Tras mi cuarta victoria al hilo platiqué un rato con la colombiana Janet Rojas, acerca de mi actuación. “Si gano una partida más aseguro mi clasificación”, le comentaba. Miré al fondo de una pared y observé a Daniel Tunnard quien también tenía el mismo récord que yo, 4-1. “Janet, ¿ves a ese tipo que está allí, el rubio aquel?. A ése le quiero ganar. Estoy loco porque nos veamos las caras de nuevo, no se me salvará”, le aseguraba a mi amiga.
Por Iván Ottenwalder
El
martes 10 de octubre Víctor Fernández pasó a recogerme al hostal a la
hora señalada. Aún no había terminado el desayuno, pero mi amigo me
espero el tiempo necesario. Al terminar agarré mi mochila, salí del
hostal y me monté en el auto de Víctor. Él, al igual que yo, competiría
en el Torneo Extraordinario, modalidad clásica. Llegamos temprano al
Gran Paraná. Descansé un rato y reflexioné sobre esta gran encomienda
que el destino me presentaba. Estaba preparado para dar lo mejor de mí
en el Extra. Si no lograba la clasificación al mundial clásico, que
empezaría al día siguiente, pues daría entonces el 500% en el certamen
de la Copa Fise a iniciar también el miércoles 11.
Mal comienzo
Mi primera rival en el Extra fue Claudia Kaiser, de Argentina. Me propinó una zurra de 148 puntos de diferencia. El resultado fue 538 - 390. Ambos pusimos 3 scrabbles cada uno. Los de ella más valiosos: BORRANDO (94), MEDIANAS (76) y ENSOBREN (74). Los míos fueron ATETADO (63), VOLAREIS (86) y COSTARON (76). Durante toda la partida mi adversaria siempre navegó con una cómoda ventaja. Supo además aprovechar las letras de altos valores numéricos para fabricar muchos puntos: ÑU (27), JUNTE (48), LLE (26), GOZA (34) y EX (38). De mi parte lo mejor que aporté en formaciones cortas fueron VEDE (27) y EON (41). Durante el desafío realicé 7 cambios de fichas. Mi oponente apenas 3.
...Pero todo cambió
Ligia Galindo, de Colombia, fui mi próxima oponente. Contra ella pude hacer un mejor juego. Las cosas fluyeron mejor y me impuse con marcador de 447 a 422. Metí cuatro bonus: FRESCOS, de 80; CORTANDO, de 86; ATAREADO, de 80 y NECEAIS, de 72. Ella solo colgó dos: RELLENARA (69) y RETIRADA (66).
En la recta final recibí un pequeño susto ya que Galindo se acercó en la pizarra (340 - 383), pero un corto DEMÁS de 36 tantos me sacó de apuros y pude llevarme el desafío.
Mi próximo adversario había sido nada más y menos que mi nuevo amigo paraguayo Víctor Fernández. Esta partida será una de las más recordadas en toda mi vida y de las que me servirá incluso como elemento de aprendizaje en procura de no cometer desaciertos innecesarios mientras sea jugador de scrabble.
Luego de un cambio de fichas arremetí como un huracán, colgando dos bonus consecutivos, RETARAS y EMULASES, ambos de 72 puntos de valor. Poco más tarde puse otro, PELABAN, de 81 tantos. Llegué a sacarle una diferencia a mi adversario de 156 puntos y liderar la partida con pizarra de 237 - 81.
Un DIJ corto de 43 puntos puso contra la pared a Fernández (280 - 115). Tomé como medida de precaución ir jugando cerrado y no abrirle campo a mi oponente. Pero inesperada y sorprendentemente mi rival fue metiéndose en la batalla y llegó a tomar la delantera en la recta final, 342 - 334. Tuve fichas para seguir jugando cerrado y mejorar mi atril, pero cometí la torpeza de abrir el tablero dejando un SER (4) expuesto a ser reformado con un posible scrabble vertical en zona triplera de palabra en la última columna derecha. Mi amigo, que también estaba dispuesto a ganar y jamás ceder, puso un jocoso BURLAIS de 67 puntos que lo adelantó más en el score, 409 - 334.
Tuve la fortuna de aprovechar como puente una H colocada en las coordenadas 1-H y en forma horizontal sazoné un HORNEADO de 89 tantos que me devolvió la delantera, 423 - 409. Víctor jugó un QUI de 7 y yo un TECHE de 8. La pizarra aún estaba a mi favor, 431 - 416, pero un sorpresivo ÑA aventajó al paraguayo 443 - 431. Finalmente, y con tamaño susto, me deshice de la T y la I para colgar un TI que me generó 13 puntos y que dio por finalizada la partida. Quedé arriba 444 contra 443 y, con 5 puntos de descuento por la fichas de mi rival, me llevé la victoria 449 - 438.
Partida decisiva ante Daniel Tunnard (7ma. ronda) |
El paraguayo fabricó dos bonus que fueron COMANDES (78) y el BURLAIS (67) que jamás debí permitirle. Además, realizó un montón de palabras cortas de buenos puntajes: DANZASE (34), VEGA (36), FU (35), ÉXODO (28) y PENAL (30). Yo escribí 4: RETARAS (72), EMULASES (72), PELABAN (81) y el salvador HORNEADO (89). Mis mejores formaciones cortas fueron DIJ (43) y CUNEO (26).
Llegaban
las horas del receso y aproveché para dar un paseo y comprar un helado.
Admito que tras finalizar esta partida quedé con los nervios disparados
por el dramatismo del match contra mi rival. La caminata me sirvió para
reflexionar profundamente. No tenía la necesidad de haberme arriesgado
de la forma que lo hice en la partida anterior, bien pudo aquel error
haberme costado la derrota. Apelé a mi introyecto. Me propuse para las
próximas cuatro partidas no volver a cometer errores suicidas como
aquel. Disfruté mi helado con toda la calma. En ocasiones cerraba los
ojos para meditar, para relajarme. Regresé al hotel y almorcé unos
espaguetis a la marinera. Luego fui a descansar en un sillón y después
al baño. “Vamos campeón, el susto grande ya lo pasaste. Aprendiste la
lección. Ahora las ganarás todas, las cuatro que restan. No perderás una
más”, me dije a mi mismo cuando me miré en el espejo del lavamanos.
Comenzaba a sacar mis cuentas. Debía ganar tres de cuatro para
clasificarme. No tenía márgenes para errores.
Para
ser sincero, el resto de mis cuatro partidas fueron de puros nervios.
Ante la argentina Mónica Highton tuve otro desafío de terror. Ella, a
puras palabras cortas, me dio una tremenda pelea. Lo que vi de su juego
no me asombró mucho, pero ya en los primeros turnos del desafío me iba
ganando 160 - 81. Gracias a un DECAIAS (70) me metí en la batalla y
desconté ventaja (151 - 164). Con la partida 189 - 151 a su favor, tomé
el control con un valioso COMIERE (73) cambiando la pizarra, 224 - 189. No
me daba por ganador, aún quedaba mucho por sufrir. Dos turnos después
mi adversaria ponía SEÑARAS y retomaba el liderato, 275 - 242. Abajo en
el score, 318 - 268, metí un AVENISTE de 74 tantos que me dio tanta
dificultad hallarlo pero que nueva vez me devolvió la tranquilidad y la
delantera, 342- 318. Pero aquello no se quedaría ahí. Mónica seguiría
batallando y dos turnos más adelante, con un simple HE (25) empató las
acciones (364 - 364). Pude poner un LED de 25 puntos en zona triplera y
me fui arriba 389 - 364. Mi rival colocó CABO y se acercó 382 - 389.
Logré colgar HER, de 12 y aumentar el margen, 401- 382. La jugada final
de la argentina fue DO, de apenas 11. Con 2 puntos de descuento que le
dejé alcanzó los 395 tantos, pero se quedó corta y perdió la dura
batalla ante mí, 399 contra 395.
Durante el desafío metí tres bonus: DECAÍAS (70), COMIERE (73) y AVENISTE (74). Mis mejores formaciones cortas fueron IZAN (26) y LED (25). Mi oponente nada más puso un bonus que fue SEÑARAS (86), pero formó más jugadas cortas de buenos puntajes: ALLEGÓ (28), EX (27), CAPO (28), APILO (32), GELA (27), BARRO (26) y HE (25).
A pesar del susto comenzaba a gustarme lo que veía, 3 victorias y un solo revés. Por mi cabeza pasó el nombre de Daniel Tunnard, el argentino aquel que me ganó la de fogueo el domingo por la tarde. Estaba deseoso de enfrentarlo de nuevo. Pero no era yo quien elegía el rival, sino un sistema aleatorio computarizado.
Adriana
Beltramino, de Argentina, fue mi siguiente adversaria. Empecé como una
fiera indomable sacando la delantera, 223 - 129, gracias tres bonus en
mis primeros cinco turnos. Pero poco a poco mi rival se fue acercando y
se pegó 340 - 344. En ese intento de remontada pude arrojarle un balde
de agua fría a mi oponente gracias a unos COLEGIOS de 76 tantos que
vieron las letras de mi atril. Me despegué 420 - 340. Pero tres turnos
después Adriana ya estaba arriba 445 - 443, cortesía de dos formaciones
cortas de mucho puntaje: HAMACA (48) y OPA (51). Sin embargo, en la
curva final fui astuto al detectar una LL que le quedaba a mi rival y
cerré una casilla de triple tanto de letras para que no pudiera ponerla
allí. Tuvo que tirar la LL en una zona de poco puntaje y solo capturó 9
tantos. Yo había retomado el comando nuevamente, 465 - 454, por un SI de
22 tantos. Ya en nuestros dos últimos turnos coloqué TRUN (4) y NA (2)
mientras ella BEL (5) y AJ (9). Perdió 4 puntos por el descuento y la anotación culminó 475 - 464 a mi favor.
Colgué cuatro scrabbles: ENDIOSO (70), CHAPEARE (73), DETENED (64) y COLEGIOS (76). Mi adversaria puso tres: OTEARÍAN (68), DESUSADO (72) y COREASEN (77). Sus palabras cortas de mayores puntajes fueron OPA (51), HAMACA (48) y XI (38). Las mejores mías fueron AZO (32) y TOÑA (38).
Show en el restaurate La Pascuala |
Tras mi cuarta victoria al hilo platiqué un rato con la colombiana Janet Rojas, acerca de mi actuación. “Si gano una partida más aseguro mi clasificación”, le comentaba. Miré al fondo de una pared y observé a Daniel Tunnard quien también tenía el mismo récord que yo, 4-1. “Janet, ¿ves a ese tipo que está allí, el rubio aquel?. A ése le quiero ganar. Estoy loco porque nos veamos las caras de nuevo, no se me salvará”, le aseguraba a mi amiga. Janet estaba clasificada para el mundial desde su país, de modo que no tenía que disputar el Extraordinario como yo.
Mi próxima oponente, también argentina, fue Carmen Meizoso. En mis primeros nueve turnos colgué 4 bonus, dos de ellos consecutivos, que me pusieron arriba en el marcador, 385 - 290. Pensé que quizás esta la tendría más cómoda, pero no fue así. Carmen nunca se rindió y, viéndose debajo en la pizarra, 309 - 416, colocó una GLORIETA de 77 tantos y se acercó 386- 416. Luego metí VEDAD (20) y ella se deshizo de la Q para poner QUI (8). Yo contesté con TER (14) y ella empató el partido 450 - 450 con un espectacular EX de 50 tantos. Mi última jugada fue CHAMA (28) y ¡fin de la partida! Sumé seis puntos por las fichas que se le quedaron en su atril y la anotación definitiva terminó 484- 444 a mi favor.
Mis scrabbles colocados fueron TOREADO (66), BUCALES (78), DESAFÍO (85) y AUSTERO y (69). Los de ella RANCIAS (72), DECANOS (65) y GLORIETA (77). Mis mayores formaciones cortas fueron APOYO (39), DUO (31), CHAMA (28) y HALLO (28). Las de Meizoso DIÑEN (30), PEZ (34), GUARRAS (66) y EX (56).
Con
récord de 5 - 1 ya mi clasificación al clásico mundial estaba
asegurada. Me sentí sumamente orgulloso conmigo mismo. Horacio Moavro
pasó por mi lado para decirme “ya tú clasificaste. Estás entre los
primeros cuatro”. Minutos más tarde la tabla de posición estaba colgada
en una pared del salón de juego. En primer lugar figuraba Daniel Tunnard
y yo en segundo, ambos con foja de 5- 1. Él estaba en primero por
cuestiones de gol averaje, es decir, diferencia de puntos. Pero aún
quedaba una partida para terminar el torneo Extra. Unos chavales
españoles, Pepe Baynat, Miguel Henares y José María Riera, junto a Luis
Picciochi (argentino) quisieron darme un poco de cuerda e hicieron unos
pronósticos para ver cómo reaccionaría. “La Autoridad va a perder ahora,
ya lo verán”, vaticinó Luis. “Sí, a ver, La Autoridad ahora va a perder
y se quedará fuera de la clasificación”, pronosticó Pepe Baynat en
seguida. “Si eso creo”, corroboró Miguel Henares. “Pero espera, creo que
esta última ronda es con la clasificación Rey de la Colina”, explicó
Baynat. “Ah no, él ya está clasificado, aunque pierda”, agregó el
español con cierto aire de broma. “Tranquilo hombre, vas a clasificar,
pero de cuarto”, trato de convencerme el ibérico.
Amén de las bromas yo no estaba dispuesto a perder la última partida. Me importaba un comino que ya estuviese clasificado. Mi meta era ganar el Torneo Extra, no importa si haciendo de tripas corazones.
¡UN CAMPEÓN EXTRAORDINARIO!
Mi último enfrentamiento sería ante el rival que estaba deseando, Daniel Tunnard. Ya ambos estábamos clasificados, pero quien ganase esta, se coronaría campeón del Torneo Extraordinario 2017, un logro nada despreciable para dos jugadores debutantes como él y yo.
Jugadores/as en el restaurante La Pascuala. |
La
partida histórica acababa de empezar. Tunnard rápidamente me sacó
ventaja de 101 - 5 con palabras cortas de buenos puntajes. Pero en mi
tercer intento solté un ASAETEO de 70 tantos que me acercó de inmediato
(75 - 101). Ya agotados seis turnos para ambos él se hallaba arriba 152
-150. NACIENDO, de 3 puntos, aventajó más a mi amigo y rival, 215 - 166.
Luego ACEZO (54) y LAXE (33) afianzaron todavía más su ventaja (302 - 187). Pero no estaba decidido a tirar la toalla así porque sí. Un ABICHASEN de
82 puntos me acercó a mi oponente, 269 - 302. Dos turnos después ya
estaba comandando la partida 359 - 355 cortesía de una formación letal: MILITAN con
QUEMÓN, que me sumó 90 tantos. Ya en la recta final, dominando mi
adversario la partida, 398 - 381, coloqué un espectacular BECARÍA (68)
con el cual tomé otra vez el liderato, 449 - 398. Los dos últimos turnos
del argentino fueron las palabras LAXES (26) y ZOO (21). Las últimas
mías, VI (15) y TUS (13). Sumé cinco puntos que se le descontaron y gané
la partida 482 - 440. De paso me coronaba campeón del EXTRA, en un
hecho sin parangón en la historia del mundial scrabble en español.
Tunnard solo colocó un scrabble (NACIENDO, de 63), mientras yo puse cinco: ASAETEO (70), DEPURAN (75), ABICHASEN (82), MILITAN (90) y BECARIA (68). En cuanto a palabras cortas de buenos puntajes el argentino tuvo la mejor parte: ÑATEO (40), SAJE (41), RUS (34), ACEZO (54), LAXE (33) y CORRED (42). De mi lado, nada interesante. Fueron los cinco bonus mi mayor carta de juego en ese último match.
Nunca en la vida se había visto un caso similar. Un debutante, procedente de un país donde casi nadie juega al scrabble, donde no tenía prácticamente con quien practicar, campeonara en un torneo clasificatorio …¡y en la forma que lo hizo!
Ya
eran más de las siete de la noche y dentro de poco abordaría junto a
otros compañeros de juego un bus para dar un recorrido por los lugares
históricos de Asunción y cenar en el restaurante La Pascuala. Me sentía
como un gran ganador. Muchas veces durante mi existencia me he
preguntado a qué he venido al mundo, si para un fin espectacular o para
comemierda. Me respondí a mí mismo “esto es un fin espectacular. Estoy
tranquilo y en paz conmigo mismo. Me puedo morir mañana, pero he logrado
lo que quería, competir en una jornada mundialista de scrabble.
Incluso, las cosas han salido mejor de lo planificado”.
La
cena en La Pascuala me pareció exquisita. Fotografié a los artistas del
show, unos tocadores de instrumentos y cantantes de música folklórica
paraguaya. La noche fue plácida. Al marcharnos del restaurante seguimos
la ruta turística por varios lugares interesantes asuncenos. El bus nos
depositó en el Gran Paraná pasada las 12 de la noche. Era muy tarde y
tenía que retornar a La Hamaca Paraguaya. No tenía de otra que dirigirme
a una parada de taxi. Le dije al taxista donde me quedaba y me cobró 20
mil guaraníes. Una vez llegado a mi destino fui a darme una rica ducha
y, finalmente, ¡a la cama!
El miércoles temprano vendría cargado de sorpresas, felicitaciones y aplausos por mi triunfo en el Extra.
ESTADÍSTICAS DE IVÁN OTTENWALDER
PARTIDAS JUGADAS: 07
PARTIDAS GANADAS: 06
PARTIDAS PERDIDAS: 01
PROMEDIO DE PUNTOS POR PARTIDA: 447
SCRABBLES POR PARTIDA: 3.85
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