lunes, 15 de mayo de 2023

De paseo por Fort Lauderdale (Florida) en que jugué scrabble ganando dos y perdiendo igual cantidad

Vencí en dos matches a José Lima, pero sucumbí en igual número frente a Reisel Murgadas.

Por Iván Ottenwalder

El 29 de abril, poco después de las dos de la tarde a bordo de un avión de Jet Blue volaba rumbo a Fort Lauderdale (Florida). La última vez que había viajado a aquel destino fue en diciembre de 2007, hacía poco más de 15 años. En esta ocasión el viaje obedecía a razones estratégicas. Tengo planeado para mediados de julio del presente año volar a Panamá para competir en un torneo norcenca de scrabble, pero, para eso requiero de dos condiciones: la primera la visa estadounidense (que la tengo desde de la primavera de 2020) y la segunda, al menos darle un uso a ese visado, cosa que no había hecho aún. De modo que, sí o sí, si quería competir en el torneo panameño, no me bastaba con la visa de los Estados Unidos, sino también una entrada – por lo menos - al territorio del tío Sam.

Esa fue la razón estratégica del viaje. De paso aproveché para ver a unos familiares residentes en aquella urbe. Dormí en casa de mi prima Emilia María y su esposo Sagi, en el condado de Lauderhill.

El vuelo de Santo Domingo a Fort Lauderdale había durado algo más de dos horas y quien me recogió en el aeropuerto fue mi primo Emil Núñez junto a su esposa Mercedes y mis tíos Asela y Roberto (padres de Emil).

Me llevaron a la casa de Emilia y su marido Sagi quien es oriundo de la India y ciudadano estadounidense. Como se trató de un viaje estratégico buscando otro objetivo, apenas dormí dos noches en su casa, exactamente el tiempo de mi estadía en la ciudad floridense. El 1ro de mayo, retornaría a Domingo de Guzmán, República Dominicana.

En el corto periplo, domingo 30 de abril, aproveché para comprar unos zapatos y otros artículos en un concurrido mall. Por la tarde, almorcé en casa de mis tíos Omar y Rossy y visité a unas amistades cubanas, José Limá (Pepón) y Reisel Murgadas con quienes jugué cuatro partidas de scrabble, dos contra cada uno.

La jornada de scrabble

De izquierda a derecha Iván Ottenwalder, Reisel y Pepón.
Robinson, otro de mis primos fue quien me llevó a casa de Pepón, arribando allí poco después de las cinco de la tarde. La última vez que lo había visto fue en el Internacional cubano de scrabble de 2015, cuando le conocí. Lo mismo que a Reisel, salvo que, con este último mantengo comunicación constante vía whatssap. Robinson quedó en que tía Rossy me pasaría a buscar a las 9:00 p.m.

Frente a Reisel fue mi primer match. Un enfrentamiento cargado de dramatismo y con alternancias en el marcador que, se vino a definir, ya en la recta final, en los últimos cuatro turnos de ambos. Mi rival cubano me venció con pizarra de 493-475, por 18 tantos de distancia.

En el siguiente duelo me enfrenté a Lima a quien derroté de forma convincente 497-445 colocándole 4 scrabbles y varias cortas de óptimas puntuaciones. Allí estuvo la clave de mi triunfo.

Primera partida frente a Reisel.
Para el tercer juego me batí otra vez con Reisel. Si en su victoria anterior tuvo que sufrir para ganar, en esta no tuvo situaciones de apuro para propinarme un segundo revés. El marcador finalizó a su favor 472-418.

Y en la última de la jornada pude vencer nuevamente a Pepón, con margen de 69 puntos de diferencia (501 – 432), luciéndome con 4 bonus (DIPUTASE de 72, CENADOS de 90, ACHICASEN de 68 y TIRARON de 78).

Pocos después, marcando el reloj las 9:00 p.m. mi tía Rossy pasó a recogerme y me llevó a la casa de Emilia. Allí pasaría la última noche de mi estadía en Fort Lauderdale. A la mañana siguiente, me desperté a eso de las siete, tomé el desayuno y me alisté mochila y maleta en manos con rumbo al aeropuerto. Emilia se encargaría de telefonear a un taxi de la compañía Uber para que me llevara hasta la terminal de Jet Blue, donde abordaría un aeroplano de regreso a mi destino, Santo Domingo de Guzmán.
Primera frente a Pepón.



Ahora, mientras cuente con mi visa americana vigente hasta el 2030, tendré los cielos de Panamá y Estados Unidos abiertos de par en par para cada ocasión que quiera competir en scrabble en esos territorios. Dios provea, y me lo permita.

Estadísticas jornada de scrabble en casa de José Lima (Pepón)

- Dos ganadas y dos perdidas
- Frente a Pepón 2 – 0
- Frente a Reisel 0 – 2
- Promedio de puntos por partida 472.75
- Promedio de scrabbles por partida, 3.25

Frente a Reisel Murgadas
Promedio de puntos por partida
Iván Ottenwalder 446.5
Reisel Murgadas 482.5
Promedio de scrabbles por partida
Iván Ottenwalder 2.5
Reisel Murgadas 3.0

Frente a José Lima (Pepón)
Promedio de puntos por partida
Iván Ottenwalder 499
Pepón 438.5
Promedio de scrabbles por partida
Iván Ottenwalder 4.0
Pepón 1.5

Segunda frente a Reisel.
















Segunda frente a Pepón.


sábado, 15 de abril de 2023

Scrabble en Bella Vista Mall: he ganado 3; Guillermo 4

Tuve las claras intenciones de lucírmela, robarme el espectáculo tal cual ocurrió la última vez, el lunes 29 de enero – en mi casa – cuando le vencí holgadamente en seis de siete partidas. Pero la historia del 8 de abril, aunque muy batallada, sería distinta: el entrañable amigo y rival me derrotaría en cuatro de siete desafíos (4-3).



Por Iván Ottenwalder

El sábado santo cayó un día 8 de abril. Tendría muy poco que hacer. Es por eso que, el día anterior, 7 de abril (Viernes Santo) había telefoneado por mi móvil a Guillermo Bodden para contar con su parecer de jugar al menos unas cuentas partidas de scrabble en el tan frecuentado punto de encuentro de tantos épicos matches entre nosotros, el área de comida de Bella Vista Mall. Aceptó y concordamos con vernos el sábado.

Tuve claras intenciones de lucírmela, robarme el espectáculo tal cual ocurrió la última vez, el lunes 29 de enero – en mi casa – cuando le vencí holgadamente en seis de siete partidas. Pero la historia del 8 de abril, aunque muy batallada, sería distinta: el entrañable amigo y rival me derrotaría en cuatro de siete desafíos (4-3).

Arribamos a la plaza casi siendo las dos de la tarde. Compramos algunas botellas de agua; preparamos la mesa (tablero, atriles, bolsa y hoja de anotar) y ¡listo para la batalla!

El primer combate fue cerradísimo el cual pude ganar 461 – 438, de paso aprovechando el descuento de 10 puntos de mi oponente, que se me sumaron al final. La segunda batalla, también reñida, fue suya (469-442).

Tras un breve receso de 5 minutos regresamos al campo de combate para la tercera duela. Me la pude llevar con ligera diferencia de 68 tantos (455-387), sin embargo, en la cuarta, por obra y gracia de la malquerida Q, que se me quedó colgada en el atril y me hizo pasar en mis últimos seis turnos, perdí con precariedad 443-448. ¡Bendito para Bodden, cayó mi descuento de 5 puntos!

Otro pequeño receso antes de la quinta. En esta señoreé con marcador amplio de 534 – 450, 84 tantos de diferencia. Razones para creer las tenía de que me iba a llevar la pequeña serie del sábado santo. Empecé a creerlo, pero sucedió lo inimaginable, lo que no estaba en mi libreto mental. El sexto match fue un adefesio en el que cometí cuatro errores, algo nunca visto que recuerde en mi historial de jugador de las palabras cruzadas. La perdí como idiota y de manera vergonzosa (285 – 460). Llovieron las maldiciones. Todas me las dirigí a mí mismo.

La séptima batalla, última de la jornada resultó igualmente en revés. Con anotación de 352 - 495 fui abatido al caer el telón y el reloj marcando las diez de la noche. Nos marchamos a nuestras casas. ¡Hasta una próxima serie!


Estadísticas
Guillermo Bodden: 4 ganadas y 3 perdidas
Iván Ottenwalder: 3 ganadas y 4 perdidas
Promedio de puntos por partida
Guillermo Bodden: 449.57
Iván Ottenwalder: 424.57
Promedio de scrabbles por partida
Guillermo Bodden: 2.57
Iván Ottenwalder: 2.85







































miércoles, 29 de marzo de 2023

Escogido campeón por segunda vez; vence al Licey en la final de 1956-57

Los melenudos Leones del Escogido vuelven a lograrlo, repiten como campeones nacionales del béisbol dominicano al imponerse, de forma convincente a los Tigres del Licey en siete desafíos (5-2 quedó el playoff final)


















Por Iván Ottenwalder

Todos los partidos de aquella final se escenificaron en el Estadio Trujillo de la Ciudad Capital, hogar tanto de rojos como de azules.

Primer juego
Ciudad Trujillo
27 de enero de 1957

Leones del Escogido ganan el primero de la serie, 1-0.














































Segundo juego
Ciudad Trujillo
28 de enero de 1957


Licey iguala la serie, gana partido 3 a 1.

























Tercer juego
Ciudad Trujillo
29 de enero de 1957


Escogido retoma el comando de la final; apabulla a los Tigres 10 a 1.


























Cuarto juego
Ciudad Trujillo
30 de enero de 1957



Leones blanquean a sus rivales azules 5 carreras a 0.













































Quinto juego
Ciudad Trujillo
31 de enero de 1957


¡A uno de ser campeones! Escarlatas vencen en cerrado duelo a los felinos (2-1).




















Sexto juego
Ciudad Trujillo
1 de febrero de 1957


Los Tigres siguen vivos; derrotan a los Leones 6 a 2.











































Séptimo juego
Ciudad Trujillo
2 de febrero de 1957


¡Campeones! Escogido derrota dos a una (2-1) a sus rivales y ponen fin al campeonato.






































Vista del público que asistió al séptimo juego de la serie final del 57. 



















































¡A celebrar la corona!























































Desfile
















































































































Fuentes: Periódico La Nación de los meses de enero y febrero de 1957.
Agradecimiento: Personal del área de hemeroteca, de la Biblioteca Nacional Pedro Henríquez Ureña.

domingo, 19 de febrero de 2023

El 55% de las finales del béisbol dominicano se ha jugado bajo un formato de 9-5.

Esta cifra, corresponde a 38 series finales de un total de 69 que se han disputado en la pelota local.

En el formato 7-4 se han disputado 30 finales, equivalente a un 43.48% y, una sola (1.44%), escenificada en la contienda 1970-71 entre Licey y Escogido, se contendió al mejor de un 11-6.


Por Iván Ottenwalder

Las series finales del béisbol profesional dominicano se han desarrollado, desde 1951 hasta al presente, de forma continua, exceptuando los casos de las temporadas 1961-62 (torneo inconcluso), 1962-63 y 1965-66 (no hubo campeonato), lo que muestra la solidez y estabilidad de esta competición deportiva. Muy distinto, obviamente, a aquella época de los años 20 y 30 del siglo XX, en que los torneos no se disputaban con una regularidad anual, sino discontinua (véase los casos de los torneos de 1922, 1923, 1924, 1929, 1936 y 1937). Los largos intervalos entre las contiendas, eran la norma.
La final de 2022-23 se estructuró a un 7-4.


Aunque post 1951 – excepto los capítulos de la década del 60 ya citados en el párrafo anterior – las series finales se han realizado con una periodicidad anual e invariable. Lo que no ha sido invariable es el formato de dichas finales. Solo hay que echar un vistazo al listado de campeonatos, año por año, para caer en la cuenta.

Desde los primeros campeonatos de verano (1951 al 1954) e inclusive el primero de la era otoño – invernal (1955-56) sus series finales se disputaron al mejor de un 7 – 4. El formato varió a la modalidad de 9-5 desde la final 1956-57 hasta la de 1969-70. En la de 1970-71, una exageración a juicio de muchos expertos, se contendió al ganador de un 11-6. Aquella final se efectuó entre Tigres del Licey y Leones del Escogido. Se retomó nuevamente el 9-5 desde los torneos 1971-72 al 1982-83. Para la estación de 1983-84 cuando surgen los equipos de expansión Caimanes del Sur y Azucareros del Este, se regresa al antiguo esquema del 7-4 para las series finales. Así se mantuvo hasta la final de 2004-05, salvo la de 1998-99, que se disputó a un 9-5. Desde 2005-06 se revive nuevamente esta [última] variante hasta 2016-17. Para 2017-18 se regresa al 7-4 y, para las finalísimas de 2018-19 como 2019-20 se vuelve al mejor de 9-5. Ya a partir de la gran final de 2020-21 se retrocede al 7-4. Así se ha mantenido hasta ahora.
Final de 1970-71, única jugada al máximo de 11-6.


En términos numéricos, de un total de 69 series finales disputadas en el béisbol de la República Dominicana, 38 se han estructurado bajo el formato de un 9-5, correspondiente a un 55.08%; 30, el equivalente a un 43.48% al mejor de un 7-4 y, tan solo una (1.44%), la de 1970-71 al ganador de un 11-6.

¿Volverá a cambiar otro día el formato de serie final?

Difícil saberlo. Lo cierto es que, basado en la historia beisbolera dominicana, es un hecho probado que las reglas de juego que imparte la Liga Dominicana de Béisbol Profesional (Lidom) han cambiado constantemente. Pero no solamente en el béisbol de acá; también en el de los Estados Unidos. En las Grandes Ligas los formatos de series mundiales también han sufrido el efecto de la variabilidad. En la primera (1903) entre los Medias Rojas de Boston y los Piratas de Pittsburgh, se jugó al mejor de un 9-5; luego entre 1904 hasta 1918 se adoptó la modalidad del 7-4. Se retornó al mejor de 9-5 entre los años 1919 al 1921. En 1922, se regresó al ganador del 7-4 y así se ha mantenido hasta el presente.


La final de 2019-20, última con formato de 9-5

Así como los caminos de Dios pueden ser inescrutables, del mismo modo lo pueden ser las decisiones de los organismos deportivos. Las reglas de juego pueden estabilizarse como cambiar cada cierto ciclo.








Fuentes:

· https://www.baseball-reference.com/postseason/
· Béisbol invernal dominicano. Anuario de Héctor J. Cruz. Edición 2010-11
· 5 décadas de béisbol en RD. Liga de Béisbol Profesional de la República Dominicana (Lidom)
· Los Grandes Finales. Tony Piña Cámpora.

jueves, 2 de febrero de 2023

Scrabble: retomé el ritmo ganador, y le he vencido en seis de siete partidas

Por Iván Ottenwalder

El mal momento pudo llegar a su fin. Si el sábado 28 de enero, perdí la serie ante un Guillermo Bodden que, en las últimas semanas, se había convertido en un dolor de cabeza, pues el día 29 [domingo] conseguí vencerle a lo grande, en seis de siete desafíos, aunque, para ser honesto, cinco de ellos muy cerrados. Un error de cálculo de última hora, en el primer match, en el que se tragó, precisamente por no calcular, la letra Q, al tomarla de la bolsa, le hizo perder una duela, en la que se había lucido a la ofensiva y defensiva, incluso, matándome dos opciones de bonificación en momentos apremiantes. Pero no lo fue en la curva final, al no sacar cuentas de las vocales y consonantes que faltaban por jugar, y, entre las consonantes, la nefasta – aunque no siempre lo es – Q. Tras ese revés, que no debió serlo para él, vinieron dos más también cerrados. Después dos palizas humillantes. Perdió la sexta – ya llevaba seis fracasos al hilo -, pero, finalmente pudo ganar la última, que fue la séptima, por apenas un punto.

A continuación, los resultados de esas siete partidas disputadas.

Domingo 29 de enero de 2023

Primera partida: victoria para Iván 449 -432


Primera partida.























Segunda partida: victoria para Iván 478 - 473


Segunda partida.
























Tercera partida: victoria para Iván 431 - 423


Tercera partida.
























Cuarta partida: victoria para Iván 530 - 331

Cuarta partida.
























Quinta partida: victoria para Iván 559 – 407


Quinta partida.

























Sexta partida: victoria para Iván 473 - 441

Sexta partida.

























Séptima partida: victoria para Guillermo 462 - 461


Séptima partida.























Estadísticas:
Promedio de puntos por partidas

Guillermo Bodden, 424.14
Iván Ottenwalder, 484.14

Promedio de scrabbles por partidas
Guillermo Bodden, 3.28
Iván Ottenwalder, 2.85

miércoles, 1 de febrero de 2023

Leones del Escogido campeones del torneo de béisbol 1955-56

Ganaron su primer campeonato en la era moderna del béisbol dominicano al disponer de las Águilas Cibaeñas en el séptimo y decisivo partido de una serie final bien reñida y en la que todos los juegos fueron escenificados en el nuevo Estadio Trujillo, inaugurado por el Generalísimo Rafael Leónidas Trujillo en octubre de 1955.


Por Iván Ottenwalder

Los Leones del Escogido se titularon campeones en la contienda 1955-56, primera en la historia del calendario otoño – invernal y quinta de la era moderna del béisbol local, iniciada en 1951.

En aquella gran final se disputaron todos los partidos en el Estadio Trujillo, el primero dotado de iluminación eléctrica en la República Dominicana. La ecuación era simple: en varios juegos los rojos fueron homeclub; en otros, les tocó a los amarillos.

Atrás había quedado aquella época del verano en que los juegos se disputaban los fines de semana y en horarios matutinos y vespertinos [bien temprano]. En lo adelante, los desafíos serían diarios con un día de descanso. En el caso de los domingos, empezarían a las cuatro de la tarde; y no a eso de la una o dos como en la etapa veraniega.

Cómo quedaron los scores de la final de 1955-56

Primer juego, 28 de enero de 1956
Águilas 5
Escogido 11

Segundo juego, 29 de enero de 1956
Águilas 0
Escogido 1

Tercer juego, 30 de enero de 1956
Águilas 3
Escogido 0

Cuarto juego, 31 de enero de 1956
Águilas 0
Escogido 4


Quinto juego, 2 de febrero de 1956
Escogido 3
Águilas 5

Sexto juego, 3 de febrero de 1956
Escogido 2
Águilas 7

Séptimo juego, 5 de febrero de 1956
Águilas 4
Escogido 9

Escogido CAMPEÓN
















Willie Kirkland (E) recibido por sus compañeros tras pegar cuadrangular.















































































Celebración de los campeones



















Una bella bailarina escarlata


























Dedicatoria al Jefe y a varios de sus familiares


























Aunque el león ganador, de la caricatura, confiesa que le gustaría jugar  en la Serie del Caribe, en aquel entonces la República Dominicana no competía en el clásico caribeño.




















Fuentes:
Periódico La Nación, enero y febrero de 1956
Los Grandes Finales, libro de Tony Piña Cámpora, cronista deportivo

Agradecimiento:
Área de hemeroteca de la Biblioteca Nacional Pedro Henríquez Ureña.

Nota: El autor de esta galería solo pudo encontrar imágenes del séptimo partido, amén de todos los intentos posibles por hallar fotos de los encuentros anteriores.