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José Rijo. |
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Bernardo Brito. Temporada de novato, 1985-86 |
Como una película de espanto, así parecen todas las temporadas de béisbol invernal en la República Dominicana, donde los equipos Águilas Cibaeñas y Tigres del Licey, sean o no los favoritos de los expertos analistas, nunca mueren tan fácil.
Primero sucedió en la década de los setenta cuando estos dos colosos dominaron aplastantemente a sus adversarios: Estrellas Orientales y Leones del Escogido. Aquella vez los terribles verdugos del béisbol criollo, Águilas y Tigres, ganaron 5 campeonatos cada uno.
La pesadilla resurgió durante el período 1996 al 2009, cuando las Águilas se llevaron la copa en 9 ocasiones y los felinos en 5.
Es que estos conjuntos han sido el eterno tormento para los demás de la liga. Las Águilas han sido como el Jason Vorhees, el abominable monstruo que asesina a todos los vacacionistas del Campamento Lago Cristal y el Licey como el Freddy Krueger del guante con cuchillas que mata en el sueño a todos los adolescentes de un pequeño pueblo.
Estos dos personajes, del cine de los ochenta, luego de morir resucitan, continuando así la pesadilla en un próximo capítulo.
Las Águilas y Licey llevan 20 campeonatos cada uno, siguiéndole detrás los Leones con 13, las Estrellas con 2 y los Toros del Este con apenas 1.
En la presente temporada 2010-11 los equipos Toros, Estrellas y Leones ocupan los mejores puestos en la tabla de posiciones en cuanto a juegos ganados y perdidos, sin embargo, las Águilas, el Jason personificado, ya están en la cuarta posición, amenazando con llegar a la postemporada. El Licey, el Freddy Krueger que provoca pesadillas a los demás conjuntos, ocupa el quinto lugar, pero apenas a uno del cuarto.
Podríamos ser testigo, durante el resto de la temporada, de una feroz lucha por el cuarto puesto entre las Águilas y los Tigres, la batalla de Jason contra Freddy enfrentándose cara a cara.
Tengamos en claro una cosa: las Águilas y Tigres no han muerto, aún viven, aunque hayan equipos que actualmente estén jugando mejor pelota que ellos. En pocas palabras, si los demás quieren triunfar tendrán que matarlos, vencer a Jason y a Freddy, las terribles pesadillas de cada año.
De hecho, quiero que los maten. Deseo que otro conjunto, de los que tienen muchos años sin ganar, se coronen campeones. También les desearía éxitos a los Gigantes del Cibao, que nunca han conquistado un título…y el esfuerzo, lo han hecho.
¡Preparémonos!, esta recta final de la serie regular dará mucho miedo por la lucha clasificatoria. De momento no me gusta lo que estoy observando en las Estrellas Orientales, conjunto que comenzó muy bien, pero que se le ha caído el picheo abridor y de relevo. Deben despertar si quieren clasificar.
Los Toros son los que lucen más cómodos en el standing, con sus 18 victorias, pero tampoco pueden dormirse; deben cuidarse de una potencial mala racha, que a cualquiera le puede venir. El Escogido, con un material menos estelar que el de la campaña anterior, deberán ganar los partidos importantes en su afán por llegar al round robin; los Gigantes por salir de la última posición y el resto, como bien señalé anteriormente, podría ser una espeluznante y titánica batalla entre Águilas y Tigres, por la cuarta plaza clasificatoria.
La situación se pone interesante pero al mismo tiempo aumenta el pánico. Le restan 20 partidos a cada equipo y aún hay tiempo de hacer los ajustes necesarios. Pero ¡cuidado con el lobo!
· La defensa: No pueden darse el lujo de seguir cometiendo errores costosos en detrimento del picheo.
· El dirigente Brian Harper, un gran técnico del béisbol, debe tener un ojo clínico y percatarse cuáles son los lanzadores que están sacando más la cara por el equipo y al mismo tiempo sentar en la banca a los que no estén rindiendo.
· Buscar la fórmula para ganar los partidos en los que hay que remontar.
· No desaprovechar cuando tienen una gran ventaja en el marcador. Perder partidos así puede pasar factura al final.
· No subestimar a determinados rivales. Todos son de consideración. La clave es clasificar.
· Se necesita que el coach de bateo, dirigente y su asistente llamen la atención a bateadores que estén haciendo algún swing anormal.
· Solamente darle la participación a jugadores comprometidos con el equipo.