miércoles, 20 de julio de 2016

Una vez más por la senda del scrabble cubano VI



Jueves 9 de junio: Mala actuación al ser barrido por Odalys. Perdí los cuatro enfrentamientos con ella.


Por Iván Ottenwalder

La mañana del jueves 9 de junio fue completamente soleada. Tenía comprometido visitar a Yolanda Soler quien reside por el municipio 10 de Octubre. Ya el año anterior había hecho tal ruta, de modo que en esta ocasión sabría perfectamente cómo llegar a su casa. Pero antes que eso me dirigí a la telefónica ETECSA  para conectarme a Internet por una hora y chatear con mi familia. Una vez concluida aquella misión regresé a la pensión y telefoneé a Yolanda para avisarle que ya saldría. A los pocos minutos tomaba un auto de esos que los habaneros llaman máquina, y le pedí al chofer que me dejara en la Plaza Roja.

Próximo a las doce y cuarto llegué al número 203 de la calle Carmen, situada entre las rúes José Antonio Saco y Luz Caballero. Toqué la puerta y la misma Yolanda en persona me abrió. Nos dimos un fuerte abrazo y nos dirigimos a la sala principal de su morada. Conversamos y al poco rato me invitó a almorzar en una buena cafetería cercana. “Pide lo que quieras Iván, sin preocupación”, me animó a elegir. Tranquilamente nos comimos nuestros alimentos y, una vez saciados los estómagos, nos encaminamos de nuevo a su vivienda. Allá estaba Yataria, una de sus hijas. Dispuse de un ratito para dialogar con ella, pero solo un ratito, porque tenía el compromiso de jugar unas partidas de scrabble donde Odalys Figuerola.

Ya cuestión de las tres de la tarde estaba en casa de Odalys. Rolando se había marchado minutos antes, de modo que decidimos que los únicos protagonistas de las palabras cruzadas en aquella tarde seríamos tan solo ella y yo. Sin pérdida de tiempo y con tablero desplegado, bolsa de fichas, atriles y reloj cronometrado, empezamos la primera batalla de la jornada.

El primer match con 4 bonus para ambos fue una contundente victoria suya. El momento cumbre de la partida fue cuando, luego de acercarme en la pizarra 411-422 gracias a MENEASEN (64), sus ODIADAS fichas, válidas para un scrabble de 88 tantos, aumentaron su ventaja 411-510. La tendencia no varió en lo que quedaba de recta final y ella triunfó 560-470.

Sobre la segunda partida no hubo mucho que explicar. Ella jugó mejor y dominó de principio a fin, llevándose la victoria 488-364. En scrabbles, tres contra dos, también impuso su mando.

La tercera confrontación también fue suya. Hizo más bonus que yo, 3 – 2,  y también más puntos, 428-396. En apenas un solo instante me vi en ventaja, 183-124, al poco tiempo de iniciar. Después, el juego fue todo su nombre y apellido.

Y en la cuarta, la más batallada, los lauros también fueron suyos. Aunque empatados en bonos comandó donde había que hacerlo, en puntaje, 465-450. La formación más valiosa fue un ACORAZÓ (97 tantos), de su autoría.

Mis estadísticas:
4 partidas, 4 derrotas, 420 puntos por partida, 2.75 scrabbles por juego
Frente a Odalys:
4 partidas, 4 derrotas, 420 puntos por partida, 2.75 scrabbles por juego

Decidimos terminar la jornada, mi peor de toda desde mis vacaciones, porque ella tenía que limpiar la casa, tarea de la que no tuvo tiempo en los últimos días. Nos despedimos y tomé el autobús P-2 rumbo a El Vedado.

Por la noche

Luego de mi aseo personal salí a cenar y a caminar por gran parte del malecón habanero. Como testimonio mis ojos pudieron observar una zona muy alegre donde confluye toda clase de escenarios: gente tranquila y bullosa, los amigotes de la borrachera, las parejas de heterosexuales, homosexuales y lesbianas. También seres aburridos y problemáticos a los cuales mejor evitarlos.

Culminada mi travesía nocturna me fui a dormir hasta el otro día, 10 de junio. Odalys, Rolando y yo iríamos a almorzar al restaurante de la Sociedad Canaria.

domingo, 3 de julio de 2016

Una vez más por la senda del scrabble cubano V



Miércoles 8 de junio: Venganza contra Raúl, buen juego contra Odalys y otra vez noqueado por Rolando.

Por Iván Ottenwalder


Desde el lunes por la noche hasta iniciada la tarde el martes llegué a sentir una notable mejoría de la amigdalitis, pero, a partir de las 15 horas (3:00 p.m.) la infección e inflamación volvió a recrudecerse. Ya esto, como lo expliqué en el capítulo anterior de esta serie de crónicas, lo había vivido como horrenda pesadilla en Santo Domingo durante los meses de febrero, marzo e inicios de abril, hasta que, un brillante y loable especialista, con el cual me he tratado desde el 2011,  me pudo curar el problema y devolverme la tranquilidad, al menos por un mes y unos poquitos días. Aquella bacteria se estaba haciendo resistente, y en el momento y lugar que menos lo esperaba: durante mis vacaciones y en Cuba.
 
Al menos tuve la tranquilidad de que los mareos, pérdida de apetito y abatimiento de tres meses atrás no habían hecho presencia en mi organismo durante mi estadía. Menos mal que así fuese, porque de lo contrario, ¡tamaña película de suspenso que hubiese protagonizado!

El miércoles 8 de junio llovió consistentemente durante toda la mañana. Fue ya pasada las 12 del mediodía, cuando el agua bajo de intensidad, que me animé a salir de la pensión, camino a la morada de Odalys Figuerola.

Una vez llegado al campo de batalla arrancaron los matches. Abrí contra Rolando Guadalupe y el recibimiento fue una soberana e indiscutible paliza, 387-611. El Guada impuso su dominio sobre todo en sus últimas jugadas, con apoyo de HENOS (45 tantos), GIN (18), DIX (38) y un sepultador HUELEIS (91) que les garantizaron la victoria. De mi lado hubo tres bonificaciones: DEVORARE (89), ENTUBADA (70) y MACHAQUEN (92). Mi adversario metió cuatro: AFEASES (78), CODEARES (94), LINEASEN (74) y HUELEIS (91). Otros valiosos vocablos que le generaron grandes puntajes como CALIZA (54), MILLO (39) y BOGAN (34) también fueron determinantes a su favor.

La amiga Odalys fue mi próxima contrincante y de nuevo volví a caer. Las anotaciones concluyeron 542-455 a su favor. Colgué más scrabble, 4 contra 3, pero en nada ayudó, ya que ella aprovechó las letras duras para sacarme de circulación: la  Z de ZEN (24) y que después optimizó en GOZAD (31), la X que sirve de AX (39), la J de JE (52), el dígrafo RR, necesario para MARRÉ (26) y la no despreciable Y, imprescindible para  DOY (25). 197 puntos le generaron todas esas palabras cortas.

Minutos más tarde Oda y yo volvimos a la guerra. Un desafío de altas tensiones escenificamos. Igualamos en scrabbles, 3 – 3, pero la definición estuvo, como muchas veces acontece en el palabras cruzadas, en el tramo final. Un PRELADO, no sé de qué convento pero si de 60 puntos, le adelantó 418-319, sacándome 99 tantos de ventaja. Lo menos pensado por mi digna oponente era que mi atril contaba con letras que como la J, O, D, E y N efectivamente JODEN a cualquiera, y más aún cuando son puestas horizontalmente a partir de las coordenadas B-10, donde la J aprovechó dos vocablos al caer en casilla triple tanto de letras, no sin antes la palabra principal haber sido multiplicada por 2 al capturar la casilla de doble tanto de palabras. Aquella sumatoria totalizó una cuenta de 84 puntos, suficientes para revivir y meterme en la lucha, 403-418.

Figuerola casi pierde la respiración; Rolando, que miraba en silencio la partida, juzgó como extraordinaria mi jugada. Mi opositora, aún en ventaja, me saca una UÑA (30) y la aumenta, 448-403. Respondo con CU (16) y me acerco de nuevo, 419-448. Ella, con pocas opciones y un tablero muy cerrado ya no le queda con qué mostrar garras y apenas suelta ME (10), todavía para mantenerla arriba 458-419. El tiempo ya se me estaba por agotar, pero unas LL, A y H me permiten dar otra sorpresa cuando las ubico en un elegante HALL (38) y me acerco a solo un punto, 457-458. La rival se desprende de las R e I convirtiendo un AQUÍ colgado hace mucho en un IRAQUÍ de solo 11. Atrás en el marcador 457-469, termino con broche de oro anotando COCAN (28), sumando 10 puntos que se le restaron a mi adversaria, y, aunque también tuve que descontarme 10 por la penalidad de jugar un minuto tras agotar el reloj, pude vencerla con resultado de 485-459.

De nuevo me tocaría enfrentarme contra El Guada. Esta vez le puse mejor resistencia y le di una partida digna, pero solo eso, resistencia y pelea digna, nomás. Este fue el único match donde se vio en necesidad de hacer trabajar las neuronas para ganar, y por eso lo consiguió, 446-401. Bonifiqué tres veces gracias a GOZARÍA, scrabble que terminó siendo el de mayor puntaje con 107; MANOSEAN (62) y un espectacular y dificultoso ACENTUASE (72), aprovechando como puente dos letras en posición vertical que ya estaban colocadas en el tablero, pero separadas una de otra. Él solo puso dos scrabbles: AMELADAS (89) y DETENTA (69). Entonces ¿por qué ganó? Porque, además de ser capaz de anotar unos buenos JEA (53), DIÑA (34) y  BUFOS (42), intuyó el momento adecuado para jugar a la defensiva y evitar que lo sorprendiera con un scrabble desgarrador que lo colocara en desventaja. A raíz del asombroso ACENTUASE me le pegué 331-377. Tres turnos después y con la anotación 365- 388, basó su estrategia en la defensa, en especial cerrarme el único espacio en vertical en el que tenía chance de soltar un bonus. Palabritas de poco valor como HE (10), PE (4) y sobre todo UNCÍ (12) trancaron el último de los senderos. Muy poco pudieron hacer mi plural JEAS (11), un LOGRÉ (12) y una CA (14). Más lo afianzaron su HERRO (14), el SIS (13) y el  RO (4) como última jugada del partido que, aprovechando un tanto que se me descontó, le otorgó la victoria por 45 tantos de distancia.

Dos triunfos ante Raúl Báez

Cuando Raúl Báez llegó cercano a las 6 de la tarde encontró un oponente dispuesto a enfrentarlo en un match. Ese sería yo.

El sábado 4 de junio nos habíamos medido durante el mensual disputado en la Biblioteca Rubén Martínez Villena. En aquel duelo me batió 519-491. Ahora, en casa de la Figuerola, nos enfrentaríamos de nuevo, aunque solo de fogueo.

El primer desafío fue una aplastante victoria para mí, 549 – 315. Mis tres scrabbles fueron ACOPASEN (74), RETOMAD (91), el de mayor valor, y APILADOR (75). Por el derrotado, INSTARE (68) y DONAIRE (71). La palabra más valiosa, ZACEA (52), también fue suya. Las cortas que más me sumaron fueron LLENA (39), ÑA (25), AHUME (34), REBATE (33) y CHO (24). A Raúl le perjudicó el reloj y perdió 30 puntos por jugar tres minutos en negativo.

Acabada la primera jugamos la segunda. Volví a vencer, 516 contra 406. Tres scrabbles consecutivos de la mano de un CRÉDULO de 77, de un inexistente POZABAIS (72) que Raúl no protestó a tiempo, más unos CAÑEROS (126) que no le dejaron caña ni azúcar, me colocaron en una cómoda ventaja, 293-124, cuando la partida aún estaba joven. Él produjo tres bonus con SISEARON (66), CHISTARON (89) y SEDAREN (85) que de nada le sirvieron. Los vocablos cortos de buenos puntajes también estuvieron de mi lado: BOLLO (39), OX (36), JITE (29) y ERRAN (33). El plural CAÑEROS fue la formación  que generó más puntos, con 126.

Mis estadísticas:
De 6 partidas gané 3 y perdí 3, promedié 465.5 puntos  y  3.16 scrabbles por juego.
Frente a Odalys:
2 partidas, 1 victoria y una derrota, 470 puntos por partida, 3.5 scrabbles por juego.
Frente a Rolando:
2 partidas, 2 derrotas, 394 puntos por partida, 3 scrabbles por juego.
Frente a Raúl:
2 partidas, 2 victorias, 532.5 puntos por partida, 3 scrabbles por juego.

Finalizados los matches ante Raúl, tomé el autobús P-2 en ruta a El Vedado. Ya no había lluvia, tampoco nubosidad desde hacía unas buenas horas. Cuando llegué a la parada caminé tranquilo hacia la pensión. Mañana, jueves 9, sería otro día en mis vacaciones habaneras. Tenía contemplado visitar a una especial y apreciada amiga con la cual había trabajado en Santo Domingo unos años atrás.