miércoles, 29 de noviembre de 2017

Tigres del Licey, campeones temporada 1970-71

Dominaron con mucha facilidad a sus eternos rivales Leones del Escogido en una serie final pactada al mejor de un 11-6. El playoff quedó 5-1 en favor de los añiles que se titularon campeones.

Por Iván Ottenwalder

Imágenes de la celebración de la corona obtenida por el conjunto felino en la edición 1970-71. 











































































































































Rabieta con los árbitros


Tom LaSorda, dirigente del Escogido, se muestra enfurecido.



Actores de los Tigres del Licey en la serie final 



















































 











































































































































FUENTE:
Periódico El Nacional de ¡Ahora! Febrero de 1971.

AGRADECIMIENTO:
Área de hemeroteca de la Biblioteca Nacional Pedro Henríquez Ureña.

domingo, 26 de noviembre de 2017

XXI Mundial de Scrabble en Español Asunción 2017 ¡Sueño cumplido! (cap. 2)

Entré al hotel y me animé a subir al segundo piso. Allá estaban casi todos. Saludé con abrazos efusivos a todos los hombres y con besos en ambas mejillas a las damas. Conocí a Horacio Moavro, Luis Picciochi, Luis Acevedo, Héctor Klie, Selene Delgado, Claudia Amaral, los jóvenes Matías González e Isaías Falcón, Norma Garza, Juan Carlos Ayala, Alejandro Terrenzani, José González, entre otros súper jugadores.

Por Iván Ottenwalder

El domingo 8 de octubre a las 7 de la mañana me levanté de la cama. Luego de vestirme y cepillarme los dientes me encontré en el pasillo con un joven mulato. Había visto su foto por Internet en algunos foros de scrabble castellano y lo reconocí. “Buenos días, ¿tú eres Araque, no es cierto?”, aborde al caballero. “Sí, cómo no, Marcos Araque. ¿Y usted?”, me respondió y preguntó. “Yo soy Iván Ottenwalder, de la República Dominicana, y he venido al mundial de scrabble”. Nos saludamos con un apretón de manos. También caí en la cuenta de que el otro joven que le acompañaba y que durante la madrugada no saludé, era nada más y menos que Airan Pérez. Me disculpé con el ex-campeón mundial por no haberle saludado aquella noche en que arribé al hostal. “¡Ohhh, el alemán Iván Ottenwalder no me había saludado, qué bien!”, exclamó en tono de broma.

Partida frente al costarricense José González.
Minutos más tarde fuimos a desayunar y hablamos numerosos temas. Platicamos sobre scrabble, béisbol y política venezolana. Marcos y Airan me habían contado que tenían como tres días alojados en el hostal, pero que ese mismo domingo se mudarían para el hotel Gran Paraná, sede del evento.

Al finalizar el desayuno tomé un bus directo hasta hasta las vías Cerro Corá esquina Caballero, cercano al Hotel Gran Paraná. Al llegar caminé un poco al sur, como me había explicado Romero la noche anterior y llegué a mi destino. Me encontré con Ricardo Bondino, a quien reconocí de inmediato. Nos dimos un fuerte abrazo. Me dijo que todos los jugadores estaban desayunando en el restaurante del piso dos. Entré al hotel y me animé a subir al segundo piso. Allá estaban casi todos. Saludé con abrazos efusivos a todos los hombres y con besos en ambas mejillas a las damas. Conocí a Horacio Moavro, Luis Picciochi, Luis Acevedo, Héctor Klie, Selene Delgado, Claudia Amaral, los jóvenes Matías González e Isaías Falcón, Norma Garza, Juan Carlos Ayala, Alejandro Terrenzani, José González, entre otros súper jugadores.

Daniel Tunnard (izq) e Iván Ottenwalder.
Media hora más tarde conocí a un jugador venezolano llamado Nóbel López con quien jugué mi primera partida de fogueo. Le derroté dramáticamente y en la última jugada, al colgar un bingo de 73 puntos (AFLUYEN) que, más el descuento, gané con pizarra de 539-485. En ese match Nóbel puso un bonus (REMETEN, de 76 tantos) y dos jugadas cortas de mucha puntuación (OXEE, de 82 y ATIZAN, de 75). Yo metí 6 scrables: CALENTAD (82), APIADAS  (83), SUDARIO (73), BURLARÍA (78), TOCADORA (86) y el ganador AFLUYEN (73).

Quedé súper emocionado con mi victoria, aunque apenas fuese una partida de calentamiento.

Al ver entrar a Lelis Gómez, mi ciberamiga, jugadora paraguaya y de las organizadoras del mundial, me dirigí a saludarla y abrazarla. Estaba deseoso de conocerla después de lo chévere que se había comportado conmigo en nuestras conversaciones en Facebook, sirviéndome de guía. Le hice entrega de un souvenir que había comprado para ella en Santo Domingo días antes del viaje. Se mostró contentísima y me lo agradeció con mucho cariño. Luego salí a una diligencia con Carlos Romero quien me ayudó a canjear algunos dólares en guaraníes. Después fuimos a almorzar. Al regresar al hotel ya eran más de las 12:30 del día.

Otras partidas de calentamiento

De regreso en el hotel un jugador costarricense de alto nivel, José González, me invitó a jugar una partida. La batalla arrancó súper reñida, pero, cuando se fue poniendo adulta, mi oponente asumió un liderato definitivo que jamás perdió. En la recta final, ya cuando quedaba poco en la bolsa, llegué a tener letras para bonus, pero sin espacio en el tablero. Perdí el match 466 contra 421.

Colgué cuatro bonificaciones: LINDERO (67), TAPIZAS (98), DETONES (78)  y  CUPIERON (63). Mi rival colocó 3. Estos fueron: REMUELA (86), DESACATE (76) y ENSAÑABA (70). Pero el tico supo aprovechar una J en casilla triple de letras que le otorgó 50 tantos que fueron determinantes.

Luego decidimos jugar otro. En este inicié con tres bonus en mis primeros cuatro turnos, llegando a sacar una abismal ventaja de 131 puntos. Estuve arriba 226 - 95. Luego mi oponente metió dos scrabbles seguidos y la diferencia se achicó (312 - 247). Poco después mi adversario, en base a jugadas cortas de buenos puntajes, tomó la delantera 351 - 320, pero con un ENLUTADA de 61 tantos volví a tomar el control, 381-351. Gónzalez no cedió y con un  DESHICE de 79 puntos deshizo mi ventaja y se fue delante, 430 - 381. Unos valiosos RORROS (32) y GIL (16) lo afianzaron 478 - 402. Yo tampoco estaba dispuesto a rendirme. AUMENTEN, un bonus de 78 puntos me puso a comandar 480-478 y ya cualquier cosa podía suceder en la curva final del match. En los últimos turnos las mejores jugadas fueron para el rival: GOZADO (17), (GOZADORA (19) y JINE (11). El tico volvió a ganar de nuevo. Esta vez 530 - 485. De nada valieron mis cinco scrabbles: ABUSARE (69), MATADORA (65), DESCAMAS (92), ENLUTADA (61) Y AUMENTEN (78). Mi rival solo necesitó tres: ORINASE (76), ACECEIS (76) Y DESHICE (79). Su éxito radicó en varias jugadas cortas de mucha puntuación, tales como: LLOVED (54), JI (50), GOZAD (32), RORROS (32), GOZADO (17) y GOZADORA (19). Mis mejores jugadas cortas fueron EX (53) y AÑIL (33).

MI última partida de calentamiento fue ante un argentino de nombre Daniel Tunnard, rival contra quien, dos días después, terminaría escribiendo el capítulo escrablero más exitoso de mi vida.

Todo comenzó cuando aquel rubio argentino y debutante al igual que yo, me invitó a un match. “Iván, ¿jugamos una?”. me preguntó. Acepté el reto y de inmediato comenzamos.

Tunnard salió rápidamente al frente en el marcador y se mantuvo dominando el desafío hasta la curva final, aunque nunca con ventajas tan holgadas. Jugadas de significativos valores como DESPUNTAS (70), ÑO (31), ODIARON (69), JU (38) y MIZ (47) fueron sus mejores cartas de juego cuando se encontraba arriba en la anotación, 351 - 294. Las mejores mías habían sido hasta el momento TIRARES (87), TORREARAN (69), HALL (26) y BACHES (44).

Taller para jueces de Scrabble.
Llegando la recta final hallé espacio para un COLEAIS de 65 tantos que me puso al frente por primera vez en el juego, 359 - 351. Pero, ¿qué pasó luego? Vino su respuesta. Sus siete fichas hallaron unos hermosísimos CANALES a todo lo largo de la zona horizontal superior derecha aprovechando seis formaciones paralelas que le contabilizó un total 100 puntos, siendo esta la jugada más espectacular y determinante de la partida. Volvió a recobrar el liderato, ahora 451 contra 359. Al final se llevó tamaño susto, pues, cuando terminé la partida con un OBLIGA de 42 tantos, se vio en la obligación de descontar 19 puntos de su atril, cifra que se me añadió a mi anotación, quedando el resultado 455 - 439 a favor de mi oponente. Aunque amistosa aquella fue una partida para el recuerdo. Pero el destino tenía otro planes para nosotros, dos días después, en la última partida del torneo Extraordinario.

Ya cerca de las tres de la tarde Lelis Gómez me encaminó a la parada de autobuses, pues tenía que regresarme al hostal. Solo fui a bañarme y cambiarme de ropa. Un taller para jueces de scrabble estaba previsto a iniciar antes de las 5 p.m., mientras,  la inauguración formal del mundial estaba pautada para las 8 o 9 de la noche.

Taller para jueces e inauguración

En el taller se abordaron varios temas elementales sobre reglas de juego. Hubo participación interactiva y muchas preguntas. Al final cada participante recibió un certificado. La inauguración oficial del mundial se efectuó en uno de los salones del hotel. Allí conocí un montón de personas vinculadas al mundo del scrabble de distintas naciones de habla castellana. Desfilaron todas las delegaciones que participarían en el evento mundialista por una semana. Natalia Cabarcos, una de las precursoras del scrabble en Paraguay, había sido la maestra de ceremonia de la actividad.

Ya después de las 10 de la noche Carlos Romero me encaminó en su coche a La Hamaca Paraguaya, mi lugar de alojamiento. El lunes 9 sería un día cargado de mucha actividad. Estaba inscrito para participar en la partida duplicada del torneo Extraordinario, que arrancaría un poco después de las nueve de la mañana.

lunes, 13 de noviembre de 2017

Amigdalectomía en tiempos de huelga (parte 21)

Lo más lejos que yo tenía era que podía ser un afta bucal. Tuve que perder mis dos últimas muelas de la zona bucal superior derecha para que luego se detectara la inflamación de la última encía. Sin embargo, fue cinco días después de regresar de mi viaje a Asunción, que comprobé en el espejo que tenía una llaga fea y amarillenta en la parte superior y trasera de esa encía. Tras palparla varias veces con mi dedo y notar lo mucho que dolía fue que puse la cabeza a funcionar y pensar.


Por Iván Ottenwalder


Los fármacos indicados por la cirujana maxilo-facial fueron el ácido clavulánico con amoxicilina y Neuzym 30 mg. Desde el jueves me los he ido tomando al pie de la letra. De cualquier forma los síntomas de abatimiento, pérdida de fuerza, secreciones, dolores de cabeza, estornudos, jalones y ardores en la última encía de la parte superior derecha, han continuado su curso a diestro y siniestro. No ceden por nada.


Bucosan, 10 ml.
El viernes como a la una de la tarde fui a checarme en el espejo y noté algo que de seguro  dejé pasar por alto durante mucho tiempo ... y  me parece que la doctora tampoco observó. Se trataba de una llaga o cicatriz, no en el hueco donde antes estaba la muela del juicio, sino más atrás y arriba de esa zona. De apenas tocarla duele con cojones y sangra por nada. Tomé mi cámara digital y me fotografié dicha zona para  mostrársela a la galena el próximo lunes en la tarde. Independientemente de todo, y como quiero que mi caso se resuelva sin quede el más mínimo detalle pendiente, le escribí un mensaje por chat de Facebook a Salud Bucal, insertando de paso las imágenes tomadas. Le expliqué todo con lujos de detalles. Esto lo he hecho para luego no tener recargo de conciencia y, por qué no, para que se eviten posibles lamentaciones. En pocas palabras, un peor deterioro de mi salud o muerte. El mensaje enviado decía así:


Saludos. Mi nombre es Iván Ottenwalder. Soy paciencente de la doctora XXXXXXXXXXXX. Ella ha estado evaluándome un problema de encía con seno maxilar, pero esta tarde he notado en el espejo algo que me llamó la atención y que me parece que la doctora no vio. Tengo imágenes adjuntas en las cuales se muestra algo parecido a una cicatriz o absceso. Me he tomado las fotos con una cámara digital y se la mostraré a ella en mi próxima cita. Si desean ver las fotos me lo hacen saber.


Minutos más tarde vuelvo a mandar otro mensaje:


Les mostraré las imágenes pues no quisiera pasar a un quirófano antes de que ella vea las fotos que me tomé. Solo lo hago en honor a la verdad y porque se me haga el trabajo más profesional.


Casi media hora después Salud Bucal me responde por el chat:


Buenas tardes Sr. Ottenwalder, gracias por escribirnos y hacernos saber su condición. Estaremos pasando su mensaje y las fotos al departamento de supervisión médica para que el mismo sea evaluado con la doctora XXXXXXXXXXXXXX. Agradeceríamos que nos indique un número de teléfono para ser colocado en el reporte y en donde podamos contactarlo. Quedamos atento a su respuesta. Saludos.


Mi respuesta fueron mis números telefónicos, tanto mi celular como el de casa. Sin embargo, a las 8:36 p.m volví a enviar otro mensaje explicando lo siguiente:


Y algo que se me escapaba. Esa partecita, apenas de tocarla, duele mucho y sangra por nada. Eso, no sé cómo llamarle, me luce sospechoso. No más que agregar, gracias.


Esa partecita que duele mucho y sangra por nada suele verse como una postilla amarillenta. Ahora empiezo a replantearme el porqué de aquellos jalones y ardores ocasionales en la parte superior derecha de mi zona bucal. ¡Quién sabe cuánto tiempo! ¿Un año y diez meses? ¿Un año y medio? ¿Ocho o siete meses? De cualquier forma ha sido mucho el tiempo. Pero, menos mal que cada vez se van despejando más detalles en mi caso clínico.


Independientemente de que haya dejado pasar por alto aquella llaga dolorosa y susceptible, no menos cierto es que, desde 2016 hasta la fecha, los odontólogos de Amerident y un otorrino que también es cirujano maxilo-facial, a quienes tantas veces visité, no se dieran cuenta con un simple chequeo general. No entiendo cómo.


Resultados de la tomografía


El viernes en horario de 5 a 6 de la tarde, como estaba previsto, fui al centro de imágenes a recoger mi estudio. Luego de esperar aproximadamente una hora y media me lo entregaron. Me senté tranquilamente en un silla de la sala de espera para leer el reporte. A continuación detallaré los aspectos más notorios:


  • Los diferentes cortes practicados muestran sinusitis maxilar izquierda. Hay también datos de sinusitis esfenoidal y frontal. Engrosamiento de la mucosa del seno maxilar derecho y de las celdillas etmoidales.
  • Desviación del tabique nasal a la derecha que contacta el cornete inferior izquierdo. Leve engrosamiento de la mucosa de la mucosa nasal.
  • A nivel intra-craneal no se observan anomalías densitométricas del parénquima cerebral.
  • Las cavidades ventriculares presentan aspecto normal.
  • Fosa posterior de aspecto normal
  • Región hipotálamo hipofisaria de aspecto normal.
  • Órbitas y macizo facial de aspecto normal.


CONCUSIÓN: Sinusitis maxilar izquierda, sinusitis fronto etmoidal. Engrosamiento mucoso del seno maxilar derecho y de celdillas etmoidales. Desviación del tabique nasal a la derecha. Leve hipertrofia de la mucosa nasal.


Sábado 21 de octubre


En horas de la tarde la congestión se me hizo más severa. La cabeza me dolía con intensidad y volvía a sentirme abatido y sin fuerzas. Faltando poco para las seis de la tarde envíe un mensaje de aviso al chat de Salud Bucal. El contenido fue el siguiente:


Me he tomado todos los medicamentos como estaban prescritos, antibiótico y Neuzym, pero la sinusitis está peor, y el dolor de encía y de la llaga que mostré en la foto es más intenso. Esto es apestoso. Estoy expuesto a una hospitalización en cualquier momento. Saludos.


Al poco rato envié otro mensaje:


Tengo la tomografía de senos paranasales conmigo. Por si pasa algo se las envío por acá. Seguiré tomando los fármacos pase lo que pase.


Luego de adjuntar una imagen agregué:


Es la misma. El CD que verá la doctora está conmigo. La cabeza me duele fuerte desde hace horas. Antes que lamentar mejor informo de mi situación.


Finalizado el mensaje añadí otra imagen del diagnóstico escrito de la tomografía. Era la misma que la anterior.


Luego salí afuera a caminar. Decidí entrar a la Iglesia católica cercana a mi casa. Me dirigí al pequeño cuarto sagrado que le llaman El Santísimo. De pie saludé a Dios y le hablé. Le expliqué sobre lo que me estaba ocurriendo. Le hice saber que ya me había comunicado vía chateo con Salud Bucal, que había dado el mensaje, el aviso; que si ocurría una desgracia ellos serían los culpables, no yo. Finalmente, le pedí que me protegiera durante la noche, pues estaba expuesto a una hospitalización en cualquier momento.


Me pasé la noche con peor congestión, dolor y jalones criminales en la encía, sobre todo en la zona de la llaga. Mi respiración lucía sofocada, pero no era por asma, sino producto del cúmulo de flema en varios senos paranasales. Mi padre había encendido la tele y terminé por ver el partido entre los Yanquis de New York y los Astros de Houston recostado en un sofá.


Domingo 22


Me levanté temprano como a las 5 de la mañana. Luego me tomé todos los medicamentos, a sabiendas de que ya no me funcionarían. Después de las 10, y malhumorado por tanto tiempo de sufrimiento, tomé la decisión de mandar otro mensaje a Salud Bucal. Decía lo siguiente:


Las porquerías de medicinas recetadas no me han hecho NADA. Si mi problema no se resuelve de raíz, si la cirugía no se hace bien, si queda un detalle pendiente, es a ustedes a quienes voy a meter al medio. Y lo digo responsablemente. Lo pueden decir si desean.


La paciencia siempre tiene un límite. La mía se ha prolongado por más de año y medio. La cronología de mis padecimientos abarcan desde febrero de 2016 cuando Maribel me contagió aquella infección, hasta este momento. El tiempo es quien me ha dado la razón. Me la dio el verano pasado cuando hubo que extraerme la penúltima pieza dental de la parte superior derecha debido a una infección de encía que había llegado a la raíz dental. Y me la está dando ahora tan solo de observar toda el área de la encía donde antes estaba la muela del juicio, la cual me extrajeron el 8 de septiembre de este año. Nada de esto puede ser mental, como tampoco pueden serlo los jalones, dolores y picores en el área resentida actual.


Lunes 23


En horas de la tarde llegué a la clínica dental. Tuve que esperar aproximadamente una hora para entrar al consultorio. Tras hacerlo saludé a la doctora y le entregué los resultados en CD. Me preguntó si no tenía las imágenes en placas y le dije que en el centro de imágenes les exigían a los pacientes un costo adicional de 1,000 pesos en caso de querer tenerlas así. Le propuse que se llevara el CD para su casa y lo leyera hasta que nos viéramos en una nueva cita. Ella aceptó. Luego le abordé sobre el asunto de la llaga en la parte superior trasera de la encía donde antes estaba la muela del juicio. “Creo que usted no la había visto antes. Yo tampoco le había prestado mucha atención. Es una llega susceptible de color amarillento, duele mucho y sangra por nada. Ahora caigo en la cuenta de que todo ese dolor, jalones y picores de mi encía es ahí que se centran”, le expliqué. Ella me invitó a recostarme en la camilla para verla. Encendió el foco y me preguntó dónde era. Le especifiqué. Ella estiró un poco la zona bucal y la vio. “Sí, eso es un afta”, dictaminó.


Lo más lejos que yo tenía era que podía ser un afta bucal. Tuve que perder mis dos últimas muelas de la zona bucal superior derecha para que luego se detectara la inflamación de la última encía. Sin embargo, fue cinco días después de regresar de mi viaje a Asunción, que comprobé en el espejo que tenía una llaga fea y amarillenta en la parte superior y trasera de esa encía. Tras palparla varias veces con mi dedo y notar lo mucho que dolía fue que puse la cabeza a funcionar y pensar. Palpé las demás encías, una a una, y en ninguna de ellas había dolor ni sensación apestosa, solo en esa última de la zona superior derecha. Llegué a la conclusión de que esa molestia tenía muchísimo tiempo. Me atrevo a garantizar que desde febrero de 2016, cuando comenzaron precisamente aquellos síntomas de picor y dolor constante del lado derecho. Bueno, aquella vez las amígdalas palatinas se jodieron y hubo que extirparlas. En mi subconsciente acusé a Maribel de aquel estreptococo del cual salí positivo en abril del año anterior. El tiempo se ocupó en darme la razón en verano de  2017 cuando, una dentista, al realizar una radiografía sobre la penúltima pieza dental de la zona superior derecha, comprobó la existencia de una infección en la encía que, dos o tres semanas después, terminaría llegando a la raíz de dicha pieza dental. De paso perdí mi coronita que me había sido colocada en septiembre del 2015. Y en septiembre del presente año, antes de que me extrajeran la última e inservible muela de la zona bucal superior derecha, comprobé en el espejo que esa encía estaba muy alterada y asimétrica en comparación con la de su contraparte izquierda. Hubo que extraer la muela del juicio y varias semanas después la encía seguía igual de horrible y con sensaciones de molestias. Tras detectarse el afta una vez más voy a sentar en la silla de las acusadas a aquella pobretona chica de apestoso aliento bucal, aunque me atrevo a jurar que ella quizás desconocía su condición y, seguramente, jamás tuvo la mala fe de quererme contagiar bacteria o afta alguno. Pero, desafortunadamente, lo hizo. Del mismo modo, si hubiese sido una chica o mujer millonaria la que me pegara todo aquello, de la misma manera la estuviera acusando en este blog.


La cirujana maxilo-facial me estuvo hablando de los aftas, de que eran dolorosos y se alojaban en los huesos y de que producían sensaciones de picor. Me dijo que muchas veces podían durar hasta 15 días. “¡Pero ojalá yo que sean tan solo 15 días y no una eternidad!”, le manifesté. Le pregunté si no tenía nada que ver como osteomielitis o úlcera bucal y me contestó que para nada. “Si usted tuviera osteomielitis no pudiese sostenerse de pie ahora mismo, el dolor fuera mucho peor aún”, aseveró.


Con relación a la tomografía, aunque no podía ver las imágenes por no disponer de computadora en su cubículo, si leyó la hoja con el diagnóstico impreso. Consideró que era muy posible que mi procedimiento de drenaje tuviese que realizarse en un quirófano ya que tenía los dos senos maxilares llenos de mucosidad. “En cuanto a la sinusitis esfenoidal, frontal y etmoidal, ya eso es área de los otorrinolaringólogos”, me dejó saber.


Además del BUCOSAN, spray bucal que me prescribió para eliminar el afta, me recomendó tomar mucha vitamina C en todos estos días.


Me hice del aerosol bucal en una farmacia. De inmediato empecé a usarlo esa misma tarde. Siendo honesto, sentí mucho alivio. E incluso, la sensación apestosa me aminoró un poco y hasta sentí ganas de comer, lo que no sucedía desde hacía varios días. Seguiré utilizando el spray hasta el final. Lo único que deseo es que ese afta sea erradicado de raíz. En el consultorio de la doctora esta fue una de mis preguntas más insistentes: “¿ese afta puede erradicarse por completo?”


El próximo miércoles debo ver a la cirujana nuevamente para coordinar con el seguro médico lo de mi drenaje.


Miércoles 25 de octubre


Durante todo el día de ayer y la mañana del miércoles no he sentido prácticamente dolor sobre la llaga, sin embargo, toda la zona circundante a ese afta todavía está muy inflamada y alterada. Los estornudos han disminuido bastante y los moqueos verdosos y amarillentos ahora son menos. Ayer tarde me dolió la cabeza, empero he estado comiendo un poco mejor. Mis síntomas de cansancio no se detienen, son una constancia cada día. He usado el spray bucal cuatro veces al día; inicié su aplicación desde la tarde del lunes.


Si sumamos ese afta al engrosamiento de la mucosa del seno maxilar derecho y a la inflamación de la encía donde antes estuvo la última muela, tendríamos una complicación de puta madre. Todo colinda en la misma zona periférica: afta bucal, engrosamiento de la mucosa del seno maxilar derecho y encía hiper alterada. Mi pregunta obligada es esta: ¿cómo curarlo todo de cuajo y dejar toda esa área como nueva? ¿Cómo?


Mensajes de la clínica dental


El pasado lunes, casi a las 5 de la tarde recibí un mensaje por chateo de Salud Bucal. Decía así:


Buenas tardes Sr. Ottenwalder, la supervisora médica la Dra. XXXXXXXXXXXXX nos informa que ha intentado comunicarse con usted y no lo ha logrado. Estaremos intentando comunicarnos nuevamente, de todos modos le pasamos el contacto de la Dra. XXXXXXXXXXXXX.  Ella es quien está llevando su caso, no dude en contactarla. Quedamos atentos. Saludos.


Mi respuesta había sido esta:


Muchas gracias. Esta tarde le mostré a la doctora XXXXXXXXXXXXX la llaga, luego de evaluarla consideró que era afta. Me ha indicado un spray que por momento me está haciendo buen efecto. Cualquier evolución la hago saber a la doctora XXXXXXXXXXXXXXX.
Muchas gracias.


Temprano al día siguiente remití otro mensaje:


Ayer no escuché la llamada. Hoy tendré mi cel. a mano. La llaga no me está doliendo ni picando desde ayer tarde que empecé a usar el spray. Saludos.


Casi par de horas más tarde recibí otro mensaje de Salud Bucal:


Buenos días Sr. Ottenwalder, le hemos notificado a la Dra. XXXXXXXXXXXXXXX sobre su evolución, ella estará intentando contactarlo el día de hoy nuevamente. Ante cualquier necesidad no dude en contactarnos por esta vía. Estamos a la orden. Saludos.


Durante la cita del miércoles 25 de octubre la cirujana maxilo-facial me contó que había visto la tomografía completa y que en efecto mis senos maxilares estaban afectados y llenos de mucosidad, pero también los demás estaban congestionados. Me explicó que la cirugía era inevitable pero tendría que ser en una clínica privada y en quirófano debido a la complicación de mi caso. Asimismo me indicó una radiografía de tórax y unos análisis sanguíneos a realizarme cuanto antes. También me prescribió la evaluación cardiovascular una vez tuviera todos los estudios realizados.  


Antes de retirarme me checó la zona afectada por el afta bucal, la cual no me ha estado doliendo ni picando desde que empecé a usar el spray el lunes pasado. Notó cierta mejoría.


Continuará...

domingo, 5 de noviembre de 2017

XXI Mundial de Scrabble en Español Asunción 2017 ¡Sueño cumplido! (cap. 1)

Fui de los primeros en anunciar por los foros de Facebook alusivos al Mundial que mi participación sería totalmente segura. Aunque no estuviese clasificado para la competición, aceptaría el reto de pasar por la prueba de repechaje, es decir, el Torneo Extraordinario, en el cual unos pocos se clasifican y la inmensa mayoría se queda fuera. Con tal de ganarme mi boleto para competir en el clásico mundial individual, donde se debaten los mejores jugadores del mundo, sería capaz de todo. Por mi mente circulaban ideas locas y atrevidas.

Por Iván Ottenwalder

A los pocos días de haber iniciado el año 2017 había tomado la gran decisión, aquella pendiente desde hacía varios años, aquella que, a mi juicio, ya no podía esperar más; aquella con la cual soñaba despierto todos los días, mañana, tarde y noche. Aquella decisión tenía un nombre: competir alguna vez en el mundial de scrabble en español.

Fue una decisión temprana, muy prematura, pues el mundial estaba previsto a efectuarse para el mes de octubre y apenas corría enero. Me estaba volviendo loco y soñador.



Carta de invitación.
Fui de los primeros en anunciar por los foros de Facebook alusivos al Mundial que mi participación sería totalmente segura. Aunque no estuviese clasificado para la competición, aceptaría el reto de pasar por la prueba de repechaje, es decir, el Torneo Extraordinario, en el cual unos pocos se clasifican y la inmensa mayoría se queda fuera. Con tal de ganarme mi boleto para competir en el clásico mundial individual, donde se debaten los mejores jugadores del mundo, sería capaz de todo. Por mi mente circulaban ideas locas y atrevidas.

Recuerdo cuando el año pasado un gran amigo muy vinculado a las lides escrableras me estuvo explicando de que “el extra clasificatorio en Paraguay será difícil al haber mucho jugador argentino”. A mí en verdad me importaba tres pepinos de donde fuesen los jugadores oponentes. Estaba dispuesto a echar el reto y no iba a desandar.

Mi fervor se mantuvo inalterable varios meses, incluso, desestimé la posibilidad de volar a La Habana en abril para competir en el Internacional Cuba Scrabble, torneo que ya conocía y en el que participé en la Semana Santa de 2015.

Todo el entusiasmo iba muy bien hasta finales de mayo, cuando la salud se me tornó vulnerable una vez más. Junio, julio y agosto fueron meses terribles en los que tuve que lidiar con una insoportable faringitis que me tuvo al perder la cabeza. Una infección de encía se hacía también recurrente y mi odontóloga no tuvo más remedio que extraer la penúltima pieza dental de mi zona bucal superior derecha. Para inicios de septiembre también perdí la última muela, la del juicio, debido a que estaba muy deteriorada y porque la encía que la cubría estaba jodidamente fea e hiper inflamada. Por todos esos contratiempos más toda la plata que tuve que gastar en medicinas en aquellos meses llegué a desanimarme con la idea del viaje a Paraguay y a aceptar como fracasado mi sueño.

El sueño volvió a renacer

Asombrosamente, con la pérdida de esas dos muelas, la molestia faríngea empezó a ceder. El dolor y la inflamación ahora se centraba exclusivamente en toda el área de la encía de la parte superior derecha, específicamente, donde estaba el último molar ¿O es que acaso el problema siempre estuvo ahí? ¿Tanto tiempo para destaparse? Sea como sea no descuidé el asunto y decidí visitar otra clínica dental, pues no vi empeño en los médicos de Amerident en resolverlo. Para no darle larga al tema, mi caso se trataba de un problema buco-maxilar, que debía ser tratado por algún/a cirujano/a maxilo-facial.

Para mediados de septiembre, ya con el tiempo en contra, me animé nuevamente con lo del viaje a Asunción. El mundial de scrabble era una oportunidad tan soñada y que no quería dejar escapar. Comencé con los preparativos, pero para mi mala fortuna descubrí que ya en el hotel sede del evento, El Gran Paraná, no quedaban habitaciones sencillas disponibles. Me pasó por la cabeza compartir alguna doble si es que aparecía alguien dispuesto. No apareció, entonces tomé la decisión de hospedarme en otro lugar. Gracias a uno de los organizadores del mundial encontré una opción a pocos minutos de distancia del hotel sede. Se trataba del hostal Hamaca Paraguaya, situado en la calle Hernandarias casi esquina Ygatimi, en Asunción.

Me vi en la urgencia de tomar un préstamo con una entidad bancaria, pues los 100 mil pesos en ahorros que tuve disponible en mayo los había utilizado para saldar deudas pendientes, sobre todo para limpiar una tarjeta de crédito con la que había incurrido en enormes gastos medicinales desde el año 2016. El déficit era espantoso y decidí de cuajo ponerle fin.

Hostal La Hamaca Paraguaya, donde estuve hospedado.
Ya con las deudas liquidadas solicité el préstamo, primero en un banco de reconocido prestigio internacional. Éste me lo negó. Entonces me dirigí a otro, uno que no es mi favorito y que anteriormente me había rechazado varias solicitudes de préstamos. Increíblemente fue ése el que me otorgó el crédito. Lo tomé para pagar en cinco años, un largo tiempo, pero conveniente a mi disponibilidad de pago. Al fin de cuentas logré lo que andaba buscando. Ya los últimos pasos por dar eran la solicitud de visa en la embajada paraguaya, la compra del boleto aéreo, de dólares para la estadía, el pago de la reservación en el hostal y, la adquisición de un seguro de salud internacional, pues, quiérase o no, este viaje lo haría en condiciones de riesgos. Para ser honesto, tuve que irme medicado con antibióticos debido a mi problema buco-maxilar detectado en la clínica Salud Bucal.

Todos los trámites de viaje fueron resueltos satisfactoriamente y el sábado 7 de octubre abordé un avión de la línea aérea Copa con destino a Panamá. En el aeropuerto de Tocumen, en Panamá, tomé otra aeronave rumbo a Asunción. Fue una travesía larguísima. Salí de Santo Domingo a las 12:50 p.m. y llegué a Panamá como a las 3 de la tarde. A las 3:40 p.m. abordé otro avión de Copa Airlines y aterricé en Asunción a las 11:40 de la noche. ¡Uf, cuántas horas de vuelo!

Durante el trayecto Panamá-Asunción me las pasé leyendo un periódico, oyendo música y viendo una película interesantísima.

En la salida del aeropuerto Silvio Pettirossi, de Asunción, no me recibió ningún taxista como estaba planeado, sino el mismo presidente de la Asociación Cultural y Deportiva Scrabble Paraguay, Carlos Romero. Me esperó con un cartelón en manos alusivo al Mundial 2017. Después de un fuerte abrazo nos dirigimos hacia el aparcamiento donde estaba localizado su auto. Me ayudó a entrar el equipaje en la maletera, nos subimos al vehículo y tomamos rumbo hacia la ciudad. Durante el trayecto conversamos bastante. Me enteré de muchas cosas, entre ellas que el próximo mundial, el de 2018, no sería efectuado en los Estados Unidos, sino en México; que Santiago Rosales, amigo que deseaba conocer personalmente, y otros competidores, no hicieron el viaje por diversas razones; que otros participantes llegarían al día siguiente, etc. En el recorrido nocturno por Asunción, pues eran más de las doce de la madrugada, Romero me mostró la Bahía de Asunción y toda el área conocida como La Costanera; también el Palacio de los López (Casa de Gobierno) y otros edificios históricos asuncenos. Me mostró parte del centro de la ciudad y el Gran Hotel Paraná, situado en la calle 25 de Mayo esquina Caballero. “Cuando tomes el autobús en Hernandarias todas las mañanas le dirás al chófer que te dejé en la calle Cerro Corá equina Caballero. Caminas la Caballero un poco al sur y ahí verás el hotel donde se jugará el mundial”, me explicó.
Aeropuerto Internacional Silvio Pettirossi.

Finalmente, casi a las 2 a.m., ya del domingo 8 de octubre, me depositó en La Hamaca Paraguaya. Nos despedimos hasta vernos de nuevo a las 8 o 9 de la mañana en el Hotel Paraná.

Al entrar con mi maleta al hostal una joven recepcionista preguntó por mi nombre. Le dije que era Iván Ottenwalder. Ella buscó en la libreta de anotaciones y asintió: “sí, aquí está. Ya usted había pagado la mitad de la reserva. Solo debe cien dólares”. Pagué el monto pendiente y me encaminó a mi habitación. Era una pieza pequeña, limpia, con gavetero y aire acondicionado. La cama era tipo camarote, con la agravante de que la parte baja era un sofá y para dormir debía subir por una empinada escalerilla hasta llegar a un cómodo colchón. Una rutina a la que debí acostumbrarme durante la semana. La recepcionista también me entregó anotada la clave de wifi por si deseaba navegar por Internet.

El cuarto de baño estaba fuera del dormitorio y era compartido con varios huéspedes. La ducha disponía de agua fría y caliente.

En el pasillo que colindaba saliendo de mi habitación vi a un joven sentado frente a un computador. Pensé por un rato si se trataba de Airan Pérez, campeón mundial en 2013 y 2015, pero la duda me arropaba. Por eso no me atreví a saludarlo; él tampoco lo hizo. Yo tenía un cansancio terrible. Fui a tomar una ducha tibia y me regresé a dormir. Después de todas las horas de vuelo, no era para menos.