Por
Iván Ottenwalder
Estuve en La Habana del 3 al 12 de junio de presente año. En
sentido general mi participación en el scrabble cubano resultó ser un fiasco. Solamente
en 27 partidas amistosas obtuve un pobre palmarés de 9 victorias y 18 reveses.
Mi promedio de puntos por partida fue 449.33 y en scrabbles 3.33, este último nada
despreciable.
Mis estadísticas desglosadas en los 27
partidas amistosas
Total
de partidas: 27
Ganadas:
9
Perdidas:
18
Promedio
de puntos por partida: 449.33
Promedio
de scrabbles por partida: 3.33
Contra
Rolando Guadalupe: 7 derrotas sin victorias
Contra
Odalys Figuerola: 7 victorias y 9 derrotas
Contra
Arturo Alonso: 2 derrotas sin victorias
Contra
Raúl Báez: 2 victorias sin derrotas
Independientemente
del desastroso resultado aún sigo convencido de que el scrabble es el
pasatiempo a mi medida, parte de mi esencia y mi ADN cultural. No pienso
dejarle, pase lo que pase en lo adelante con mi vida. Mi huella está plasmada
en este juego gramatical. No importa que de momento haya sido tan solo en Cuba.
El 2015 y 2016 han sido testigos de los hechos. La historia ha hablado.
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