sábado, 2 de noviembre de 2019

De vuelta a La Habana. Por el scrabble, TODO (capítulo 5)

La jornada escrablera fue bien extensa, jugué nueve partidas. Odalys Figuerola no andaba bien de salud, sin embargo pudimos echar par de partidas. A continuación toda mi actuación de aquella tarde.

Por Iván Ottenwalder

La tarde anterior fue muy divertida en el bar El Tun Tun. Arturo y Enma me habían presentado a Ray Fernández, famoso personaje de la farándula habanera con quien conversé unos minutitos. Éste me había contado de su viaje a la República Dominicana no hacía tanto tiempo y de todo lo que conoció de mi país, el Cibao, la playa, etcétera.
Platicando con Ray Fernández (der).

Terminada la plática con el artista volví donde mis amigos hasta que, finalmente, entramos al salón, pues el show ya iba a empezar. Arturo ubicó una mesa con varias sillas y nos acomodamos. El área se fue llenando de gente, incluso, muchas quedaron de pie.

La actividad duró como dos horas. Fernández alegraba a la concurrencia con sus canciones de denuncia y, al mismo tiempo, de aprobación al establishment u orden establecido. Pero no todo fue Ray, también cantaron otros, a quienes el público vitoreó y aplaudió. El salón era puro éxtasis y baile.

Terminado el show nos marchamos a casa de Enma, no sin antes detenernos a comprar pollo frito en un negocio cercano. Al llegar a su vivienda cenamos y charlamos bastante. A todos, menos a mí, se les notaba la contentura por los efectos del alcohol. No estaban borrachos, pero si muy alegres y chistosos debido a los tragos ingeridos en el Tun Tun. Y es que dicen los grandes tomadores que si el alcohol no te embriaga, al menos te alegra o te hace contar tus penas.

Ya poco después de las once de la noche Arturo me llevó en su vehículo a la pensión. Al llegar me duché, coloqué el pijama y me acosté.

Viernes 6 de septiembre

¿Qué hice por la mañana? Sin muchas variaciones casi lo mismo que las anteriores: desayunar, caminar hasta el parque de Copelia, conectarme a Internet y chatear con algunas amistades, tomarme par de batidos en el cafetín cercano a M con 17 y volver a chatear en otro parque cercano. En la tarde, almorcé en una pequeña pero concurrida pizzería, me comí un suculento helado en Copelia y luego tomé un bus hasta llegar al Municipio 10 de Octubre, en ruta a casa de Rolando Guadalupe.

La jornada escrablera fue bien extensa, jugué nueve partidas. Odalys Figuerola no andaba bien de salud, sin embargo pudimos echar par de partidas. A continuación toda mi actuación de aquella tarde. 
 
Primera partida

Mi rival fue Odalys, aquejada esa tarde de fuertes molestias estomacales. El desafío se mantuvo bien cerrado hasta entrada la recta final, donde se pudo definir.

Estando yo en desventaja, 392-401, mi oponente bonificó con ESTACAS (82), colocando la pizarra 483-392 a su favor, quedando una ficha huérfana entre dos casillas de triple tanto de palabra. ¿Qué ocurrió entonces? Que, jugando desesperado y presionado por el reloj coloqué CEDULAN, de solo 36 tantos, cuando bien pude haber jugado un bingo con ENCULADA en esa zona triplera que, de paso, me hubiese dado la victoria. La desesperación me llevó al fracaso. Con CEDULAN Odalys mantuvo la delantera, 483-428. Finalmente vino su COA de 7 y mi CA de 12. Sumé 5 de su descuento pero ella triunfó 485-445.

Segunda partida

En este desafío pude vencer a mi rival, y esto se lo debo a mi consciencia, que me alertó cuando todavía quedaba tiempo.

Resulta que cuando la partida ya estaba muy avanzada y el marcador muy cerrado algo en mi cabeza me decía que mi puntaje no estaba bien calculado. Con el score 431-353, favoreciendo a Rolando Guadalupe, pedí un recuento de puntos. “Al final vamos a cotejar las planillas”, me dijo. “Es más, ¿tú quieres que hagamos el cotejo ahora?”, me preguntó. Le respondí que sí y él, de buen agrado, aceptó. Efectivamente, yo tuve la razón. Me había colocado 100 puntos de menos en una jugada de nónuplo en la que había logrado 185 tantos. Esos 185, gracias a JETEARAN, debí sumárselos a mi puntaje anterior de 180, lo que daría 365 puntos. Pero erré en la sumatoria y me había anotado en mi planilla tan solo 265. Luego de aclarado el error se demostró entonces que el score no estaba 431-353 a favor de Rolando, sino a favor mío, 453-431.

Sin embargo, con todo y la corrección mi rival estuvo a punto de ganar el desafío. Con IZO (24) aumenté la ventaja, 477-431. Mi oponente se fue arriba con ÑAQUE (54), 490-477, pero MARTE (32) me devolvió a la cima, 509-490. FER (24) lo puso adelante, 514-509, pero lo liquidé con ROS (6), 515-514. Sumando cinco puntos de su descuento la pizarra finalmente quedó 520-509. ¡Victoria de susto!

Siempre será un gran honor vencer a un maravilloso y duro adversario como Rolando Guadalupe.

Tercera partida

Otra vez frente a Rolando. El match fue victoria suya de comienzo a final. ¿El resultado? 518-467. Se lució con cuatro bonificaciones: ACORÁIS (74), SALTONAS (61), MALTEADO (72) e HINCASEN (64). Sus cortas más demoledoras fueron LLE (52), VILOS (36) y UFA (33). Mis bingos fueron ABUENARE (74), AGRIADO (64) y TÁCTICAS (74), mientras que JE (51), EX (33) y ZA (44) mis pequeñas gigantes.

Cuarta partida

En esta fui yo el que venció de principio a fin, pero no a Rolando, sino a Odalys. Las acciones quedaron 451-394. CULEADAS (94), ALEANDO (74) y AJEASEN (103) mis tres bonus y EX (37) la corta que mejor me puntuó. Mi adversaria solo consiguió un bingo, con ATONDÉIS (61), sin embargo sacó provecho a las letras duras, colgando RIÑO (40), JARRADAS (47), LLE (43) y ZALLE (33).

Quinta partida

Derrota ante Rolando Guadalupe.
Rolando Guadalupe contra mí. Soberana victoria para el primero, 573-328. Bonificó dos veces, gracias a NUDISMO (81) y SANASES (69), pero en verdad, fueron las cortas de mucho puntaje, COJA (41), TORRAD (56), CHELOS (31), OX (50), EFEBO (50), VEZ (49) y BAH (31), las causantes de su triunfo. Lo mejor de mi repertorio fueron dos scrabbles, ESCORAD (73) y ALARMEN (73), y la pequeña LIÑAS (66).

Sexta partida

Si hubo una primera contra Odalys que la boté por el inodoro, se puede decir que esta primera contra Miguel Stevens también la mandé al retrete.

A decir verdad el match siempre se mantuvo reñido, pero la presión del reloj y un mal aprovechamiento de algunas fichas al no colocarlas en ubicaciones claves, terminaron pasándome la factura. Ya al final, y ganando 400-398, cometí la torpeza de jugar un LARRA (12) que le abrió campo a mi oponente. Llegó su turno estelar. Tenía buen atril y con qué ganar. Efectivamente, sus últimas siete fichas dijeron que esta victoria era NUESTRA (73), y así concluyó todo. Pizarra final 481-402.

La S de NUESTRA pluralizó a LARRA en LARRAS.

Acabada la partida el mismo vencedor me explicó, con mucha didáctica, cómo yo hubiese ganado, mostrándome, paso por paso, los huecos claves donde hubiese colocado mis últimas letras.

Séptima partida

De nuevo contra Stevens.

Victoria frente a Stevens.
A esta se le puede definir como una partida espectacular. Al principio mantuve el liderato, 82-28, 185-123, 216-173 gracias a palabras como MANEASE (82), PESCARES (68) y XI (31), sin embargo, ESTURADO (72) lo colocó al frente 245-216. A partir de entonces el desafío se convirtió en una película de suspense de esas capaces de asustar a los espectadores. Le TENDÍ una jugada de 33 puntos que me hizo tomar la cima, 249-245 pero su BIJA (56) lo adelantó 301-249. Turnos más tarde LLE (42) lo afianzó más, 343-298 y todo medio pintaba para él. Mi OÍR (14) no le hacía mella (312-343), pero EJEM (13) tampoco le aportó mucho (356-312) hasta que entonces colgué RODEASE (78) y viré el marcador, 390-356, pero por muy corto tiempo, ya que HONRES (48) lo ubicó en el timón (404-390). CAY de 27 me devolvió el liderato (417-404); su BLOG (07) fue poca cosa (417-411) por lo que LAXO (22) me dio más (439-411). Él cambió y aquí aproveché para liquidarlo con TECLEAN (72) que me dio un gran respiro (511-411). Su TOQUI de 32 fue valioso pero todavía alicorto, 511-443. Mi respuesta fue GEN (08), 519-443 y mi rival culminó con un inofensivo FAI (12), 519-455, sumando de paso dos tantos de mi descuento que de nada le sirvieron. Por primera vez en la vida derrotaba a Miguel Stevens. El score final, 517-457.

Octava partida

Otro match de puros nervios, esta vez, frente a Rolando Guadalupe. Así como un reñido partido baloncesto en que nada se sabe hasta el minuto final, de la misma manera transcurrió la partida contra mi apreciado rival. Aquello fue un toma y daca en el que ambos mantuvimos el marcador bien apretado. De repente él arriba y en menos de lo que canta un gallo le tomaba la delantera.

La definición, digna de narrar, estuvo en la recta final, ya quedando pocas fichas en el bolso. Con REPOSADA (63) se vio arriba 352-274, pero mi JALEN (86) me adelantó 360-352. MONDE (30) le devolvió el liderato, 382-360. Luego de yo haber cambiado letras el veterano jugador me castigó con un PUGNASTE de 62 que, momentáneamente, lo acomodó, 444-360. Pero no todo estaba liquidado aún, ya que un AMOLADOR (63), me acercó peligrosamente, 423-444. CHUTO (18), le propinó 18 tantos (462-423) y mi última jugada, ME de 10, más 9 del descuento suyo, no fue suficiente para alcanzarle, pero sí para darle un buen susto, en un final con pizarra de 453-442.

Novena partida

Revés ante Stevens.
Golpiza de principio a fin fue lo que recibí en mi última partida de la jornada. Me la propinó Miguel Stevens con holgado score de 505-423. Cinco bonus demoledores llamados REHÍLAN (72), ZULLARÍAN (94), ENCAVEN (66), TROTÉIS (63) y ABOCASEN (63) más dos cortas de mucho valor (YUDO de 47 y BERRAN de 34) fue el arsenal desplegado por el Ídolo de la lisa en este desafío. Lo mejor de mi repertorio llegó al final, ya cuando la tendencia era imposible de variar. DEBIDAS (82) y DESPLUMASE (71) fueron mis dos bingos mientras que DIX (43), JUEGO (51) y AÑA (41) mis cortas de mayores puntajes.

Con esta derrota terminaba mi actuación del día con un pésimo récord de 3-6 que bien pudo haber sido un positivo 5-4 de no haber echado por la borda dos matches, uno contra Odalys y otro con Stevens, que nunca debí haberlos perdido. Pero ya no había marcha atrás, lo hecho hecho estaba. En lo adelante solo me quedaría aprender la lección de todo aquello.

El mismo Stevens, con quien perdí dos de tres, me encaminó a la parada del autobús, donde abordamos uno. Yo me quedé en el parque de Copelia y él siguió adelante. Ya en El Vedado me dirigí a cenar a un pequeño restaurante; el resto fue llegar a la pensión, bañarme y dormir. Mañana sábado, 7 de septiembre, me esperaría otra jornada, esta vez en casa de Tony Catalá, en la localidad de Cojímar, ubicada en el municipio de Habana del Este.

ESTADÍSTICAS, 6 de septiembre 2019

Ganadas 3, perdidas 6
Contra Rolando: 1-3
Contra Odalys: 1-1
Contra Stevens: 1-2
Promedio de puntos por partida: 444.11
Promedio de scrabbles por partida: 2.88

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