domingo, 28 de abril de 2013

La mística ganadora, complemento de la estrategia en scrabble


Por Iván Ottenwalder


Se ha dicho que el juego del scrabble es una combinación de conocimiento de vocabulario, suerte y estrategia y que todo jugador que posea, sobre todo, la primera y tercera condición, estará listo para triunfar y ser reconocido entre los mejores.



De manera simple parece una verdad absoluta. Un amplio repertorio de vocabulario y una capacidad estratégica precisa a la hora de hacer las jugadas, cambiar fichas y en alguna inusual ocasión pasar en un turno con un buen atril de letras, son armas de guerra a favor de un escrablero definido como talentoso y de gran nivel.



Aunque, no dejo de hacerme la siguiente pregunta: ¿son estas premisas anteriormente mencionadas las que avalarán a un jugador como campeón? Mi respuesta es un NO rotundo.



Además de poseer una buena estrategia y un conocimiento de palabras rebuscadas, prefiero apostar al escrablero con espíritu de batalla, aquel que nunca se rinde y que domina todo tipo de presión, sobre todo en los momentos que la partida se pone difícil en la recta final.



La mística ganadora, esa intangible, imposible de ser reflejada por la estadística, es la que determina, a mi juicio, qué jugador tiene el bagaje o talante para estar entre el círculo de los mejores y ser un gran campeón.



Puedo citar unos cuantos nombres como Benjamín Olaizola, Airán Pérez, Luis Picciochi, Claudia Amaral, Carlos García y Diego González, todos campeones mundiales en años anteriores y, temporada tras temporada, ubicados entre los mejores del ranking mundial y en sus respectivos países.



Esa fe ciega de creerse el mejor, que todo lo puede, que todo lo tiene bajo control es vital para triunfar en la vida y, por supuesto, para ganar títulos en scrabble o cualquier disciplina deportiva o de la mente.



Finalmente, sostengo, que el scrabble es una combinación de 33% conocimiento de vocabulario, 33% estrategia, 33% factor suerte y un uno por cierto de intangible, o mística ganadora, que nunca la vemos, pero que está ahí, siempre presente entre los grandes que marcan la historia.

martes, 12 de febrero de 2013

Nixon Alcántara


De la inspiración de sus libros creo el Alfablero, un juego educativo infantil.

Nixon Alcántara
Nixon Alcántara es un cuentista del género infantil. Sus libros han sido un referente en varias escuelas públicas y bibliotecas, utilizados para alfabetizara los niños mediante el uso del abecedario y las vocales.

El señor alfabeto y El Día que las vocales no fueron a la escuela fueron los libros que le dieron la inspiración para crear el juego educativo Alfablero que, como explica el mismo autor, es una combinación de los conceptos alfabeto y tablero.

“Estos libros tuvieron un gran éxito en la República Dominicana, tanto así que tuve que dar charlas en más de diez o doce escuelas. Además, fueron acogidos en la Biblioteca Infantil República Dominicana, para un proyecto llamado Leyendo aprendo”.

Señala Alcántara que con este juego los niños se divierten y alfabetizan.

Juego de Alfablero
¿En qué consiste este pasatiempo?


Se juega entre dos jugadores y cada quien es responsable de un alfabeto completo (27 fichas que van desde la A hasta la Z). Ambos tienen que defenderse. Se ponen de acuerdo acerca de la palabra que van a formar antes de empezar la partida. Antes de eso hay un precalentamiento que consiste en que cada uno debe poner las fichas en las cuadrículas del tablero que les corresponden. Cada jugador debe cuidar las letras con la cual se forma la palabra previamente elegida. Por ejemplo, si se acordó que la palabra será PAPÁ los jugadores deben proteger sus P y sus A.

¿Quién está a cargo ahora mismo de las unidades del juego Alfablero?

Ahora mismo estamos buscando empresarios, que se interesen en hacerse socios de nosotros, o acoger el Alfablero para lanzarlo en grandes cantidades. Si esto no llega tenemos el plan B, que consiste en comenzar a lanzarlo en diferentes modalidades y de una manera tímida pero sin dejar de salir al mercado. Hacer como hizo el inventor del Scrabble, Alfred Mosher Butts, que él mismo lo fabricada en su casa y lo distribuía.

Estamos tratando de hablar con las personas de biscocho Esponjoso, que se lo presentamos y nos han dado apoyo. Ellos dicen que vale la pena y que será exitoso.

Estrategias para difundir Alfablero en el 2013

Visitar los medios de comunicación. Ya El Caribe, Diario Libre, El Nacional y el Hoy se hicieron eco. Próximamente estaremos en otros medios y arrancaremos por las escuelas, pequeños colegios y en El Conde, donde haremos un campeonato de Alfablero. Ya celebramos uno en el residencial donde vivo y fue inolvidable. Allí viven muchos niños que eran demasiado inquietos, jugaban en el parqueo, hacían desorden, rompían los cristales de los carros e, inmediatamente llegué con el juego, todo eso cambió. A veces las madres no sabían donde estaban sus hijos y los encontraban debajo de la escalera, jugando Alfablero. También iban a mi casa, luego de finalizar sus tareas.

¿Ya lo patentizó?

Ya lo patenticé y tiene su derecho de autor. Como tengo una empresa editorial llamada Ediciones Hamlet, ya el juego forma parte de ella. Por eso en las cajas de las próximas unidades dirá “Alfablero, de Hamlet”.

¿Por qué los juegos educativos no proliferan en la República Dominicana?

Mira, en la República Dominicana hay muchas problemáticas. Este país se ve como si fuese condenado solamente consumir, no a crear. Entonces, la gente que crea cosas como que la marginan a un lado, la tildan de loco. Todo aquel que escriba un libro aquí tiene que contar con un buen patrocinio. No hay una difusión y consumo abierto, sin embargo todo lo que viene de los Estados Unidos, China o Japón ya queremos comprarlo porque vino de afuera. Eso mismo pasa con los juegos didácticos, como que se quedan rezagados, lo juegan un día por la fiebre y después lo tiran. Y como sabes, que los padres siempre están fuera, trabajando, y casi nunca tienen tiempo para jugar con sus hijos.

jueves, 3 de enero de 2013

Iván Ottenwalder se impone

Volvió a barrer a Guillermo Bodden en scrabble.

Por Iván Ottenwalder

Iván Ottenwalder sigue sin darle tregua a su rival. En apenas el tercer día del año 2013 doblegó por barrida a Guillermo Bodden, superándolo en dos partidas efectuadas en el tercer piso de Plaza Central, desde las once de la mañana.

En el primer match Ottenwalder le propinó una zurra a su adversario, 534-402, colocó cuatro bonus y promedió una media de 33.38 puntos por jugada.

El segundo encuentro tampoco fue complicado para “la autoridad”. El resultado fue 480 contra 409. Ambos jugadores ejecutaron tres bonificaciones pero Ottenwalder tuvo más éxito en formaciones cortas de mayor puntuación.

Durante esta última partida Bodden cambió fichas en cinco oportunidades, mientras que Ottenwalder solo en dos.

En ambos desafíos el ganador obtuvo una media de puntos por partida de 507 y el derrotado 406.

La última vez que estos jugadores se habían enfrentado Ottenwalder salió por la puerta ancha, precisamente barriendo a su oponente.

Scrabble en colegio católico

Para el presente mes Iván Ottenwalder y unas profesoras del Colegio Sagrado Corazón de Jesús, de Santo Domingo, efectuarán una jornada amistosa de scrabble. Aún no se ha definido la fecha.

Otros de los planes del veterano jugador, para el año actual, será impartir varias charlas educativas sobre cómo jugar al scrabble, dirigidas a niños y adolescentes, en bibliotecas de Santo Domingo.

viernes, 28 de diciembre de 2012

Mundial de scrabble a bordo de un crucero


Por Iván Ottenwalder

En mi última publicación titulada El horizonte luminoso del scrabble escribí sobre la necesidad de llevar a cabo nuevas estrategias de cara al porvenir del scrabble.

Hice una síntesis acerca de la historia de este juego, haciendo hincapié en todas sus etapas hasta nuestros días.

Cité las conquistas logradas en el decenio del 90 del siglo XX y de la primera década del XXI.

Propuse ideas para los años próximos, las cuales si se trabajan con mucho esmero, pueden ser llevadas satisfactoriamente a ejecución a mediano o largo plazo.

Y aprovechando una de esas ideas, la cual trataba de que en el futuro se pudieran habilitar salones para jugar al scrabble en los cruceros y hoteles, quiero aprovechar la ocasión, que me ofrece la Internet, para proponer la realización de un mundial de scrabble a bordo de un moderno crucero.

La iniciativa puede que le resulte descabellada a muchos, dado que no todos los jugadores de scrabble tienen el poder adquisitivo para darse el lujo de costearse los gastos que conlleva una travesía en un crucero. Esto de momento es cierto, pero no debe ser motivo para dejar de soñar, para luchar por el mayor de los esplendores de nuestro juego gramatical.

Ya en el 2011 se efectuó un torneo de Poker en el barco Monarch of the Seas.

No es descartable que en pocos años (podríamos exagerar diciendo también dentro muchos) los organizadores de la Federación Internacional de Scrabble en Español (FISE) se animen a realizar las conexiones de lugar con alguna empresa turística trasatlántica para que el mundial de scrabble a bordo de un barco se haga realidad. Obviamente que para ello se deberá negociar un paquete todo incluido por los seis o siete días que dure el evento. Existen muchas ofertas en el mercado, buques de todos los tamaños y rutas que van desde 5 días hasta un mes.

¿Qué se puede hacer ahora?

Planificar. Realizar algún tipo de sondeo entre todos los jugadores, para determinar si sería factible llevar a cabo algún mundial a bordo de un crucero. Debe ser un tipo de encuesta que contenga un abanico de preguntas vitales que nos de una panorámica acerca de la realidad económica de los jugadores.

Si el sondeo es favorable, entonces se procede a la elección y fijación de un año determinado para la celebración del certamen.

Habrá que desarrollar también una campaña de difusión masiva, usando para ese fin: radio, televisión, redes sociales, blogs y páginas webs.

Y ya para terminar, me atrevo a dar por sentado, que si se llegase a un acuerdo, en que la compañía trasatlántica establezca tarifas razonables por participantes, este mundial sería un éxito rotundo.

martes, 25 de diciembre de 2012

El horizonte luminoso del scrabble

Por Iván Ottenwalder

A finales de los años 40 del siglo XX el estadounidense Alfred Mosher Butts delegó en su amigo James Brunot la producción del pasatiempo del scrabble. Brunot tenía como encomienda hacer que este juego calara en la gente, lograr del invento de su entrañable amigo, una realidad.

Para ello modificó y simplificó algunas de las reglas del juego. Fabricó cientos de unidades en madera (tableros, y fichas) y las distribuyó entre algunos de los amigos.

Durante el 1949 logró vender 2251 juegos, pero no tuvo márgenes de ganancias, llegando a perder cuatrocientos cincuenta dólares.

Pasaba el tiempo, llegó el año 1952 y las pérdidas aumentaban. Los resultados no se veían. Brunot entristeció y decidió, junto a su esposa, tomar unas vacaciones de verano, por un tiempo determinado.

Cuando regresó a su casa, en Newtown, Connecticut, él y su mujer se encontraron con tamaña sorpresa: una avalancha de pedidos, producto de las recomendaciones que daban las personas que anteriormente habían adquirido las primeras unidades del juego.

La emoción de los Brunot fue gigante. Se mudaron a un colegio abandonado cercano a su casa. Lograron vender, a finales del 1952, 37,000 unidades del scrabble. Y no todo se quedó ahí, Jack Strauss, el presidente de las tiendas Macy's de Nueva York, quien aprendió a jugarlo durante sus vacaciones, llevó a cabo una campaña de promoción que cautivó a miles de personas. Brunot había conseguido una importante victoria en su vida y el scrabble ganado su primera batalla.

El juego empezó a venderse en mucha tiendas de los Estados Unidos y traspasó las fronteras. Proliferó en todo el mundo, llegando a traducirse a varios idiomas.

Durante los años 60, 70 y 80 el scrabble, aunque tuvo mucha demanda, se mantuvo estancando como un juego hogareño. El panorama empezaría a cambiar a principios de la década de los 90, cuando se efectuaron los primeros mundiales en el idioma inglés. También, en ese decenio, se efectuaron los primeros mundiales en francés.

En 1997, organizado por la empresa Mattel, se organizó el primer mundial de scrabble en español, en Madrid, el cual fue ganado por el español Joan Manchado.

Sin dudas, hay que reconocer que los 90 del siglo XX ha sido la época de la gran revolución del scrabble. En ella surgieron los primeros clubes organizados.

Pero más exitoso ha sido el nuevo milenio (siglo XXI). En esta etapa es donde más se ha expandido este deporte gramatical y donde más asociaciones, federaciones y clubes han nacido. Hoy, la Web está llena de blogs y portales sobre este famoso juego.

En la actualidad el scrabble está muy bien asentado en el mundo. En algunos países de África, como Senegal, se ha convertido en una pasión desbordante. Sus mejores exponentes son recibidos como héroes nacionales cuando ganan campeonatos regionales o mundiales en la versión francesa.

En esa nación, como en algunas del continente asiático, importantes periódicos dedican columnas y artículos a este pasatiempo. Ya en países como Argentina, Venezuela y otros de Suramérica, algunos programas de televisión han ofrecido entrevistas a destacados jugadores.

Aunque los últimos 20 años han sido de grandes conquistas aún queda un futuro luminoso por recorrer. Hace falta otro boom, nuevas estrategias, que seguro ya algunos genios del scrabble las tienen ideadas. Se necesitará de una difusión y promoción masiva del juego (incluyendo sus torneos) en la televisión y la radio, insertarlo en los currículos escolares como materia opcional, desarrollar torneos intercolegiales e interuniversitarios y crear publicaciones impresas, como por ejemplo, alguna revista. Todo esto podría desencadenar en un entusiasmo sin parangón jamás visto en el scrabble.

Es hora de potencializar el clima favorable existente. Cada día son más los que se integran al scrabble, los que se apasionan, los que quieren competir, y eso, de alguna manera, debe ser aprovechado por todas federaciones y asociaciones.

La batalla hay que ganarla con los niños y adolescentes, pues el futuro y la permanencia del juego gramática (así he bautizado al scrabble) dependerá de las generaciones más jóvenes. Ellos son el relevo del mañana.

En los torneos nacionales de cada país se debe comenzar a otorgar algún premio monetario a los campeones y subcampeones, como se hace en los mundiales, aunque al principio la suma de dinero obtenida no sea tan ambiciosa. Con el transcurrir del tiempo esta podría ser incrementada a escala.

Otra iniciativa sería que los clubes de scrabble que lo deseen visiten las importantes plazas comerciales, donde sus miembros, en un espacio ideal, puedan jugar entre sí, despertando la curiosidad de los visitantes. Asimismo, estos clubes harían un gran aporte impartiendo charlas en las escuelas sobre este maravilloso juego.

Tengo muchos sueños para mi scrabble. Sueño con que algún día los cruceros y los grandes hoteles del planeta dispongan de salones para jugarlo. La demanda estaría más que presente.

Sueño con que se fomenten los torneos infantiles de scrabble entre los condados, los estados y las provincias.

Sueño por el avance, para que lo ya conseguido no se estanque y para que las grandes iniciativas no se queden en las utopías.

Brindo en esta Navidad por el éxito en potencia que tiene nuestro scrabble.

lunes, 3 de diciembre de 2012

No dejemos que caiga nuestra casa: todos unidos con ReDeLetras

Por Iván Ottenwalder


En las últimas semanas me ha agobiado la tristeza. Mucho. El portal www.redeletras.com, que reúne a cientos de miles de jugadores de scrabble de todo el mundo, está navegando en las turbulentas aguas de la crisis financiera.

Mediante anuncios en pantalla, que a diario nos informan de dicha crisis, nos hemos enterado todos los ciberjugadores de ReDeLetras. Esto provocará que la administración se vea obligada, a partir de enero del 2013, a subir la tarifa crediticia mensual, de US$8.50 a US$9.99.

La medida no es simpática, lo sé. También lo saben sus operadores. Pero debemos estar claros que, una desaparición de este portal, nacido en los inicios del siglo XXI, dejaría un gran vacío en la vasta comunidad del scrabble en español. ¿Cuántos latinos y personas de otros países que hablan español se verían imposibilitados de jugar a diario el scrabble que tanto les apasiona?

A usted, que me está leyendo, no le conviene la extinción de www.redeletras.com. Y aunque haya un club en la ciudad donde vive, la cosa no sería igual. En los clubes más famosos de scrabble los participantes suelen reunirse apenas UNA VEZ por semana o quizás dos, sin embargo, en ReDeLetras, se puede jugar todos los días, dependiendo de los meses que haya pagado el usuario.

Hablar de ReDeLetras es referirse a una gran escuela del scrabble, que ha enseñado a numerosas generaciones en este pasatiempo. Quien suscribe ha sido un orgulloso beneficiado.

En mi caso, sin lecturas y scrabble la vida no tuviera mucho sentido. Por eso seguiré pagando para que nuestro querido portal siga con vida y se recupere en lo financiero.

¿Cómo se sentiría usted si mañana le quitan al menos tres de sus aficiones favoritas? ¿Contento? Claro que no.

Si un pariente necesita tratamiento hospitalario haría lo que esté a mi alcance para cooperar. ReDeLetras es como un gran familiar nuestro, gracias a él aprendimos a jugar scrabble o a ser mejores jugadores. Nuestras mejores técnicas de juego se la debemos; grandes momentos de emoción, también se lo debemos. Esta página web ha parido los MEJORES EXPONENTES del scrabble en español. De ReDeLetras ha germinado la semilla de los grandes campeones de los torneos presenciales: nacionales, regionales y mundiales. Insto a todos los que forman parte de esta red, ser agradecidos.

Las convicciones se mantienen, no se reniegan, y todos los que jugamos este maravilloso deporte gramatical, que es el scrabble, lo hacemos por convicción.

Quiero que mi pariente se sane, que tenga vida eterna, hasta el fin del mundo. Escrabbleros de todo el mundo, ¡todos unidos! ¡Hagamos causa común! ¡A mantener nuestras convicciones! ¡A defender nuestra apasionante afición! ¡Salvemos a ReDeLetras! A partir de enero del 2013 sigamos jugando con entusiasmo. Si así lo hacemos, desde ya, tenemos ganada la batalla.

¡Sigamos en nuestra casa!

lunes, 22 de octubre de 2012

Siempre he merecido un trofeo, espero el Scrabble me lo dé


Por Iván Ottenwalder

Todos hemos merecido algo bueno en la vida, independientemente de cómo haya sido nuestro pasado o vivamos el presente.

Cada persona, acorde a su escala de valores, entiende que merece algo, pero por alguna razón no consigue su objetivo.

Quien escribe pudiera tener todas las razones del mundo para pensar que ha merecido un trofeo o medalla durante su trayectoria.

Muchos podrán refutarme y aseverar que las cosas no se merecen, sino que hay que ganárselas.

Les respondería: “las he ganado y no fui premiado”.

De acuerdo. Nunca fui deportista, no competí y, por consiguiente, no recibí trofeo ni medalla, pero ¡un momento!, fui buen estudiante, aprobé muchos cursos sin quemar materias y, ¿dónde están mis trofeos o medallas? ¿Dónde? No los veo.

Aquellos premios me los negaron las circunstancias, me los negó el sistema educativo privado. En el Centro de Educación Integral (CEDI), colegio donde hice parte de la educación primaria y la intermedia, nunca hubo entrega de trofeos y medallas a los estudiantes meritorios. Era al terminar el cuarto de bachillerato cuando otorgaban el trofeo al estudiante más sobresaliente, tomando como parámetro el mejor promedio de calificaciones de los niveles primero, segundo, tercero y cuarto de bachiller.

No realicé el bachillerato en el CEDI, ya que en 1990 me cambié al Instituto San Juan Bautista de la Salle. Allí el método era más cerrado aún. En la investidura de graduación les entregaban medallas de honor a todos los alumnos que, desde primero a cuarto de bachillerato, aprobaran todas sus materias. De nada me valió haber aprobado el primero y segundo; reprobé dos asignaturas en tercero y varias en cuarto y, finalmente, cero medalla.

Me perjudicó la escasa inversión en premios que realizaron esos colegios en aquella época. En centros educativos estadounidenses y europeos existen premiaciones abundantes para todos los cursos y, en muchos casos, hasta por materias. Por ejemplo: trofeo o medalla para el mejor de Historia durante el año, para el mejor en Matemáticas, Ciencias, Gramática, etcétera.

En fin, me afectó también el sistema de premiación. En una sociedad con un sistema educativo más democrático, innovador y aperturista seguro hubiese obtenido varias preseas y algunos trofeos.

Si me voy al plano laboral la situación tampoco ha sido del todo favorable. Durante tres años de labor en el periódico Listín Diario (2004-2007), que fueron muy buenos, no recibí ni siquiera una placa de reconocimiento al esfuerzo. Hubo un momento en que la revista deportiva Solo Deportes estuvo prácticamente sin pies ni cabeza, sin rumbo, y yo me la eché encima, elaborando (yo solo) cerca del 90% de los temas.

Ya todo sucedió y no hay marcha atrás, pero todavía me queda un consuelo: mi dignidad como deportista representada en el Scrabble, el juego de palabras más emocionante del mundo.

No sé cuando viajaré al extranjero a competir en torneos internacionales. Por ahora no tengo un plan definido, pero mis últimas apuestas están puestas en ese juego.

Si el destino y el Scrabble lo permiten algún día me colgaré mi primera medalla o alzaré mi primera copa.