jueves, 25 de noviembre de 2010

Con los Antún las cosas marchaban mejor en las Estrellas Orientales

Por Iván Ottenwalder

La pasada década, correspondiente al 2001-2010, fue la peor de toda su historia para las Estrellas Orientales. En ella no avanzaron a ni una serie final y mordieron el polvo de la descalificación sin visado para el round robin durante las temporadas 2003-2004, 2005-06, 2006-07, 2008-09 y 2009-2010.

Los orientales, aunque en estos últimos diez años han tenido buenos cañones ofensivos, han perdido nivel de estelaridad en su picheo abridor y de relevo. Y obviamente, sin pitcheo no se gana.

Analizando detenidamente las décadas del béisbol dominicano desde 1951 vemos que, en todas, las Estrellas Orientales han estado por lo menos en una serie final. En los años cincuenta fueron finalistas dos veces y campeones en el verano de 1954, en los sesenta finalistas una vez y campeones en la estación 1967-68, en los setenta finalistas tres veces, en los ochenta finalistas tres veces y en los noventa finalistas tres veces. En todo ese tiempo estuvo al frente del equipo la familia Antún, primero Federico “Chichí” Antún y luego, a partir de los ochenta los hermanos Manuel “Tete” Antún y Eddy Antún.


Hoy en día los hermanos Antún ya no son los dueños del equipo verde. La administración de la franquicia pasó a manos de Carlos Juan Musa en el 2001, hasta que se vio ahogada por problemas financieros en el 2004 y fue administrada provisionalmente por la Liga Dominicana de Béisbol (LIDOM). Los propietarios de hoy son otros. Tienen mucho dinero, pero alegan que la carga del combinado oriental es muy pesada ya que prácticamente todos los años les deja déficit o mejor dicho, números rojos.


Manuel Antún y su hermano Eddy están entre la gente que más sabe de béisbol en este país. Ellos, durante su gerencia sabían lo que necesitaba el equipo, qué refuerzos hacían falta, qué lanzadores buscar y, sobre todo, los ponían a competir. Las Estrellas lograban tener buenas series regulares, destacadas actuaciones en las eliminatorias, independientemente de que llegasen a la final o no. Y cuando lograban avanzar a la final, aunque no ganaran, al menos le daban un susto a su adversario. Esto se lo pueden preguntar a las Águilas Cibaeñas y a los Leones del Escogido.


Sabemos que las rachas son así, muy malas. Las Estrellas no ganan la corona desde la temporada 1967-68, de modo que ya cuentan 42 años de agonía y sufrimientos.


Ellos no han sido los únicos en esa situación. Los Medias Rojas de Boston antes de obtener la serie mundial en el 2004 llevaban 86 años sin ganar, los Medias Blancas de Chicago la misma cantidad hasta que se alzaron con la copa en el 2005. Los actuales campeones mundiales, Gigantes de San Francisco, no se titulaban desde 1954, y qué decir de los Cachorros de Chicago que no triunfan desde 1908.


¿Es que eran malos estos equipos?


Claro que no, fueron muchas las veces que lucharon por ganar, pero sin éxito. Hay que analizar que en series finales cortas como la de las Grandes Ligas o la del béisbol dominicano cualquier cosa puede suceder. Son series por lo regular pactadas al mejor de un 7-4 o un 9-5 donde se juega con mucha presión. Es como un examen donde los nervios te pueden comer. En una serie final puede darse el caso que a muchos jugadores de alto calibre, tanto en el picheo como en el bateo, les llegue una racha negativa, siendo esto un factor determinante para que un conjunto pierda. También puede ocurrir que peloteros de pobre nivel o actuación en la serie regular, mejor dicho, de poca monta, se engrandezcan en un play off final y contribuyan a la victoria de su equipo.


Las Estrellas fueron favoritas para ganar la serie final a las Águilas en las temporadas 1974-75 y 1986-87. Estuvieron a un solo partido de ser campeones en la final de 1987-88 ante los Leones del Escogido; pudieron cambiar el rumbo de la final de 1995-96 contra las Águilas de no ser por el error del defensor Víctor Rosario, y no aprovecharon el gran momento o “time” para batir a las Águilas en el séptimo juego en el estadio Cibao en el 1999-2000.


Los Antún no tuvieron la culpa de esas derrotas. Prepararon buenos equipos en esos años para darle alegría a todo el pueblo de San Pedro de Macorís.


Ojalá en esta temporada 2010-11 las Estrellas Orientales puedan clasificar a las eliminatorias. Solo cuatro lugares avanzarán al round robin de los 18 partidos en enero y el equipo petromacorisano puede ser uno de ellos. Las herramientas las tienen: el mejor bateo de la liga, los mejores refuerzos y un aceptable picheo. El gerente de ahora, Eddy Toledo ha demostrado ser un hombre eficiente en los negocios. Ha hecho las adquisiciones de lugar con tal de que los Orientales puedan llegar bien lejos. El primer paso naturalmente debe ser llegar al round robin. Una vez allí todo empezará desde cero, los conjuntos se batirán unos contra otros y solo dos obtendrán el boleto a la gran final. Es cuando a los jugadores, más que jugadores, deben ser fanáticos.


Puntos a considerar en esta temporada

· La defensa: No pueden darse el lujo de seguir cometiendo errores costosos en detrimento del picheo.



· El dirigente Brian Harper, un gran técnico del béisbol, debe tener un ojo clínico y percatarse cuáles son los lanzadores que están sacando más la cara por el equipo y al mismo tiempo sentar en la banca a los que no estén rindiendo.



· Buscar la fórmula para ganar los partidos en los que hay que remontar.



· No desaprovechar cuando tienen una gran ventaja en el marcador. Perder partidos así puede pasar factura al final.



· No subestimar a determinados rivales. Todos son de consideración. La clave es clasificar.



· Se necesita que el coach de bateo, dirigente y su asistente llamen la atención a bateadores que estén haciendo algún swing anormal.



· Solamente darle la participación a jugadores comprometidos con el equipo.

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