Por Iván Ottenwalder
En
el día de hoy, sábado 5 de abril del año 2014, se conmemora en toda la República Dominicana
el Día Nacional del Periodista, un gran reconocimiento para todos los que somos
profesionales de la comunicación social.
Fue
un 5 de abril del 1821, en la ciudad de Santo Domingo, durante el gobierno de
José Núñez de Cáceres, cuando el doctor Antonio María Pineda se convirtió en el
primer director de un periódico dominicano, al fundar el Telégrafo
Constitucional de Santo Domingo. Esa es la razón por la que cada 5 de abril los
periodistas dominicanos celebramos en grande nuestro día.
Pineda
fue el punto de partida del periodismo nacional. Después del Telégrafo Constitucional
de Santo Domingo han llovido numerosas publicaciones periodísticas en el país
durante los siglos XIX, XX y el actual XXI. Pero no tan solo han sido
relevantes las publicaciones en sí, sino el papel jugado en cada época por
valiosos profesionales de la pluma en defensa de los más sanos intereses de la República, a favor de la
pluralidad y democracia informativa, quienes, en determinadas ocasiones, cuando
no encarcelados o asesinados, pusieron sus vidas en peligro.
Otro
punto luminoso del autor de este primer semanario, en el cual se abordaban
ilusiones de progreso e ideales de derecho, en una era en la que los habitantes
de la parte Este de la isla éramos colonia de España, fue la de apoyar la
causa independentista llevada a cabo por
Núñez de Cáceres, quien, el 1 de diciembre de 1821 declaró la independencia del
Estado de Haití Español.
A
Pineda le tocó jugar el rol de Comisionado Especial en la Gran Colombia, en
diciembre de ese 1821, con la encomienda de gestionar, a través de Simón
Bolívar, la adhesión del naciente Haití Español como estado miembro a la Confederación de la Gran Colombia, proyecto
continental del libertador venezolano.
La
misión de Pineda fracasó, pero no por su culpa, sino porque Simón Bolívar no lo
quiso recibir. Varios historiadores dominicanos argumentan que, dada la
negativa, este corresponsal ni siquiera hizo el viaje a Venezuela.
José
Luis Sáez, escritor, en una biografía sobre Antonio María Pineda, publicada en
1997, relata que Bolívar supo bien lo que ocurría en ambos lados de la isla y,
por esa razón, optó por no entrevistarse con Pineda. El resultado de todo esto:
el advenimiento de la ocupación haitiana, el 9 de febrero de 1822, a la cabeza del
gobernante Jean Pierre Boyer. Dicha ocupación duraría 22 años, hasta la madrugada
del 27 de febrero de 1844, con el grito de independencia de la República Dominicana.
El
22 de agosto de 1973 el Ayuntamiento de Santo Domingo designó a una calle del
sector Los Minas con el nombre Dr.
Antonio María Pineda.
En
mi sana convicción considero que esta designación no es suficiente para un
profesional de tanta prestancia como la que dedicó Antonio María Pineda. Él
merece algo mejor. Sugiero, en honor a su memoria histórica, la creación del
Premio Periodístico Antonio María Pineda, premiación cuya función será, la de
galardonar los trabajos de investigación periodística más valiosos de cada año.
Aunque
no haya sido el mejor periodista nuestro y, posiblemente, tampoco lo encontremos
en una lista de los más brillantes, Pineda tuvo la grandeza de ser el génesis
del periodismo dominicano, el primero que se atrevió a tomar la decisión de
fundar un periódico en el territorio que hoy llamamos República Dominicana.
Ya
basta de tantas injusticias históricas.
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