jueves, 19 de junio de 2025

De vuelta en el scrabble. El episodio New York (1)

Por Iván Ottenwalder

En el año 2024 estuve cargado de ilusiones por participar en el torneo Norcenca en la ciudad de Fort Lauderdale (Florida). No ocurrió así pues, yo era el único corrector de estilo de manera interina en mi lugar de trabajo de modo que, tuve que tomar mis vacaciones en una fecha ya distinta a la del torneo floridano. Hubiese sido mi segunda participación en un Norcenca de Scrabble pues, había participado en aquel del año 2023, en Ciudad Panamá. Por cierto, me fue horrible. Quedé con esas ganas hecha trizas. Pero, lo asimilé rápido y me preparé mentalmente para otro torneo en el 2025.

A finales del 2024 tanteé posibilidades. Me pasó por la cabeza, entre tantos torneos a disputar en 2025, el Austral (en Asunción). Una tarde me comuniqué con Norma Garza (mexicana residente en Tejas, EUA) y le pregunté si se disputaría algún torneo importante en Estados Unidos para el 2025. Me contó, diría que me convenció rápidamente cuando, me habló de los planes de organizar un torneo de scrabble en New York, específicamente en Jackson Heights (Queens) en una iglesia metodista donde Alfred Mosher Butts dedicó largo tiempo para inventar el famoso juego llamado Scrabble. En inglés el nombre de esa iglesia es el de United Community Methodist Church. Norma me explicó, que esa competición, se haría para el mes de junio. Ya la fecha incluso se había programado para los días 13 y 14 de ese mes. De modo pues, preferí mejor, la opción del nacional de New York a la del Austral en Asunción.

Y una razón de valor por la cual preferí New York en vez de Asunción fue por la necesidad de darle uso a la visa americana, la que se me vence en el año 2030. Sí, sé que es una fecha muy lejana todavía pero, es mejor, así lo creo, tomar decisiones sabias temprano, que postergarlas en el tiempo. Y, si por mí fuese, preferiría viajar todos los años a EUA en lugar de otro país donde también se realizan torneos escrableros en español (incluso mejores que los de Estados Unidos de América). Pero, fue mi decisión, y así la tomé.

Para mediados de mayo del 2025 ya tenía mi boleto comprado. Lo adquirí por Jetblue Airways por 487 dólares americanos. Mi estadía en la emblemática “Ciudad que nunca duerme” sería por cinco días (de miércoles 11 al domingo 15 de junio).

Día del viaje

Amén de la alegría por haber comprado el boleto aéreo y haber reservado en un hotel cercano a la iglesia metodista donde se disputaría el torneo, la espera desde mayo al 11 de junio no fue tan color de rosas. El 8 de mayo mi gastroenteróloga me había entregado los resultados de la colonoscopía y endoscopía que se me habían realizado una semana antes. En los respectivos estudios me habían detectado una proctocolitis y una pequeña úlcera duodenal. De inmediato vino la receta: Secrepán 40, que no es más que el nombre de marca de un pantoprazol de 40 miligramos. Debí tomarlo por 30 días, una pastilla media hora antes del desayuno. Después, tras haberle dicho a la doctora que viajaría a New York en junio, me recomendó que me lo llevara. Entonces, sugirió que comprara dos cajas de Secrepán 40, equivalentes a 60 pastillas, 30 cápsulas en cada caja: después de terminar con la primera caja, debería comprar la otra.

He llevado aquel tratamiento al pie de la letra (incluso todavía lo sigo tomando ya que la segunda caja no se ha terminado), de modo que, no tuve inconvenientes en realizar mi viaje y participar en el torneo.

El miércoles 11 de junio tomé un taxi de InDrive en ruta al Aeropuerto Las Américas por una tarifa de 1,200 pesos. Llegué rápido, muy a tiempo si se quiere. Pero alcanzó para todo: entregar mi maleta en el mostrador de la aerolínea y, aprovechar de paso para desayunarme, ya que, no lo había hecho en casa. También hice un recorrido a lo extenso del segundo piso del aeropuerto observando diversos negocios y todos los counters de las distintas aerolíneas que ofrecen vuelos hasta y desde la República Dominicana.

Elmhurst Hotel, donde estuve hospedado.
Mi vuelo salió a las 10:30 am. Fue placentero aunque, el servicio de refrigerio fue una pura migaja. Apenas me tomé un té verde y dos paquetitos de galletitas que no estaban tan malas. Duró casi cuatro horas el trayecto por aire entre Santo Domingo a Nueva York.

Llegamos bien a tiempo, antes de las 2:30 pm.

Los trámites de recogida de maleta y paso por migración no fueron complicados, diría que bien agilizados. Al poco rato ya estaba afuera en la terminal 5. Y fue allí donde se complicó la cosa.

Cuando tomé mi celular para contactar a un taxi de Uber, tamaña situación se me presentó. Me salía un aviso en la pantalla de mi móvil (todo en inglés) explicándome que los taxistas estaban impedidos de recoger pasajeros en la terminal número 5 del John F. Kennedy debido a que se estaba construyendo una ampliación por esa zona y, me recomendaban que, preferiblemente abordara un tren (el AirTrain) hasta la estación Howard Beach o Jamaica (cualquiera de las dos) y, luego llamara al taxista para llegar a mi destino. Tuve que preguntar dónde estaba el AirTrain ése a alguien que laboraba en el aeropuerto. Pude resolver. Llegué a la Howard Beach y abordé un taxi de Uber para que me llevara al Elmhurst Hotel, mi destino final.

En una habitación como esta pasé mis cuatro noches.
Arribé al hotel faltando poco para las cinco de la tarde. Realicé mi registro (check in como se diría en inglés), luego me entregaron la llave, un recibo de pago por las cuatro noches de estadía y la clave de wi-fi. Subí luego por el ascensor al sexto piso rumbo a la habitación 603, la mía.

Me duché, me comuniqué – vía whatssap – con los integrantes del grupo de scrabble que participarían en el torneo del viernes y sábado (13 y 14 de junio) para informarles que había llegado. Salí después a caminar por los alrededores del hotel …y hasta más allá. Busqué un lugar para comer algo. Caminé hasta donde estaba la iglesia metodista para así conocer el lugar sede del torneo. Observé por los lugares que caminaba, a muchos colombianos, así como una legión de negocios (restaurantes, bares, cafetines…) propiedad de este colectivo ciudadano.

Me encontré con algunos miembros del grupo de scrabble cuando iba de regreso al hotel. Nos saludamos con efusivos abrazos. Ellos iban a sus dormitorios. Después, antes de las siete de la noche decidieron salir a cenar. No pude coincidir con ellos. En ese momento estaba cenando en un restorán mexicano cuya comida no me gustó. Ya para terminar, me dirigí a una heladería cercana a comerme un sundae que no estaba ni tan bueno ni tan malo. Después del helado, regresé al hotel, subí a mi habitación y me puse a ver un partido de la final de la NBA entre los Pacers de Indiana y los Oklahoma City Thunder. Acabado el desafío, apagué el televisor, cerré los ojos y …a dormir.

domingo, 2 de febrero de 2025

El béisbol dominicano de antes (décadas del 20 y 30 del siglo pasado)

Cuando el empate existía, pero no decidía


Por Iván Ottenwalder

Siempre se ha entendido por empate una situación de igualdad en la que nadie gana o pierde. No existe la victoria o el revés en las relaciones interpersonales o las competiciones. Acorde a la Real Academia de la Lengua Española es la acción y el efecto de empatar.

En los deportes, el empate suele producirse con mucha frecuencia en situaciones ocasionales cuando, los partidos aún no han terminado. Sin embargo, vemos que en disciplinas como el fútbol (soccer) un partido puede terminar empatado luego de completados los dos tiempos regulares de 45 minutos más el complemento que añada el árbitro principal. ¡Y en ese deporte el empate sí importa! Puede generar puntos para la clasificación de cualquier equipo aunque, menos que si se tratase de una victoria.


En el ajedrez se tiene el concepto de tabla que no es más que un empate entre dos adversarios. En el scrabble, conocido como palabras cruzadas también existe el empate o tabla. Y ese empate también genera puntos.

¿Y en deportes como el béisbol existe el empate? Sí, pero momentáneo, no definitivo. Un partido de béisbol, puede vivir momentos de empate durante el trayecto del juego pero, al final, uno de los dos contendientes debe ganar. Lo mismo pasa en el baloncesto y en el voleibol. No ocurre igual en el boxeo pues, los jueces, luego de terminada la pelea, pueden considerar la posibilidad de declararla como un empate.

Un dato asombroso es que, en los años 20 y 30 del siglo XX, existía el empate en el béisbol dominicano jugado en los estadios antiguos como: Hipódromo La Primavera, Gimnasio Escolar, Oriental Park y el Enriquillo Park. ¿Servían de algo esos empates? No. Bien se sabe que, en el béisbol cuentan las victorias y las derrotas, no así las medias victorias. ¿Por qué se producían entonces esos empates? Por culpa de la oscuridad bien entrado el atardecer. Entiéndase, para que se tenga una idea de la época, no existían las farolas eléctricas propias de los estadios modernos que surgieron post 1955 en la República Dominicana. Si un partido llegaba igualado al noveno inning o se extendía a entradas extras y, no se podía seguir jugando producto de la oscuridad que generaban, digamos, las 6:20 de la tarde o más allá, entonces la duela se declaraba como un empate que, ni sumaba ni restaba a uno u otro equipo. En aquellos años – del béisbol romántico como se le llamaba – los partidos debían comenzar bien temprano. Solían jugarse a partir de las 10:00 am y, por las tardes a partir de las 2:30 o las 3:00 pm.

Torneo de 1924 (4 empates)

En un torneo de béisbol puramente capitalino entre los conjuntos de los Tigres del Licey y los Leones del Escogido (los únicos que accionaron en aquella disputa) escenificado en 32 partidos, se produjeron 4 empates. Los Tigres se titularon campeones al ganar 14 juegos contra 13 de los escarlatas. Hubo uno que suspendió a la altura de la tercera entrada por efectos de las fuertes lluvias.

Torneo de 1929 (un solo empate)

El campeonato de 1929 fue irregular. Se desarrolló con solo tres equipos: Leones del Escogido, Tigres del Licey y, una representación de Santiago de los Caballeros, llamada “Sandino”.

Los Tigres ganaron el campeonato (11-7) mientras que, los Leones quedaron en segundo puesto (10-8). Los representantes de Santiago, o sea el Sandino, solo ganaron 3 desafíos (3-9). Muy penosa la actuación de estos últimos. En cuanto a los empates, solo se produjo uno y, fue en un partido entre los Tigres y Leones, por culpa de las lluvias caídas a la altura del tercer inning.

Torneo de 1936 (un solo empate)

El campeonato de 1936 se jugó con cuatro equipos: Estrellas Orientales, Tigres del Licey, Leones del Escogido y Sandino. Ganaron los representantes de San Pedro de Macorís (las Estrellas Orientales con el récord de 13-5), Sandino en segundo (10-9), Escogido en tercero (7-11), y Licey cuarto (6-11). Solo hubo un empate.

Torneo de 1937 (un solo empate)

Los Dragones de Ciudad Trujillo fueron los campeones del torneo beisbolero de 1937. Se impusieron sobre sus rivales de las Estrellas Orientales y las Águilas Cibaeñas. Solo accionaron tres conjuntos en aquella disputa. Los Dragones culminaron en la primera posición (18-13), las Águilas en segundo (13-15) y, en último puesto, los campeones de la temporada anterior (de 1936) las Estrellas Orientales (11-14).

Solo hubo un empate: un partido entre las Estrellas Orientales y los Dragones de Ciudad Trujillo, el cual terminó empatado a dos carreras (2-2) cuando se habían jugado once innings. ¿La razón? Oscuridad.


Fuentes:


Historia del Béisbol Dominicano. Los campeonatos profesionales de 1922, 1923, 1924 y 1929. Cuqui Córdova.

Historia del Béisbol Dominicano. El campeonato de 1937. El mejor de todos. Cuqui Córdova.

martes, 9 de abril de 2024

San Carlos, campeón baloncesto del Distrito Nacional 1980

Derrotó al equipo de Naco en seis partidos disputados en el Palacio de los Deportes Virgilio Travieso Soto


Por Iván Ottenwalder

Primer partido
8 de septiembre 1980


San Carlos ganó el primero, 91-87.

Winston Royal, ante la defensa de San Carlos.


























Segundo partido
9 de septiembre 1980

San Carlos vuelve a ganar. Esta vez 71-58.



























Frank Prats tratando de anotar.

























Tercer partido
10 de septiembre 1980

Naco se sacude y gana su primero, con pizarra de 78-77.













































































Cuarto partido
11 de septiembre 1980


San Carlos triunfa y coloca la serie 3-1. Vence a su rival con marcador de 92-88.


























Evaristo Pérez fuertemente defendido.


























Quinto partido
12 de septiembre 1980


Naco aún vive. Ganó su partido 91 a 90.



























Evaristo Pérez lanza ante la fuerte defensa naqueña.
















































Sexto partido
13 de septiembre 1980


San Carlos gana el campeonato. Ha sido su tercera corona consecutiva. Obtiene victoria en el sexto juego por pizarra de 100 a 76.

































































































































































Fuente: Periódico El Nacional de ¡Ahora! Septiembre de 1980.
Agradecimientos: Personal del área de hemeroteca de la Biblioteca Nacional Pedro Henríquez Ureña.

domingo, 4 de febrero de 2024

Leones del Escogido campeones temporada 1991-92

- Barrieron a las Estrellas Orientales en cuatro partidos
- Después de esa corona los escarlatas tardaron 17 estaciones en volver a ganar un campeonato. La mala racha se detuvo en la contienda 2009-10 cuando vencieron a los Gigantes del Cibao


Por Iván Ottenwalder

Dirigentes de la serie final Leones y Estrellas



















Primer partido (28/01/1992)
Estadio Quisqueya
Santo Domingo de Guzmán


Los Leones ganan el primero, 4-1.

























Junior Noboa
















































Shawn Boskie (pitcher)







































































































Segundo partido (29/01/1992)
Estadio Tetelo Vargas
San Pedro de Macorís


Escogido vuelve y gana, también por el 4 a 1.



































































Wilfredo Tejada es puesto out en home














































































Tercer partido (30/01/1992)
Estadio Quisqueya
Santo Domingo de Guzmán


Los rojos zurran a los verdes por 12 a 5.

























Wilfredo Tejada
























Cuarto partido (31/01/1992)
Estadio Tetelo Vargas
San Pedro de Macorís

¡ESCOGIDO CAMPEÓN!

Gana por marcador de 5 carreras a 2.

































¡A celebrar!







































































































































































































































Fuente: Periódicos El Nacional y Última Hora de enero y febrero 1992.
Agradecimiento: Al personal del área de hemeroteca de la Biblioteca Nacional Pedro Henríquez Ureña.