Por Iván Ottenwalder
El domingo 23 de marzo, en la
ciudad de La Habana,
finalizó el Internacional Cuba Scrabble 2014, torneo que, desde sus inicios, en
el año 2007, he soñado con asistir y que por diversas razones, de la A hasta la Z, no lo he hecho.
En el pasado certamen
internacional de scrabble, disputado a quince rondas, la historia se volvió a
repetir: Rolando Guadalupe se coronó campeón, al vencer a su compatriota Miguel
Stevens en una final que se extendió al máximo de tres partidas. Así Guadalupe
afianza su dinastía a cinco temporadas consecutivas ganando este torneo: 2010,
2011, 2012, 2013 y ahora 2014.
Rolando Guadalupe (derecha) se coronó campeón. |
Antes de iniciar la jornada
del sábado, con nueve rondas previamente jugadas, entre jueves y viernes, Enma
Morris iba a la delantera en la tabla de posiciones, con Stevens pisándole los
talones, Guadalupe en tercero y el mexicano Francisco Guerrero en cuarto lugar.
Ese día Morris, quien ha sido finalista en otras ocasiones, no las trajo todas
consigo, tuvo una mala actuación y, no solo perdió el primer puesto, sino que
además, fue incapaz de atrapar el segundo, perdiendo de esta forma la
posibilidad de llegar a la finalísima.
Aunque todavía no haya
conseguido su sueño de abrazar el título en este magno evento,
no todo fue una causa perdida para la Morris.
Al menos tuvo el honor de llevarse el premio de Duplicadas, de
manera convincente ante sus oponentes.
Morris es joven y excelente
jugadora. Su horizonte es gigante.
¿Puedo ahora hablar de mí? ¿Cómo
hubiese sido mi actuación en caso de haber competido en ese evento? ¿Qué creen?
¿Hubiese dado una buena pelea a esos genios que se las pasan jugando durante
todo el año? ¿Hubiese sido suficiente mi repertorio de vocabulario para quedar
entre los mejores diez? ¿Aguantaría la intensidad de tres días de puras rondas
(15 en total)? ¿Cómo me hubiese manejado con el reloj si nunca he jugado así?
¿Soportaría la presión psicológica que meten algunos oponentes? Todas son
preguntas interesantes que me las planteo y que de momento son producto de mi
imaginación y sueño vehemente de competir en grandes torneos de scrabble ante
jugadores de mucho nivel. Siendo honesto, en una guerra de cerebros, donde
participaron 16 competidores y conociendo mi capacidad de promedio puntos por
partida, considero me hubiese situado entre la novena y duodécima posición.
Pero las verdaderas respuestas
las tendré cuando, a partir del 2015, vuele hacia La Habana a participar en el
internacional cubano, o al mundial de Colombia u otro torneo de los que se realizan en diferentes
naciones.
Luchar por un anhelo, trabajar
por él.
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