Por Iván
Ottenwalder
A partir del
pasado verano de este 2013 me comprometí plenamente a una meta: viajar hacia La
Habana, al Torneo Internacional Cuba Scrabble, para el verano del 2014.
Ahora, que
finaliza noviembre, mis planes han cambiado. Ya no será para el torneo
Internacional que volaré, sino para uno de más importancia y trascendencia, y
que igualmente será celebrado en la capital cubana, durante el mes de octubre
del 2014: el XVIII Mundial de Scrabble.
La razón de mi
cambio es muy sencilla y ya está explicada en el párrafo anterior: el peso de
la importancia. Mi presencia en un torneo mundial sería mucho más sonora y
relevante a que si participase en un evento inferior. Esto, claro está, sin
demeritar los demás torneos regionales e internacionales de scrabble que se
juegan todos los años en otras naciones.
A los
mundiales asisten, usualmente, los mejores representantes de cada nación, para ser
más precisos, los campeones, subcampeones y demás clasificados de los torneos
nacionales de cada país.
Asimismo, la
cantidad de participantes que compiten en el mundial es mayor que en otros
torneos. Este evento ofrece, además, la posibilidad de jugar en el torneo Extraordinario y en la Copa de Naciones. El
primero es una alternativa para que, algunos jugadores que no clasificaron al
torneo mayor (mundial individual), puedan conseguirlo. Dependiendo de la media
de participantes en el Extraordinario
se definirían los clasificados al mundial individual. Esto se hace basado en
una proporción de 1 por cada 8 jugadores, es decir, si en el Extraordinario compitieron 32 personas,
los mejores 4 puestos avanzarán al mundial individual; si compitieron 40, se
clasificarán los mejores 5. Mientras que, la Copa de Naciones, es una disputa donde, los representantes de cada
país, buscan el campeonato por equipo, por su patria. En el mundial individual,
como su nombre lo indica, los jugadores batallan por el título individual.
Si alguien me
pregunta en cuál de los torneos caeré, le responderé que en el Extraordinario. Esto así debido a que en
la República Dominicana no existe una asociación de scrabble que me permita
competir y clasificarme. Obviamente, en este torneo extra, tendría la
posibilidad de lograr una proeza y avanzar al mundial individual. ¿Cuán
factibles serían mis posibilidades? Es cuestión de jugar fuerte, con
determinación y tendré la respuesta.
En el XVIII
Mundial de Scrabble, Cuba 2014, tendré la deseada posibilidad, de conocer en la
vida real, a todos mis amigos virtuales con los que suelo compartir en el
Facebook y jugar en ReDeLetras. Será una maravillosa experiencia, no solo de
juego, sino también de abrazos, fotos, conversaciones, alegrías y lágrimas. Una
crónica para jamás olvidar.
Es hora de
actuar con responsabilidad y mantener una posición firme: llevar a cabo la
meta. Nunca cejar.
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