Torneo clasificatorio para el
mundial Francia 2016.
Por Iván Ottenwalder
Sin
apenas tiempo para practicar debido a la hora en que llegué a la capital cubana
y a lo exhausto que me encontraba producto del vuelo aéreo más la larga espera
en el área de equipajes del aeropuerto, lo más que atiné hacer, una vez ubicado
en la casa de hospedaje y el reloj marcando más de las diez de la noche, fue
darme una ducha fría, salir a cenar para alimentar mi estómago, regresar,
cepillarme los dientes e irme a la habitación a dormir hasta el día siguiente,
sábado 4 de junio.
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Rolando Guadalupe me venció por 48 tantos de diferencia. |
Ese
sábado 4 había un torneo mensual clasificatorio para el mundial de scrabble
Francia 2016. Me levanté a tiempo para el desayuno, colgué mi mochila al hombro,
pues mochilero soy desde añales, y a las
8:15 a.m. tomé el autobús P-5 en ruta a la Plaza de Armas, situada en La Habana
Vieja. Cercano a ella se encuentra la Biblioteca Rubén Martínez Villena, punto
de encuentro y escenario del mini torneo.
Dos caras
nuevas conocí, la de Odalys Figuerola y una chica aprendiz que no recuerdo su
nombre. Los demás rostros me eran perfectamente conocidos. Recibí efusivos
abrazos por parte de las amistades conocidas el año anterior. Hubo otros
personajes, con elevado nivel de juego, que estuvieron ausentes aquella mañana.
Próximo a
las nueve y treinta arrancaron las partidas. Definidos los pareos de la primera
ronda me tocó como rival nada menos que Su
Majestad Scrabblera, un terrible anagramador, rey de la estrategia, maestro
del tablero y campeón de campeones, Rolando Guadalupe. En Cuba este destrozador
de oponentes es llamado El Guada, por
parte de los pocos amantes de las palabras cruzadas
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Mi única victoria fue ante Cecilia Dávalos. |
El Guada venció, pero no me zurró. El
match quedó 527 – 479, por una diferencia de 48 puntos. Pero al fin y al cabo,
derrota para mí y victoria para él. Le coloqué 5 bonus contra 2 suyos, sin
embargo, cuatro de las fichas de altos valores numéricos fueron suyas. Rolando
las aprovechó al máximo. La J y la Z para un JEREZ de 62 puntos y una JEREZANA
de 72; la X para EX de 38 tantos; la LL para dejar una HUELLA de 69 y la Y para
potenciar 39. De mi pertenencia fueron la RR, aprovechada para PURRE y la Ñ
para GAÑID, imperativo que mi vencedor luego reformó con GAÑIDO.
¿Pero en
verdad dónde estuvo mi derrota? En dos costosos errores que de no haber
cometido al menos UNO, posiblemente me llevaba el triunfo. Los yerros fueron en
mi segundo y tercer turno cuando la partida apenas había empezado. Creyendo que
jotear era un verbo, utilicé mis letras O- T- E- A- S- E- N para poner JOTEASEN
en vertical, cayendo la N en la casilla triple tanto de palabras de la parte
inferior centro del tablero. Rolando la objetó y tuvo razón. Era inválida. Mi
otro desacierto fue JITEASEN. Esas metidas de patas al final me pasaron la
cuenta.
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Rolando (izq) ganó el torneo. Alejandro Porto quedó segundo. |
Mi única
victoria fue en la segunda ronda ante la señora Cecilia Dávalos. Le puse cuatro
bonos pero me dio una digna batalla. Un descuento de 18 puntos que se sumaron a
mi puntaje final fue desgarrador para ella. El juego terminó 429 contra 370.
En la
tercera ronda me enfrenté ante un adversario desconocido de nombre Juan Luis
Izquierdo. Lo que recibí fue una humillación de 248 puntos de diferencia. La paliza
concluyó 621 a 373.
La cuarta
ronda me trajo otro revés. Tony Catalá, un rival conocido en el internacional
cubano del 2015, fue el causante. Una remontada en la recta final metiéndome un
ZABRO de 56 tantos, que lo protesté y el monitor demostró su validez, fue el
aguijonazo que me sepultó. De nada me sirvió el nónuplo con ADINERES en la
coordenada O – 8 que me otorgó 140 puntos y que a la postre resultó en el
scrabble de mayor puntuación de torneo. Resultado de la partida: 517 – 492 a
favor de Catalá, a quien apodan Ñico.
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Raúl Báez (izq) y Roberto Rubio en la partida más reñida. |
La
jornada terminó en la quinta ronda y con el desquite de Raúl Báez quien en 2015
no había podido vencerme. Esta vez sí lo hizo y con pizarra de 519 – 491, no
sin antes haberle dado un tremendo susto en el tramo final. Llegando a estar en
ventaja 495 - 423 le anoté un MASQUES que me granjeó 82 tantos y le viré el
marcador 505- 495. No me tragué la Q, pero sí la RR, a la que no pude hallarle
espacio en el tablero. La pesadilla del reloj, la que creí etapa superada, se
apoderó nuevamente de mí y desconté 10 puntos por jugar un minuto en negativo,
o sea, luego de que se me agotaran mis 30 minutos reglamentarios de la partida.
Un noveno lugar con par de
lideratos estadísticos
Los
cuatro reveses, tres de ellos en partidas bien disputadas, me arrinconaron en
el noveno lugar, solo por delante de Cecilia, quien ocupó la décima y última
posición.
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Odalys Figuerola (izq) frente a Alejandro Porto. |
Calculando
los números promedié 452.8 puntos por partidas, me llevé el liderato de
scrabbles con 17, equivalente a una media de 3.4 por juego, así como la
formación de mayor puntaje en el torneo: ADINERES, de 140 tantos.
La
decepcionante partida frente a Izquierdo en la que no alcancé siquiera los 400
puntos, ciertamente que afectó mi media por encuentro. En el Internacional Cuba
Scrabble 2015 fue de 469.29, que, comparado con los 452.8 de este año,
representó una reducción de 16.49 puntos porcentuales.
Honestamente
que hubiese cambiado los lideratos alcanzados en este mensual por más
victorias. Aún me queda un largo camino por trabajar.
Líderes del torneo
Jugador Victorias
1. Rolando
Guadalupe 5
2. Alejandro
Porto 4
3. Arturo
Alonso 3
4. Juan Luis
Izquierdo 3
5. Odalys
Figuerola 2
6. Raúl Báez 2
7. Roberto
Rubio 2
8. Tony
Catalá 2
9. Iván Ottenwalder 1
10. Cecilia
Dávalos 1
Mayor promedio de puntos por
partida
Juan Luis
Izquierdo
513.80
Mayor puntaje en una partida
Juan Luis
Izquierdo
621
Mayor cantidad de scrabbles
Iván
Ottenwalder
17 (3.4 de media)
La formación de mayor puntuación
Iván
Ottenwalder
ADINERES (140
puntos)
Palabra más valiosa
Rolando
Guadalupe
JEREZANA
(72 puntos)
Premio Cuquita
Rolando
Guadalupe
AZOQUEIS
(104 puntos)
Partida más reñida
Roberto
Rubio – Raúl Báez (423 – 421)
La ganó
Rubio.
Finalizado
el torneo me encaminé nuevamente a El Vedado, a descansar, leer y caminar. A la espera del domingo, para
practicar en casa de Odalys Figuerola.