vio dominando 136 – 113, gracias a par de bonificaciones como LASQUEN (63) y REINASE (68), cuando la partida aún era muy joven. Pero su suerte cambió para mal cuando tomé la delantera, 199 – 136, con CORREARAS (86) y dos turnos más tarde cortesía de EMPALAIS (80), poniendo el score 299 – 192. El oponente no daba su brazo a torcer y más tarde amagó con DESEADOR (77), acercándose en la pizarra 287- 355. Después con MULLÍ (26), 313 – 362, pero el balde de agua fría vino cuando colgué ACEITARÉ, de 61 puntos, y me alejé 423 – 313. Aún así el rival no estaba muerto, y con un impactante AJ de 50 tantos acortó diferencia, 363- 423. Mi respuesta fue BOCÓN (29) y me despegué 452 –363. El resto fueron vocablos de pírricos puntajes que en nada alteraron mi proyección ganadora. El marcador final quedó 475 contra 389. 

Mis scrabbles fueron cuatro: LAXASTE (85), CORREARAS (86), EMPALAIS (80) y ACEITARÉ (61). Mientras que las cortas que más me puntuaron estuvieron en PEZ (28), REYA (28) y BOCÓN (29). Por Guillermo hubo tres bonus (LASQUEN de 63, REINASE de 68 y DESEADOR de 77) y sus cortas más valiosas fueron NUBLE (32), RUMOR (24), MULLÍ (26) y AJ (50).  
Partida entre Bodden y Lumis.

Lumis vuelve y gana 

El último match lo contendieron Lumis Alba y Guillermo Bodden. Ambos rivales solo llevaron los puntajes en la hoja de planilla, pero no anotaron las palabras con las cuales puntuaron. La victoria fue para la anfitriona, 534 – 450, con cuatro scrabbles. Por el derrotado también hubo cuatro bingos. 

Al finalizar la jornada escrablera no se definió la próxima fecha de encuentro. La dueña de casa explicó que viajaría a los Estados Unidos de América y que lo más probable fuese que nos juntemos nuevamente para marzo.  

Estadísticas de la jornada 
Ludmila Alba: 2 victorias y 0 revés (2-0) 
Iván Ottenwalder: 1 victoria y un revés (1-1) 
Guillermo Bodden: 0 victorias y 2 reveses (0-2) 

Promedio de puntos por partida 
Ludmila Alba: 486.5 
Guillermo Bodden: 419.5 
Iván Ottenwalder: 403.5 

Promedio de scrabbles por partida 
Guillermo Bodden: 3.5 
Ludmila Alba: 3.0 
Iván Ottenwalder: 2.5

domingo, 24 de febrero de 2019

Amigdalectomía en tiempos de huelga (parte 34)

Ese mismo día les llevé los estudios al especialista quien los encontró dentro del rango. Me reiteró que aquella parotiditis pudo haber sido un proceso viral pero que dentro de poco todo volvería a la normalidad. Y en efecto, tuvo razón, todo volvió a la normalidad. 

Por Iván Ottenwalder 

El inicio del mes de febrero me recibió con una hinchazón cercana a la zona de la mandíbula derecha. Al principio no quise prestarle mucha atención, pero el miércoles 6 de febrero me animé a visitar la sala de urgencias del Centro Médico Real. Una enfermera me observó y pidió la opinión de su superiora. Dijo que mi caso se trataba de un problema en las parótidas. Me refirió a donde un médico internista en el cuarto piso de dicho hospital.  

Al llegar allí mostré mi carnet de seguro a una secretaria, pagué el diferendo por la consulta, hice mi turno y luego entré al consultorio del especialista. Una vez dentro tomé asiento, le expliqué al galeno sobre mi inflamación, solo en el lado derecho de la cara. La palpó y la comprobó para luego decirme que se trataba de una parotiditis. Me prescribió un analgésico de nombre Tylex 750 mg. e indicó unos análisis sanguíneos para realizármelos en ayuna.  
Aquella misma tarde, tras tomar la primera cápsula, empecé a sentir una ligera mejoría. Los análisis me los haría al día siguiente, jueves 7 de febrero. 
¿Y qué son las glándulas parótidas?  

Son las principales glándulas salivales del cuerpo humano situadas a ambos lados de la cara. A la inflamación de las parótidas se les conoce como parotiditis o papera. 

¿Y de dónde me vino esto? 

Para ser honesto no lo sé. Lo único seguro que puedo afirmar es que me pilló solo del lado derecho, lado derecho del cual vengo quejándome desde hace tres años con su escozor molestoso, salivazos hediondos y amargor del agua. No estoy asegurando que esta parotiditis tenga algo que ver con los síntomas antes descritos, pero es mucha la coincidencia que dicha inflamación solo se haya producido en la parótida derecha, mientras la izquierda, sanita como si nada. Lo que sí quizás pueda encajar un poco es aquello de los salivazos hediondos y el amargor del agua. ¡Quién sabe! Hasta la misma secreción nasal que no me ha dejado en paz ha sido más bien salivosa, no mucosa. Es como una mucosidad pero de saliva, no de flema verde o amarillenta. Esto lo he sostenido ya desde hace mucho.  

He podido masticar bien los alimentos, pero, no sé por qué, cada vez que como algo sólido o ingiero líquido, de inmediato se me hincha esa parótida derecha. Luego, al pasar un rato, se me desinflama paulatinamente. Pero es obvio, que estoy bajo analgésicos. Puede resultar increíble, pero el tiempo, aunque sea en lo más mínimo, me concede la razón. Todas mis molestias han venido del lado derecho, y hasta hoy, así se ha demostrado. 

Búsqueda de resultado 

En sentido general todos los análisis estaban muy bien. Los había ido a buscar el viernes 8 de febrero en horas de la tarde. Solo los eosinófilos estaban un poquito elevados, pero mucho más bajitos que en enero de 2018. Ese mismo día les llevé los estudios al especialista quien los encontró dentro del rango. Me reiteró que aquella parotiditis pudo haber sido un proceso viral pero que dentro de poco todo volvería a la normalidad. Y en efecto, tuvo razón, todo volvió a la normalidad. Sin embargo, había durado como 10 días con la secreción nasal controlada, hasta que regresó nuevamente con más fuerza. Pero, mejor prefiero ni tocar ese asunto, pues, tengo mi posición bien clara en ese sentido
  
En otro orden, para mediados de mes recibí mi evaluación de rendimiento en mi lugar de trabajo, la cual fue consensuada junto con la encargada del departamento donde laboro. Luego de analizarla y discutirla por más de 20 minutos recibí mi nota final: 89 de 100. Hubiese sido una calificación más baja de no haber defendido con buenos argumentos un par de puntuaciones en que no estuve de acuerdo. Dichas puntuaciones fueron arregladas a mi favor.  

Y hablando de lo laboral, ¡tremendo desengaño me llevé junto a mis compañeros de trabajo el pasado 22 de febrero! Todos creíamos que nos saldría el aumento salarial del pírrico monto de mil pesos que se nos había prometido en diciembre del año anterior. Cuando revisamos nuestras cuentas del banco chocamos con la dura realidad de que nuestros sueldos no habían variado en lo más mínimo. Sin embargo, ese mismo día, empezaron a sonar rumores que el aumento sería efectivo, con retroactivo incluido, a partir del mes de marzo, contrario a lo que se nos garantizó de que sería a partir de febrero. ¿Cuál será la verdad en todo esto? La desconozco.  

La única vez que me aumentaron el sueldo en mi lugar de trabajo fue en el año 2016, y gracias a una jefa, que ni dominicana era, sino española, la cual me quería como a un hijo y valoraba con justicia mi trabajo. Gracias a sus influencias consiguió que le aumentaran 7 mil pesos a mi salario. Después de ahí, nunca más. 

Por mi parte seguiré viviendo el mismo día a día. Cada final de mes pagaré todas mis cuentas, incluyendo la mensualidad del apartamento de mi madre a Bienes Nacionales; el préstamo que contraje en septiembre de 2017 con un banco dominicano; mi tarjeta de crédito y algunos otros gastos.  

Para marzo no tengo ilusiones, simplemente lo dejaré ser, venga como venga. 


Continuará.